Nueva York, no podía dejar de pensar lo mismo una y otra vez y mirando por el gran ventanal de su loft en el Soho meditaba sobre muchas cosas, pensó en el clima tratando de alejar los demás pensamientos pero el clima estaba insoportable y le recordaba mucho al clima de Seattle, aunque aquí hacia más frió, pero ahí iba otra vez por más que quería pensar en otra cosa, caía en lo mismo, por más que trataba de no pensar le rondaba una y otra vez el mismo pensamiento , "La llamada de su jefe"
Desde que su jefe el señor Cedex la llamo y le hicieron una propuesta que no se esperaba, mejor dicho que le hizo su jefe debido a su excelente trabajo que había hecho en la editorial. Donde logro forjarse de un puesto lucrativo y en acenso en una de las mejores editoriales de Estados Unidos, debido a su esfuerzo y empeño. Pero eso no era todo, se sentía entre la espada y la pared, sentía que estaba en una disyuntiva sabía que las puertas de Random House Editorial siempre estarían abiertas, pero su jefe es amigo personal de Ross la segunda al mando en GEH, este se había reunido con Ross semanas antes, había hablado con el Sr. Cedex y le pidió ayuda. Había pedido que le enviaran un asesor o un editor de excelente conocimientos en el tema y de ser posible de entera confianza. Ross había recurrido a su amigo debido al desastre que estaba pasando en Grey's Independent Publishing, eso era lo que le había informado Arthur Cedex y no lo podía creer, el Sr Cedex la iba a llamar a ella, para reunirse y hablar directamente con Ross y tenía que ir a Seattle y evaluar la compañía de publicidad. Y eso no le gustaba para nada. Y eso era lo que la tenía tan pensativa. Y aquí estaba yo, no dando crédito a lo que me pedían, la simple e insignificante...
Anastasia Steel...
Quien se iba imaginar que después de todo lo que tuve que pasar y vivir en esa misma ciudad iba a regresar como lo que soy una exitosa editora, conocedora del tema editorial y con una amplia experiencia en cuanto a manejo de editoriales se refiere, asesora de ediciones a gran escala, con su propio cartel de escritores que solamente aceptaban el manejo de sus manuscritos si era ella, la misma Anastasia quien llevara sus cuentas, quien fuera la que corrigiera y diera el visto bueno o simplemente les dijeras sin miramientos que tenían que reescribir el manuscrito. Pero ahora regresaba nada más y nada menos que con un puesto en Grey's Independent Publishing como editor en jefe, por los momentos, la misma empresa que le trajo tanto sufrimiento, la misma empresa que en cierto modo la destruyo o la llevo por ese camino oscuro. La empresa estaba pasando por un desastre financiero, debido a que muchos de los escritores y editores alternos se han ido retirando de la compañía debido al mal trato que le han dado los jefes y editores que estaban gerenciando la compañía, después de la renuncia de Jerry Roach por problemas de salud, Rebecca Thomson había tomado su lugar y haciendo que GIP cambiara drásticamente, sus empleados eran tratados mal y muchos habían renunciado, en lugar de estos, Rebecca contrato personal sin experiencia. Para cuando El megalómano Señor Grey se dio cuenta y de que los editores se habían retirado de manera radical, era demasiado tarde había que buscar personal calificado... Bueno eso era lo que le había dicho Ross entre tantas cosas cuando la visito en su oficina, pero ahora debía de pensar de manera profesional y no pensar en...
-Amor, buenos días- le dijo tomándola por lo cintura y dándole un beso en la cien-Que le pasa a mi chica, que esta tan pensativa- la beso con ternura y la llevo hasta el sofá. Ana lo abrazo de manera posesiva reclamando su beso
-¿Cariño, cuando llegaste?-respondiendo al beso, Ana estaba sentada en su regazo atenta a los mimos que le daban.
-Llegue apenas hace unas horas-poniéndole un dedo en los labios, antes que Ana fuera a responder-Ya sé que querías ir por mí al aeropuerto pero no podía esperar yo lo único que hice fue venir para acá, solo quería llegar a casa-Ana le dedico una de sus mejores sonrisas.
-Entonces voy a prepararte un relajante baño y algo de comer, para que descanses-dándole otro beso y acariciando su rostro, diciendo esto se fue a levantar y fue arrastrada de nuevo hacia el sofá.
-Lo único que deseo horita son tus caricias, quiero hacerte el amor, dormirme en ti, Ana, es todo lo que quiero además sabes que debo de aprovechar estos momentos contigo y si ya sé que...-Ana no lo dejo terminar se levantó lo jalo por una mano atrayéndolo hacia su cuerpo y se lo llevo a la habitación donde dieron rienda suelta a sus cuerpos y sus necesidades más íntimas...
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50 Sombras ... de Mentiras, engaños, Humillación y Amor (En Renovación)
FanfictionAnastasia Steel... Quien se iba imaginar que después de todo lo que tuve que pasar y vivir en esa misma ciudad iba a regresar como lo que soy una exitosa editora, conocedora del tema editorial y con una amplia experiencia en cuanto a manejo de edito...