50 Sombras ... de Mentiras, engaños, Humillación y Amor (En Renovación)

CAPITULO LXXVIII

Maraton.. 2/3

Anteriormente...

-Agradezco tu franqueza Jasón y tienes razón, y no te preocupes eso no volverá a pasar- decía Christian, pensando en que quería terminar con Sam lo antes posible- Ahora ve y descansa, Gail te necesita, le debe de doler la cabeza, prepárale o llévale algo tu sabrás, y le dices que no hay necesidad de que se levante mañana temprano- Taylor asintió y se fue a retirar. Christian miro la puerta cerrarse al salir el guardia y lo menos que quería era ir a dormir a su habitación con Samantha, así que hizo lo que mejor que sabía hacer, se dispuso a trabajar, reviso toda la correspondencia atrasada, correos electrónico de varias compañías internacionales, el informe escueto de lo poco que había avanzado los auditores en GIP, y otros más que le había mandado Ross, hasta que vio uno que le había mandado Morgan donde le ajuntaba una foto de una niña un poco más pequeña que Maddy, Christian cerro los ojos, aún faltaba por confirmar lo que Morgan le decía...
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Múnich, Alemania

-A levantarse dormilonas- decía Orson que después de un maratón de películas que se habían echado Mely, Lizzy y el, e la pequeña sala que estaba fuera de los cuartos- vamos levántense que hay que ir acomodando todo lo que nos llevamos de viaje, hacer la lista de las cosas que les falten- decía Orson entre divertido y serio por no poder quedarse ahí con ellas.

-Necesito un IPod, donde pueda leer y escuchar música- decía Lizzy sonriendo inocente, como la niña que era, Mely volteo a ver a su hermana regañándola con la mirada.

-Esas cosas no son necesarias Elizabeth, además no puedes malgastar dinero- Orson rio- Orson no te rías, Elizabeth no puede tener uno de esos aparatos deben de ser costosos- el rubio negó con la cabeza.

-No cuestan tanto, además si Lizzy quiere uno no veo el problema- Mely rodo los ojos, gesto que miro Orson- hagamos algo, como aún no sabemos dónde viviremos permanentemente, si aquí o en Londres, entonces compraremos dos IPod Toch uno para ti- decía abrazando a Mely y dándole un beso en la punta de la nariz- y otro para Lizzy, pero- el rubio alzo un poco la voz- no quiero que estés descargando basura para leer, si vas a leer que sean buenos libros y si vas a escuchar música Lizzy- decía abrazando a Mely y mirando a Lizzy- escucharas música que no te incite a la violencia, el sexo o las drogas- ambas mujeres quedaron perplejas- así que ahora si voy a darme una merecida ducha, creo que tengo sesos pegados de tanto zombi que vi morir anoche- Orson le dio otro beso a Mely pero este algo más apasionado, se apresuró en arreglarse porque tenía que ir a la oficina, por suerte el problema estaba casi solucionado con la gente del sindicato, al darle un bono aparte para alimentos y otros para gastos médicos, aparte de un porcentaje en el aumento salarial, los trabajadores habían dejado la huelga y habían aceptado sin problemas. Ahora que eso estaba solucionado, este solo pensaba una cosa que aún le extrañaba de sí mismo y era que las ganas de ir a Seattle a molestar a sus hermanos y fastidiar a Anastasia de habían esfumado "pensó Orson mientras entraba a la ducha", si no fuera por las insistencias de mi padre me olvidaría de todo y de todos mandándolos a la mierda y si algún día Melissa se cansaba de mí y me deja, ahí si regresaría a fastidiar...

Seattle, Ático de la Tower (la mañana siguiente)

Ana sentía como le daban besos en su frente y mejilla derecha, por unos segundos pensó en Brad, pero se conectó con la realidad y se dio cuenta que aquellos besos eran de su consentida...

-Mami... mami...- decía Maddy casi en susurros a medida que besaba el rostro de Ana, tratando de despertarla y dándole suaves toques con su manita. Ana abrió los ojos tratando de incorpóralos a la luz y se dio cuenta que estaba aún oscuro, no era raro que su niña se despertara a mitad de la noche por agua o por un poco de leche porque le daba hambre.