Al llegar a la cabaña las risas se apagaron, Estoico se encontraba en la entrada furioso y a su lado Bocón intentando apaciguar la ira del jefe de Berk.
– ¡¿te das cuenta de lo tarde que es?!
Hippo bajo la cabeza murmurando una disculpa.
– Regresando a casa después de la puesta de sol, respondiéndole a otros alfas... ¡¿en qué clase de omega te estas convirtiendo?! ya es una desgracia tener un hijo omega...
– ¡ESTOICO! –Bocón detuvo el discurso del jefe de la aldea antes de que dijera algo de lo pudiera arrepentirse– ¿Cómo te atreves tan siquiera en pensar eso?
Pero Estoico no lo escuchó, su ira aumento al ver a su hijo refugiarse detrás de dragón.
– ¡HIPPO, ven aquí ahora! –el nombrado se sobresaltó mientras escondía su rostro en la espalda del dragón.
Bocón se aproximó intentando calmar la situación, pero fue detenido por el poder de la voz de mando de Estoico.
– No te entrometas –su mirada se dirigió al dragón– Apártate.
– No lo haré –Toothless permanecía tranquilo.
– Te apartas ahora o te olvidas de la alianza.
La tensión iba en aumento, ambos alfas se miraban fijamente retándose a una pelea. Bocón buscaba desesperado una manera de detener la inminente batalla sin ir en contra de la orden de Estoico.
– Jefe Estoico, le esperan en el gran salón –la formalidad de la frase hizo reaccionar al jefe de Berk sintiéndose culpable por orillar a su mejor amigo a tal trato, pero aún seguía molesto de ver a su propio hijo buscando protección en un dragón.
– Quédate con ellos y vigílalos –Estoico se marchó sin esperar una respuesta.
Toothless se dio la vuelta atrayendo a Hippo en un abrazo intentando tranquilizarlo.
– Que los vigile, ¿Qué los vigile? ¡y quien lo vigila a él! –Bocón siguió a Estoico.
*
Hippo se encontraba recostado en su propia cama mientras Toothless permanecía a su lado acariciando su cabello castaño.
– ¿quieres que te busque algo de comida? –Hippo negó sosteniendo la mano de Toothless evitando que se apartara– ¿estás seguro?
Hippo asintió. El dragón continúo cepillando las hebras castañas con sus garras preocupado por el omega.
– Cuéntame una historia –pidió Hippo en un susurro.
– Una historia –repitió el dragón buscando en su mente alguna que no fuera bélica o sangrienta.
Una sonrisa nostálgica se formó en los labios de Toothless.
– Te contaré mi favorita...
*-*-*-*
Cuando los dragones eran pocos y los humanos aún menos, cuando había paz entre ambos por el simple hecho de no conocerse, en esa época...
Los dragones nunca volaban al norte para evitar los helados vientos y las imponentes tormentas, nunca hubo necesidad, nunca hubo curiosidad, eso fue hasta que un dragón pequeño como un ave, con escamas oscuras como la noche sin luna se aventuró sin motivo, llamado por la nada.
El pequeño dragón voló durante días enteros, sin descansar hasta que sus alas se rompieron y aun sin sus alas continúo nadando hasta llegar a una isla donde el llamado se detuvo, donde la necesidad de viajar al norte desapareció... ¿había llegado a su destino o simplemente su delirio había terminado?
"Un delirio únicamente". Eso se dijo a sí mismo el pequeño dragón mientras descansaba en la maleza huyendo del frío, y luego durmió hasta que sus alas se recuperaron y el sol se volvió más cálido.
Al siguiente amanecer volvería a su hogar lejos del norte, así lo decidió.
Pero con la salida del sol escuchó un extraño canto y una extraña criatura, sin escamas, de piel suave y apariencia frágil... el pequeño dragón se enamoró de esa criatura.
Olvido de dónde provenía, olvido si algún otro ser lo esperaba, olvido todo.
Su mente se quedó atrapada por la extraña criatura que cada pensamiento iba en torno a ella.
Cuando la criatura tembló por el frío, el dragón deseo que su fuego fuese mucho más cálido para que esa criatura nunca más tuviera frío y su fuego se volvió tan cálido que podía fundir la roca.
Cuando la criatura tembló por miedo, el dragón deseo ser capaz de protegerla y su cuerpo creció tanto que ahora era capaz de esconder a la criatura en sus alas.
Ahora era fuerte, grande y con un fuego abrasador, pero la criatura le temería. El dragón deseo con todo su ser poder estar al lado de la criatura que amaba sin asustarla y por más que lo intento su deseo no se cumplía.
Tenía el corazón roto al ver el miedo que le daba a la criatura que amaba, estaba resignado a verla desde las sombras y ser testigo como esa frágil criatura se unía a otra como ella.
Freyja sintió compasión por el dragón y busco ayuda de los demás Dioses para intervenir, pero solo Loki la escuchó.
"Tomaras la forma de la criatura que tanto amas, pero lo que eres no se puede cambiar y lo recordaras a cada paso" fue lo que Loki le dijo al dragón.
El dragón tomo la forma de la criatura que amaba y tal como le dijo el Dios le era imposible olvidar que esa apariencia no era la suya, cada paso, cada movimiento dolía, pero que es un poco de dolor cuando la criatura a la que amaba le miraba con una cálida sonrisa y cantaba para él... no es nada.
*-*-*-*
– ¿es la historia de porque los furia nocturna cambian de forma? –Pregunto Hippo adormecido.
– Lo es –Toothless estaba tranquilo al oler el aroma dulce de Hippo, al fin se había calmado.
– Es linda, pensé que el cambio de forma sería por razones tácticas.
Hippo sujeto la mano que acariciaba su cabeza delineando con sus dedos las manos del dragón, desde las escamas oscuras que cubrían su muñeca, pasando por la piel blanca hasta la punta de sus garras negras.
– ¿Te duele? –los ojos del castaño se cerraban lentamente mientras su respiración se volvía más lenta, estaba dormido.
– ¿Qué es un poco de dolor cuando estas con la criatura que amas?... nada.
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Despreciable
FanfictionViví menospreciado por los de mi especie, viví marginado por tus comentarios, complaciente de tus deseos como agradecimiento por mantenerme con vida a pesar de mi "despreciable" raza, como tú me llamabas, pero me cansé. Te mostraré lo que mi desprec...