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Austin🌷
El Mati abre sus regalos y se emociona cada vez que los ve; le da las gracias a sus amigos y cuando abre el mío corre a abrazarme.
—¡Gracias por la figurita! — dice sonriendo y vuelve con sus amigos.
Giro sobre mis talones y me encuentro con los ojitos de la Mar, observándome con adoración.
Y a mí se me disparan las mariposas.
Sus ojitos subes a los míos y sus mejillas se tiñen de un rosa suave, haciendola ver adorable.
Me acerco a ella y me inclino para darle un beso en su mejilla.
Ella ríe tiernamente y me abraza por el cuello, mis manos van a su cintura.
—Gracias por venir y por haber sido parte de todas las sonrisas que ha entregado hoy el Mati — dice tiernamente.
El corazón me late fuerte en el pecho y estoy segura de que ella puede sentirlo.
Y por primera vez no me aterra; porque quiero que la Mar tenga todo lo bueno en el mundo, quiero que sea feliz, que siempre sonría y yo estoy dispuesto a entregarle eso, aun así yo salga lastimado.
Porque estoy casi seguro que me estoy enamorando y no pienso dejar de sentirme así cuando se trata de ella.
—Tu también estas sonriendo — sus ojos brillan —. Quiero verte así toda la vida, corazón.
Su sonrisa se expande aún más y es como si fuera que el pecho me va a explotar.
La Mar acaricia mi pelo:—Tu eres una gran razón por la que estoy así — murmura —. Y yo también quiero verte feliz, Austin. Porque lo mereces y eres maravilloso.
Se me forma un nudito pequeño en la garganta que intento ocultar.
Y quiero contarle lo que ha pasado en la mañana en la casa, pero hay algo que me lo impide. No porque no tenga la confianza de hacerlo, sino porque verla feliz es una de las mejores cosas que he podido experimentar.
No pienso arruinar eso.
Me inclino y acaricio mis labios con los de ella, esperando que logre sentir todo el amor que siento por ella.
La Mar se aleja rápido al escuchar que el timbre suena.
—¡Yo voy! — grita la Mila pasando por el lado de nosotros, mientras le guiña el ojo a la Mar.
Ella ríe y se da vuelta en mis brazos, apoyando su espalda en mi pecho y mis brazos en sus hombros. Caminamos a la cocina así y ella saca unos dulces de las bandejas que están en el mesón; con sus manos dirige uno a mi boca y yo lo recibo.
La Mar ríe cuando se separa de mi y limpia mi cara con sus dedos:—Teni azúcar flor.
—Sacamela a besos mejor — la molesto.
Ella ríe a carcajadas:—Sueña — dice con sus mejillas levemente rosadas.
Y cuando estoy a punto de inclinarme para besarla de nuevo, la Mila entra a la cocina.
—Mar — ambos nos dirigimos a ella y vemos su expresión de preocupación y quizás hasta un poco de miedo.
—¿Qué pasó, Mili? — pregunta la Mar, preocupada.
Los ojos de la Mila se cristalizan e intenta mirar a otra parte.
—¿Mila? — susurra la Mar.
Las lágrimas de la Mila corren por sus mejillas:—Apareció el papá del Mati — susurra —. El Gabriel.
🌷
les juro que escribir a la Mar y al Austin en este capítulo me llenó el alma♡
sé que es cortito, pero sentía que debía terminar ahí.
disfruten<3
pd: el austin enamorado es la cosa más linda del universo.
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Cuando dejemos de sentir miedo
Romance¿Enamorarte de la mina que encontraste llorando porque no la dejaron tomar un ramo? chilensis, borrador [2023]