Han pasado dos días desde mi plática con Anna, aún estoy confundida, mi corazón quiere una cosa y lo pide a gritos, pero mi mente quiere algo muy diferente, estos días no he visto a Megan porque no está en la ciudad, según me dijo en un mensaje se fue porque la contrataron en la empresa de su hermano para hacer algo en sus sistemas, la verdad no entendí. En estos dos días me he quedado en su departamento para cuidar de Aslan y estar aquí no ha sido lo mejor, porque cada rincón tiene su olor, su cama, sus almohadas, su ropa todo huele tan bien y no dejo de pensar en ella, tampoco he podido dejar de llorar cada vez que pienso mucho en eso, porque me siento muy mal, todo es un revoltijo de emociones, he ido a la universidad y siento que físicamente he estado ahí, pero mentalmente no. Me levanto de la cama y bajo las escaleras para ir a la cocina y darle de comer a Aslan, preparo su biberón, lo cargo y se lo doy.
Es tan pequeño y lindo, todo el tiempo tiene hambre y mucha energía para jugar, aunque cuando se cansa duerme mucho. Cuando se toma su biberón, lo dejó en su camita con un juguete y voy por la aspiradora de mano, realmente no es necesario que lo haga, pero debo hacer algo para distraerme. Comienzo a aspirar los sillones, ya que es una de las formas en las que Megan evita un poco sus alergias. En estos dos días sólo me ha enviado mensajes y únicamente para preguntar cómo está todo y nada más, algo que es raro, pero supongo que es lo mejor mientras aclaro mis ideas.
Escucho sonar mi celular, voy a ver qué es y es un mensaje de Anna diciendo que vayamos de fiesta para distraernos, me siento tentanda a responder que no, pero realmente sí me quedo encerrada una noche más en el departamento de Megan, voy a enloquecer de tanto pensar y darle vueltas al mismo asunto, así que le respondo que sí, me envía la dirección del lugar y la hora.
•••
»Estoy en la ciudad, ¿sigues en el departamento?
»No, estoy en el mío a punto de salir, mañana te doy la llave.
»Está bien, quédatela para cuando quieras ver a Aslan.
»Gracias. √√
No me escribe más y yo tampoco, salgo del departamento y espero mi Uber. Hoy espero que sea una gran noche, escogí un oufit que me hace sentir el autoestima al cien porciento, un corcet negro con escote en forma de corazón ajustado al cuerpo que hace resaltar mi cintura, gracias genética, un pantalón negro de cuero y unos tenis blancos, porque la comodidad ante todo, con el cabello suelto y no mucho maquillaje, pero sí lo suficiente. Cuando llega mi Uber subo y en el camino le escribo a Anna, quien al llegar al lugar me está esperando a fuera.
-¡Hola! -me abraza-. ¿Cómo has estado?
-Bien, bueno, sigo igual de confundida.
-¿Aún no hablas con ella?
-Me escribió antes de salir -le muestro el mensaje.
-¿Sólo eso te dijo? -asiento-. Seguramente está cansada, ya mañana seguro hablan más.
-Tal vez -me encojo de hombros.
Entramos al lugar, Frédéric y Alfonso nos están esperando adentro, nos guían entre todas las personas para ir al segundo piso, ahí pedimos unas bebidas y comenzamos a tomar. Sólo espero que esto me ayude a distraerme para no pensar en Megan.
-Vamos a bailar -Anna me toma de la mano.
-Yo también quiero, puedo con las dos -Alfonso se pone de pie y los tres comenzamos a bailar.
No soy la mejor bailando, pero al menos no me aburro sentada en la mesa, Alfonso sí baila bien y el nos guía a ambas, por su parte Frédéric no baila ni que su vida dependa de ello. Por momentos nos detenemos porque si algo hace bien Frédéric, es pedir tragos. Luego de un largo rato me siento con Frédéric, me tomo un trago que me sirve porque pidió una botella de ron. Alfonso llega a sentarse luego de un rato y yo me pongo de pie, llevo unos shots, le doy una Anna que está parada junto al barandal, ambas brindamos y nos lo tomamos.
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Descubriendo El Amor
Romance¿El amor es complicado? ¿O los complicados somos nosotros? ¿Por qué amamos a quién no nos ama y rechazamos a quien sí lo hace? ¿Por qué el amor no siempre es correspondido? ¿Por qué... por qué lo complicamos tanto?