Mar🌷—¡No! — exclamo mientras me río a carcajadas —. ¡Maldito tramposo, te odioooo!
El Austin se ríe mientras intenta sacar el joystick de mis manos.
Después de haber conversado un rato, decidimos ponernos a jugar Mario Kart en la Switch del Austin.
Voy perdiendo.
—¡Eri muy mala! — me mira fijamente.
—¡Tú eri el tramposo! — le sostengo la mirada.
—Uh-uh — niego con su cabeza, intentando ocultar una sonrisa la cuál causó un efecto en mí más de lo que me gustaría admitir.
Dirigo mi vista a la pantalla nuevamente y en cosa de segundos, el auto del Austin llega a la meta en primer lugar...
Por décima vez.
Suelto un suspiro molesto y blanqueo los ojos.
—Eres muy mala perdiendo, corazón — me sonríe nuevamente.
Se me revolvió todo.
La puerta de la pieza se abre y la abuela del Austin se asoma por esta con una bandejita de galletas y dos vasos de jugo.
—Son galletas salidas del horno — Nos dice —, disfrútenlas — sonríe.
Y a mí se me derrite el corazón.
—Gracias — le entrego una sonrisa.
—No es nada, cariño — contesta.
Vuelve a salir de la pieza, yo me inclino y tomo un vaso de jugo.
—Tu abuela es un amor — confieso.
—Claramente saqué su encanto — molesta el Austin.
—Ya quisierai.
—¿Estai diciendo que no tengo ningún encanto, corazón? — hace puchero.
Arrugo la nariz y niego divertida.
—No mientas — dice comiendo una galleta —. Claramente tengo un encanto.
—Cree lo que querai' — lo miro y se me escapa una risa.
El Austin me observa unos segundos y luego ladea su cabeza:—Gracias por haber venido.
Paso mis manos por mis pantalones como si intentara calmar mi nerviosismo.
—No tienes que agradecer — digo con sinceridad —. Sólo me preocupé porque no sabía nada de ti y escuché al Daniel. Y sé que no nos conocemos hace tanto, pero eres mi amigo y en este tiempo que hemos compartido has logrado hacer que te considere dentro de mi grupo cercano...
—Corazón, claro que te tengo que agradecer — me mira —. Siempre tuve solo a mi abuela y al Dani. Ahora conocí a la Sofi y el universo te mandó a tí...
Me muerdo el labio y pellizco suavemente los cueritos:—Ahora también me tienes a mí, Austin — confieso —, y de mí no te vas a deshacer fácil.
—No pienso hacer eso, corazón — sonríe —, porque tú tampoco te vas a deshacer de mí.
🌷🌷🌷—Me quiero llevar al Doki — confieso haciéndole cariño en la cabecita.
El Austin me mira para luego darme una sonrisa:—No dejaré que te lo lleves — bromea.
—Oh — hago puchero. Me acerco a la orejita del Doki —, entonces te voy a robar — susurro.
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Cuando dejemos de sentir miedo
Romance¿Enamorarte de la mina que encontraste llorando porque no la dejaron tomar un ramo? chilensis, borrador [2023]