¿en serio?

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Ya son las siete de la tarde, y la verdad es que estoy mucho mejor. Para ser sinceros, estoy genial. Me siento genial. Y todo gracias a Reda, le debo la vida. He seguido su guía de lo que hacer al pie de la letra. Así que estoy lista para lo que pueda pasar esta noche. Tengo un presentimiento de que esta noche va a ser diferente que la anterior que pasamos juntos, va a ser mejor aun. ¿por qué? ni idea. Pero lo sé.
Ya vamos a salir de casa. La verdad es que hoy estoy guapísima. Llevo unos pantalones vaqueros con una camiseta simple azul y un kimono precioso. Simple. Pero guapa. Estoy nerviosa. Y no se ni porque. La familia de Reda se ha vuelto como mi familia. Estamos casi todo el tiempo juntos. Y eso es genial.
Timbramos. Nos abre el padre de Reda. La verdad es que es un hombre muy guapo. Y su hijo se parece un montón a él. Es una mini versión de su padre. Nos saluda a todos y nos invita a pasar. Su casa es una copia de la mía, solo que es más minimalista. Me encanta. Pero por lo demás, es idéntica.
Pasamos un rato increíble. Hasta mejor que el del otro día. Porque esta vez tenemos más confianza. Y las conversaciones de momento no son nada incómodas, de momento...
-Bueno Jinan, ¿a ti dónde te gustaría estudiar? — Me pregunta el padre de Reda, que por cierto, se llama Younes. Y ahora toda la atención de la mesa está puesta en mi. No. No. No. Me empiezan a sudar las manos. No quiero la atención de esta gente, gracias.
-Me gustaría terminar mis estudios al norte, por Bélgica, Holanda, Italia... Donde sea me viene bien. Y es una pena si al final no logro ir, tengo los idiomas necesarios para ir. — Respondo. Y hago un esfuerzo enorme por no mirar a Reda. Pero sé que me está mirando. Sonriendo. Lo noto.
-Pues podrías subirte a Holanda con Reda. Lo estábamos hablando hace unos días. El año que viene os vendría bien. — Dice la madre de Reda. Y yo miro a mis padres. Que con cualquier otra familia me hubiesen hecho una mirada que dice "ni de coña" sin decirlo, pero con ellos no.
-Es buena idea — Me sorprendo cuando mi padre habla. Hasta puede que haya abierto la boca. — Pero ¿donde van a vivir? — ¿Esto está pasando? ¿O es un sueño? Por favor pellizcarme.
-En una residencia para estudiantes, dentro del mismo instituto. — Responde el padre de Reda.
-Está genial. Y en las vacaciones subimos a visitaros. — Dice mi madre. En serio. No sé si es una broma o si van en serio. Pero ya han cambiado de tema. Cambian más rápido de tema que otra cosa.
Al final entre todos recogimos y salimos a dar ese paseo que tantas ganas tenía de dar. Aunque bueno, los pequeños íbamos a nuestro rollo. Al final, los padres han optado por sentarse en un banco, pero nosotros queremos seguir dando el paseo. Así que seguimos andando. Mi hermana, como muy buena hermana que es, coge de la mano al hermano pequeño de Reda y se aleja un poco. Así por fin tenemos nuestro ratito de hablar a solas.
-Me alegra que te hayas recuperado. — Dice Reda.
-Gracias a ti. No sé qué hubiese pasado sin tu guía la verdad. Me encanta. Ah, por cierto, la carta la he enmarcado — Respondo mientras ya veo como se pone rojo.
-¿Que has hecho qué? No. No. Ni de coña Jinan. — Gruñe Reda
-Es broma. Es broma. Está bien guardadita. Nadie la puede ver, acaso de que algun dia me seas infiel.
-¿Infiel?¿a ti? Hay que estar muy loco para hacer tremenda estupidez. — Dice mientras sonríe. Que mono. A mi también se me escapa alguna que otra sonrisilla tonta — Por cierto, cuando te habías ido al baño, han sacado el tema del viaje. Al parecer quieren que vayamos de viaje a Estambul, para aprovechar las dos semanas de vacaciones que tenemos. — Saca el tema de repente. Yo eso no lo sabía. Pero me parece genial.
-Ah. No lo sabía. Pero me parece una muy buena idea — Digo. Me llega una notificación. Es mi primo. Abdel. Hace mucho que no hablo con él. Pero es como un hermano mayor.
-¿Quién es? A ver. — Me quita el móvil de las manos. ¿Qué hace? ¿Va en serio? — ¿Y este quién es Jinan? — Voy a responder, a decirle que es mi primo, y que porque me ha quitado el móvil de las manos. Pero no me deja ni responder. — ¿vas en serio? ¿Quién cojones es este joder? — Esa faceta de él no la conocía. Y no me agrada mucho la verdad.Si me hubiese dejado contestar antes de comportarse así no me cabrearía. Pero no me gusta esto.
-Mi primo Reda. Mi primo. Y las cosas se pueden hablar. No quitarme el móvil de las manos. — Cuando me devuelve el móvil veo que lo ha bloqueado. ¿qué? — Reda que coño haces. Es mi primo. Es como mi hermano mayor.
-Solo cuido lo que es mio. — Y con esto ya me mata. Me vuelvo por donde he venido. Dejándoles a los tres allí. No soporto más esta situación. ¿Cuidar de lo que es tuyo? Joder. No soy un objeto. Cuando vuelvo hacia donde están nuestros padres ni se preocupan en preguntarme dónde están los demás. Pero cinco minutos más tarde aparecen. Yo no puedo ni mirarle a los ojos. Estoy cabreadisima.
Cuando se sientan con nosotros el hermano de Reda propone que nos quedemos a dormir con ellos, para jugar a juegos de mesa , y que podemos dormir en la habitación de invitados. Esto es idea de mi hermana si o si, para afirmarlo me guiña el ojo mi hermana. Joder. No sabe que lo está empeorando todo. Pero no me preocupo mucho, porque sé que mis padres no nos van a dejar, bueno, o eso pensaba hasta que hablan.
-A nosotros no nos importa.
Mierda. Mierda. Mierda

In sha allahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora