Capítulo 15

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Cuando Hippo nació era clara su naturaleza, pequeño y frágil, muchos dudaron que superara la luna de edad, pero era más fuerte de lo que parecía. Su existencia era irrelevante para la mayoría, ellos esperaban la llegada de un alfa para declararlo el sucesor de Estoico. Con la perdida de Valka a manos de los dragones comenzó el revuelo alrededor de Hippo.

Patán fue postulado como futuro jefe de Berk, un omega no podría con la tarea, argumentaban. Estoico permaneció firmé con las tradiciones, su sucesor sería el alfa que desposara a su hijo.

Si esa era la condición, así sería.

Patán tenía un plan que cubría cada eventualidad posible. Primero mostraría su fuerza y valía, si nunca lograra superar a Astrid aun quedaba apelar a su parentesco con Estoico, la línea de sangre se mantendría y si ese argumento no convencía al jefe ni a la curandera, aun quedaba un plan de respaldo.

Astrid, su única competencia, tenía el "honor" suficiente para seguir las tradiciones y esperar el veredicto de la curandera, Patán no.

Si todo iba en su contra simplemente esperaría una oportunidad, un descuido y lo marcaría como suyo aun si Hippo no estaba de acuerdo.

Era un plan sencillo, era infalible, ¡Pero ese dragón lo complicaba todo! Nunca se apartaba de Hippo, era obvio que el dragón estaba interesado en apropiarse de Berk, ¿Por qué otro motivo estaría cortejando a Hippo?

Tenía que deshacerse de ese reptil.

Patán caminaba por el bosque para sacar su frustración, conforme se alejaba del pueblo podía escuchar susurros, era ese omega y el dragón ¡solos, a mitad del bosque!

El vikingo se sintió asqueado imaginado que el omega al que debía marca había sido tocado por otro alfa. Incluso si eso fuera lo que estaba pasando, opto por acercarse por la posibilidad de obtener alguna ventaja de la situación.

Las voces se hicieron más claras

— Los estudié tanto que comprendí cómo funcionaba Berk, todo era dirigido por dos personas, sin ellos el caos llegaría, sería fácil dispersarlos y acabarlos, solo quedaba como eliminar a ambos al mismo tiempo sin involucrar a ningún otro dragón. La respuesta llegó sola, los dos corrieron alarmados al mismo lugar. No hubo explicaciones y ningún otro vikingo le importó, iban al rescate de un pequeño niño Omega. Encontré la estrategia que me permitiría destruir a Berk sin involucrar a otro dragón y ese Omega era la clave. Espere a que la noche sin luna se aproximará, mientras analizaba a mi nueva presa, la atraparía y la llevaría al bosque, los dos dirigentes de Berk irían en su auxilio y lejos nadie escucharía sus gritos. Sin dirección sería sencillo terminar con Berk.

Patán estaba consternado con la información, sabia que el dragón quería Berk, pero nunca imagino que era para destruirlo, revelar su plan fue una estupidez, pero ver a Hippo alejarse del dragón solo pudo sonreír.

Uno de sus rivales se había eliminado a si mismo, y aun si lograra conseguir el perdón de Hippo, tenía información para hundirlo y a la vez pavonearse con ser el salvador de Berk.

La satisfacción duro poco, aunque el dragón estaba fuera del camino, estoico se encontraba ocupado planeando su viaje a la reunión de aliados, Astrid se mantenía lejos de la cabaña de Estoico alegando que el olor a depresión de Hippo la estaba cansando.

El omega estaba solo y vulnerable, no pondría resistencia si Patán decidiera reclamar su lugar como próximo jefe de Berk.

El problema era Bocón que no se apartaba de Hippo y cuando no era el rubio, tenía que lidiar con los gemelos que no se separaron ni un segundo de él.

— Dejen de seguirmeordenó con voz firme.

— No te estamos siguiendo —afirmó Brutilda con tono monótono.

DespreciableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora