AustinEs sábado y me encantaría decir que estoy acostado en mi cama sin hacer nada.
Pero no.
El Daniel quedó de juntarse con la Sofía y me trajo por cualquier "inconveniente".
—Yapo, Austin — se queja —, arregla la cara, mi vida — me molesta.
—Na' qué mi vida — le pego un codazo suave —, yo no tengo na' qué hacer acá.
—Pero es que — suspira —, me pone nervioso po'. No veí que ella es como perfecta.
Sonrío involuntariamente:—Vo' estai enamorao hasta las patas.
—Cállate — me corta —. Anda a dar vueltas por el mall o algo, nosotros vamos a estar en patio de comida.
—Sale hueón — me quejo —, comprame algo.
—Después te compro un helaito — me tira un beso y se va en dirección al patio de comida.
Suspiro y giro sobre mi eje para ver que hacer por el resto de la tarde.
Bajo la escalera mecánica y me doy un par de vueltas por las tiendas que están en el primer piso, después subo nuevamente y repito lo mismo.
🌷🌷🌷
Han pasado como dos horas y yo sigo dando vueltas como hueón.
Los guardias ya andan cachuos porque piensan que voy a robar.
Me doy la última vuelta y decido por ir al patio de comida. Desde lejos veo al Daniel y la Sofia sentados. Ella se está riendo y el Daniel la mira como si fuera lo más bello del universo.
Me hace feliz que el Daniel haya encontrado a alguien así; que lo haga feliz y que lo haga sentir querido, porque porque hay alguien que lo merece es el Daniel.
Me pido una porción de papas fritas y tomo mi bolsita para ir a sentarme. Recorro los asientos con la vista y de pronto me encuentro con ese pelito café de la Mar.
Veo que está sentada sola, así que me dirijo a ella.
—¿Qué hací acá sola? — le digo.
Ella da un pequeño saltito y levanta la cabeza para que nuestros ojos se encuentren.
—Me asustaste — ríe suave.
—¿Me puedo sentar? — pregunto y ella asiente —, perdón por asustarte.
La Mar niega con la cabeza:—Tranqui, solo que estaba concentrada.
—¿Qué estabai haciendo?
—Leyendo — contesta —, en wattpad — sus mejillas toman un color rojito suave.
Yo asiento:—¿Te gusta leer?
La Mar asiente con la cabeza y me dedico a observarla un poco más. Me fijo en que tiene unas pequeñas pequitas que se esparcen por el puente de su pequeña nariz, sus pestañas son largas y oscuras...
—Síp — junta sus labios en una línea haciendo que un hoyuelo se marque en su mejilla izquierda.
Nunca lo había notado y ahora que lo hago se me hace adorable.
Voy a preguntarle un poco más sobre el tema pero ella se adelanta.
—Ese día, que me preguntaste sobre esa profe — carraspea suave —, ¿la encontraste?
Saco una papita y las demás las dejo en su bandeja y le hago un gesto para que saque:—Sí — asiento —, estaba en el cuarto piso como dijiste.
—Ah — me da una sonrisa pequeña —, que bueno — susurra.
Y de pronto las ganas de querer preguntarle que pasó ese día, que porqué estaba llorando, vuelven a aparecer en mi cabeza.
Pero sé que no puedo preguntarle.
No corresponde.
Pero otra parte de mí se quiere asegurar de que todo está bien.
—Hagamos algo — habla ella después de uno momentos en silencio.
—Algo como qué — ladeo mi cabeza.
Se encoge de hombros.
—Solo no vayamos a dar vueltas por las tiendas — digo con diversión —, estuve haciendo eso como por dos horas, estoy seguro de que los guardias piensan que soy lanza.
—¿Y eri? — me molesta.
—¿Tengo cara acaso? — le sonrío.
Ella ladea su cara y me mira fijamente. Sus ojos me recorren el rostro; luego de unos segundos arruga su nariz y niega con la cabeza.
—Nah, tení cara de niño bueno — me mira —, yapo que hacemos.
La miro unos segundos y luego se me viene a la mente una idea.
—¿Vamo' al cine?
🌷🌷🌷
—Austin se me va a reventar el bolso — se queja susurrando.
Yo río suave:—No pasa nada, Mar, te juro que he pasado comida desde siempre.
—Yo igual — me contesta —, pero en estos momentos es muy notorio — mira para el lado donde escanean las entradas —, ay nos van a pillar — susurra para ella.
—Hey — tomo su barbilla con mis dedos para poder mirarla —, no pasará nada — se me escapa una risita.
Sus ojos oscuros se anclan a los míos:—¿Seguro?, ¿100%? — asiento.
La Mar se muerde el labio:—Ah ya fue, total no nos pueden revisar — suspira.
Vuelvo a reír:—Me caes bien, Mar.
Ella me mira:—Yo también me caigo bien — me guiña el ojo.
Yo río a carcajadas:—Te pasai'.
Avanzamos en la fila, la niña nos escanea las entradas y nos da la sala. Caminamos hasta esta y ubicamos nuestros asientos.
—Viste que no pasó na' — le digo.
—Shhh, cállate ya va a empezar — me contesta mirando hacia la pantalla a pesar de que las luces están aun prendidas. Intenta sonar sería pero una sonrisa se le escapa de los labios.
Yo sonrío.
—¿Austin? — susurra después de unos segundos.
Yo giro mi vista hacia ella:—¿Sí?
Ella suspira y blanquea los ojos:—También me caes bien.
Se me hace imposible no sonreír:—¿Sí? Yo también me caigo bien.
—Uy que erí copión — molesta.
Las luces se apagan y yo le doy una última repasada a su perfil antes de mirar hacia adelante y poner mi atención en la pantalla.
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Cuando dejemos de sentir miedo
Romance¿Enamorarte de la mina que encontraste llorando porque no la dejaron tomar un ramo? chilensis, borrador [2023]