Hippo se encontraba expectante, ¿Qué podría ocultar Tooth que cambiarla manera en que lo miraba?
Había tantas dudas en su mente, pero ninguna hallaba salida de sus labios.- Todo lo que te he mostrado es falso -admitió Toothless con pesar- no solo la apariencia que observas; los motivos que me trajeron a Berk son falsos, interesarme por los míos es una verdad a medias, incluso como actuó frente a ti... Yo... Yo soy más parecido al monstruo que viste durante el ruedo.
Toothless tomó un respiro antes de continuar, tenía la mirada clavada en el suelo, incapaz de mirar al castaño.
Hippo sujetó la mano del dragón, animándole a continuar y a la vez tratando de calmar su propia ansiedad.
- Para sobrevivir en la colonia tuve que dejar atrás la memoria de mis padres, traicionar sus enseñanzas para cumplir con los caprichos de la reina, odiaba ser solo un sirviente, pero era un cobarde, no replicaba ninguna de sus órdenes, hacia lo mínimo, protegiendo únicamente mi vida. Por ese motivo fui apartado, no era suficiente para sus expectativas.- Un día ella me llamó, me ofreció una oportunidad de conseguir un lugar a su lado, por encima de todos y solo por debajo de ella. Una única tarea que me traería gloria y poder, si cumplía con esa simple petición no habría ninguna más.
- "Destrúyelos" me dijo, ella quería que Berk desapareciera, "no me importa como, no importa cuántos mueran, solo destrúyelos. Esos vikingos deben perecer".
- ¿Te negaste? -preguntó Hippo en un hilo de voz, sintiéndose culpable, pero sin poder ocultar la duda de las intenciones de Toothless.
- Quería un lugar en la colonia, que me notarán... Solo quería decirle adiós a la soledad.
Toothless esperó una respuesta de Hippo, ante el silencio continuó.
- Vigilé Berk cada noche, buscando el plan perfecto para destruirlos -Toothless podía leer la duda en la mira de Hippo- encontré decenas.
- El primer plan era simple, todo o nada. Desistí cuando la dragona que me crió me prometió estar a mi lado en la batalla, protegiéndome. No podía permitir que ella fuera una de los cientos que morirían en la batalla.
- Solicite más tiempo y continúe buscando. Pensé en atacar la forja y el gran salón, acorralar a los vikingos y acabar con ellos, decenas podrían morir, pero seguía en el mismo dilema. Continué observando Berk cada noche desde el cielo y cada día desde el bosque, quería obtener ese reconocimiento, no me importaba cuántas vidas se perdieran, mientras no fuera albóndiga. Ya había perdido a mis padres por un capricho de la reina, no quería que se repitiera.
- Los estudié tanto que comprendí cómo funcionaba Berk, todo era dirigido por dos personas, sin ellos el caos llegaría, sería fácil dispersarlos y acabarlos, solo quedaba como eliminar a ambos al mismo tiempo sin involucrar a ningún otro dragón. La respuesta llegó sola, los dos corrieron alarmados al mismo lugar. No hubo explicaciones y ningún otro vikingo le importó, iban al rescate de un pequeño niño Omega.
Hippo buscó a toda costa la mirada de Toothless y el dragón lo evitaba. No había muchos omegas en Berk, se negaba a creer que tooth lo estaba usando, quería escucharlo de él.
- Encontré la estrategia que me permitiría destruir a Berk sin involucrar a otro dragón y ese Omega era la clave. Espere a que la noche sin luna se aproximará, mientras analizaba a mi nueva presa, la atraparía y la llevaría al bosque, los dos dirigentes de Berk irían en su auxilio y lejos nadie escucharía sus gritos. Sin dirección sería sencillo terminar con Berk.
Toothless observó a Hippo, estaba conmocionado, preguntándose si en ese momento su pueblo estaba bajo ataque.
El dragón retomó su discurso, con una mirada le aseguro al joven que su pueblo estaba intacto.
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Despreciable
FanfictionViví menospreciado por los de mi especie, viví marginado por tus comentarios, complaciente de tus deseos como agradecimiento por mantenerme con vida a pesar de mi "despreciable" raza, como tú me llamabas, pero me cansé. Te mostraré lo que mi desprec...