CAPITULO XCIII

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Hola chicas regrese, si se que ha pasado mucho tiempo desde la ultima publicación pero créanme no publicar me ha tenido muy mal, la urbanización donde vivo fue victima del hampa y se robaron los cables del tendido telefónico, por lo consiguiente nos dejaron sin servicio de teléfono e Internet, pero aquí me tienen de vuelta, les haré un pequeño maratón... besos un abrazo desde Venezuela
PD: Las que me leen en la otra pagina tendrán que esperar un poco ya que no se que pasa que no me quiere abrir.


Anteriormente...


-Déjate llevar nena, entrégate al placer y disfruta, vamos córrete para mi déjame sentirlo, déjame sentir como tus pliegues se aferran a mí- Ana se concentró en el placer que sentía y complació a Christian, que la apretó más hacia él. Ana se corrió, Christian espero solo unos segundos y sin esperar a que el desbocado corazón de Ana se calmara Christian, giro sus cuerpos y Ana quedo tendida encima de Christian, Ana sonrió y lo miro traviesa, aun con el sosiego que le producía el orgasmo y su respiración entrecortada la morena quería darle más, sabía que Christian tenía que correrse- lista para una más- le dijo con la voz ronca por el deseo, Ana asintió y no duraría mucho pero el necesitaba liberase, Ana empezó a moverse de manera acompasada al igual que Christian para luego dar paso a unos movimientos más rápidos pero certeros haciendo que su hombre lograra liberar su cuerpo, estallara para luego hacerlo ella, dejándose caer en el pecho de Christian. Este la acomodo junto con él, saliendo de su interior con sumo cuidado y la acomodo en su pecho- Duerme un rato nena ya hablaremos más tarde, luego de descansar.

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Seattle, en alguna parte de la ciudad

-Rick- lo llamo Rebecca, que se encontraba acostada en la cama, de reposo como recomendaron los especialistas- ¿Qué vamos hacer?- le decía casi al borde de las lágrimas, Rick la miro, con ternura, sabía que estaba delicada por su estado y la situación se les había salido de las manos gracias a David Adams.

-Aun no lo sé mi amor, solo quiero que tú no te preocupes por nada le hace daño al bebe- le decía Rick mientras le acariciaba el abdomen, ganándose sentir las patadas de su bebe- hola mi campeón, soy papi ya pronto estarás con nosotros- Rebecca sonrió ante las palabras del hombre.

-Quiero que esto se solucione Rick, el maldito de David se fue con todo el dinero y la zorra esa- decía la mujer molesta.

-Ya verás que todo va a pasar Becky solo necesitamos que la policía se tranquilice y escapamos por la frontera rumbo a Canadá, ya al estar allá todo será más fácil, con lo que nos quedó del dinero buscaremos la manera de vivir los primeros meses, mientras consigo algo y busco la manera de vengarme de Grey y de Adams- Rebecca lo miro extrañada.

-Quiero terminar de llevar mi embarazo en paz Rick, hazlo por él bebe, por favor, además te dije muchas veces que no confiaras tanto en David, porque sabía que tarde o temprano nos traicionaría- le decía Rebecca tocándose el abdomen- y te empeñaste en hacerlo, ahora resulta que él se fue para Republica Dominicana, y nos dejó con toda las culpas.

-Te estas volviendo una blandengue Rebecca, ¿¡Es que ya no te importa nada!?- decía este subiendo la voz, Rebecca lo miro- antes quería que matáramos de ser posible Christian Grey y ahora te da exactamente lo mismo- Rick estaba enojado.

-Eres un estúpido Richard, claro que si me importa, pero en estos momentos me importa más la vida de mi hijo que cualquier otra cosa, crees que si voy a parar a la cárcel podre darle un hogar a mi hijo, que este bebe, nuestro hijo- decía haciendo énfasis en estas palabras- será feliz en hogar de acogida, cuantas veces no te dije lo de David, sabía que procedería así, el traía el historial de otra compañía y tú no me prestaste atención, no se siquiera que pensabas, si me hubieras hecho caso en lo de Christian y en lo de David no estaríamos aquí, nosotros nos estaríamos dando la gran vida como Adams en alguna isla tropical- Rick torció el gesto- pero ahora resulta que todo es mi culpa- dijo la mujer y rompió en llanto, Rick la miro perplejo, y ahora que "pensó Rick" que hice para que llorara así.

50 Sombras ... de Mentiras, engaños, Humillación y Amor (En Renovación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora