-Yo... ni siquiera sé por dónde empezar. Nunca he querido que sucediera nada de esto. Lo siento por tu madre. — es lo único que se me ocurre decir cuando salimos al pasillo del hospital
-Que lo sientas no cambia nada, no va a hacer que mi madre vuelva a estar bien. Ha sido duro. Tasnim ha estado cuidando de ella, pero es difícil ver a alguien a que amo en esas condiciones. — Contesta Reda. A punto de llorar.-¿Cómo lo has estado llevando?
-Sinceramente, ha sido un torbellino. — contesta mirando hacia otro lado
-Dos años. Dos años de silencio, llamadas sin respuesta. No sabía si estabas bien o te había pasado algo.
-Lo sé y lo siento mucho. Nunca quise desaparecer así. Es sólo que... las cosas se complicaron en casa.
-Que lo sientas no cambia nada — le devuelvo su juego de palabras — ¿Complicado? Reda, desapareciste sin dejar rastro. Sin explicaciones, nada. Pensé que te había pasado algo terrible.-Ojalá hubiera podido decírtelo antes. Se trata de mi familia, Jinan. Mi padre fue incriminado por algo que no hizo. Hubo un robo en su lugar de trabajo y lo culparon. Tuvimos que irnos, escapar de las acusaciones.
-¿Cómo?, Reda, no tenía idea. ¿Por qué no me lo dijiste?
-Teníamos que mantenerlo en secreto, incluso ante amigos. Era una cuestión de seguridad. El mundo puede ser muy injusto, Jinan. Somos musulmanes y, a los ojos de algunos, eso es suficiente para etiquetarnos como criminales.
-Eso es horrible. No puedo creer que haya personas así. ¿Cómo has terminado aquí en Bélgica?
-Mira, no tuvimos más remedio que dejarlo todo atrás. Las acusaciones fueron muy duras Jinan; iban a meter a mi padre en la cárcel. Huimos a Bélgica, donde pensamos que podríamos encontrar seguridad y un nuevo comienzo.
-¿Pero por qué no cogiste ninguna de mis llamadas, Reda? Estaba muy preocupada.
- No podía arriesgarme. Si respondía , podían rastrear nuestra ubicación a través del teléfono. Era un juego constante de supervivencia, Jinan. -Ojalá lo hubiera sabido. Mis padres lo sabían, ¿no?- Sí, lo sabían. Eran los únicos en quienes podíamos confiar. Nos ayudaron a planificar todo esa noche que nos fuimos, pero pensé que te lo habrían contado.
- No puedo creer que hayas pasado por todo esto, Reda. Solo.
- Fue duro, Jinan. Pero he estado escribiéndote cartas, contándote todo lo que no podía decir. Simplemente no pude enviarlos.- ¿Cartas? Nunca recibí ninguna carta, Reda.
- No podía arriesgarme, Jinan. Los guardé conmigo, esperando que algún día pudiera explicarlo todo. Nunca dejé de pensar en ti.
-No puedo imaginar por lo que has pasado. Lo siento mucho, no lo sabía. Pero ahora que lo sé, podemos resolver esto juntos. Ya no estás solo.-Gracias Jinan. Te he echado mucho de menos. Nunca quise perderte, pero las circunstancias me habían obligado a guardar silencio.
- Saldremos de esto, Reda. Estoy aquí para ti. Y para tu familia.
-Nunca pensé que volvería a verte y mucho menos en estas circunstancias. La vida tiene una forma curiosa de unir a las personas, ¿no crees? Te quiero Jinan. Te llevo queriendo dos años.
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In sha allah
RomanceEn el pintoresco pueblo de Jinan, un encuentro casual con el enigmático Reda desata una historia de amor apasionada. Pero cuando la familia de Reda desaparece sin dejar rastro, el destino se tuerce. Dos años después, Jinan intenta sanar en Bélgica...