50 Sombras ... de Mentiras, engaños, Humillación y Amor (En Renovación)

CAPITULO XX

Anteriormente...

-Cooper- dijo este- Hey Elliot, si estamos aquí todavía- decía el rubio hablando por teléfono- si claro como en una hora salimos al hotel... Ok no hay problema... Si tranquilo yo te aviso... Gracias Elliot.- hasta que por fin iba a cambiarse para su apartamento, una de las herencias de su gran padre y que nunca quiso vender a pesar de las insistencias de su madre- Ana- dijo este al entrar en la oficina con una sonrisa- ya nos podemos cambiar cielo...

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Como era de esperarse Ana estaba feliz, al fin se cambiarían, ya estaba cansada del hotel, necesitaba su intimidad, de poder llegar a la comodidad de un hogar en donde su hija jugara, gritara o riera jugando y no molestar a los inquilinos, en el piso todos estarían más cómodos, mientras que Brad hablaba con Elliot e iba a decirle a Ross que ellos se iban, Ana estaba guardando los últimos datos del escritor que estaban revisando, creo un folder, para seguir revisando la gran lista que tenía por delante, ya había varios escritores que no concordaban con los datos que tenían, podría ser por dos cosas: los datos estaban errados por mala transcripción o los datos eran falsos y con esto estaban sacando una tajada de dinero de GIP, debía tener cuidado, pero sobre todo era un tema delicado que para hablarlo con Brad por ser el asesor financiero y a Christian por ser el dueño de la editorial. Con Brad no tendría problemas, él siempre ha sido un hombre tranquilo, pero Christian, eso sí era otro tema con su carácter era capaz de ir patearle el culo a quien sea y cortar cabezas sin importarle que cayera quien cayera, termino de cerrar y guardar los cambios, cuando vio otro folder que le llamo la atención, este decía "Mi Ana" miro hacia la puerta y como vio que nadie venia, lo abrió, todo lo que vio le llego al alma de una u otra manera, eran los e-mail que se habían mandado entre ellos, fotos de todo tipo de ella y de Christian, las de José también estaban ahí en varios planos, escuchó unos pasos y cerro el folder ya tendría otra oportunidad, ahí habían fotos que jamás había visto, fotos que tenía ella en el móvil que Christian le había regalado y que ella dejo olvidado en el apartamento que compartía con Kate.

-Anie, ¿estas lista?- decía el rubio- ya llame a Val y le dije que preparara ella y a mi princesa.

-Si ya estoy lista- decía Ana levantándose después de apagar la Mac- Vamos a buscar a Val y mi niña para ir directo al Ático, ya quiero ver como quedo, además de hacer la lista de que hay que comprar. Brad empezó a reír, la tomo de la mano y la abrazo mientras caminaban hacia el ascensor.

-Por dios cosita, ya quiere ir a desvalijar el supermarket- decía este riendo- vámonos a buscar a ese par y ya después que inspecciones todo el lugar, te vas con Val y Maddy a comprar todo lo que quieras, mientras tu vas a divertirte – decía este con cara de cachorrito abandonado, falsamente herido-este pobre e indefenso hombre va y carga esas pesadas maletas y todo el equipaje que está en el hotel y lo lleva hasta el ático. Ana reía sinceramente, Brad a veces sacaba cada ocurrencia.

-Ahora tú, mi pobre e indefenso hombre, llévame a dónde está mi hija- le decía la morena riendo- para poder ir a nuestro nuevo hogar y ahí si podrás irte a cargar las pesadas maletas para llevarlas a su nuevo destino.- Ni bien salieron de Grey House, ambos se fueron hasta el parking, se montaron en el vehículo se fueron rumbo al hotel, ya Val tenía todo recogido y estaba lista para irse.

-Val, ¿Están listas?-Le decía Ana al entrar en la habitación del hotel.

-Claro Ana estamos listas, solo falta que agarre el bolso de Maddy con las cosas de ella para tenerlas a la mano mientras acomodamos- decía la mujer emocionada.

-¿En dónde está mi princesa Val?- decía Brad metiendo unas bebidas que había comprado y las tenía en el pequeño refrigerador del bar de la habitación.