50 Sombras ... de Mentiras, engaños, Humillación y Amor (En Renovación)

CAPITULO XXXIV

Anteriormente...

-Perdón no fue mi intención despertarlos pero es que hoy me acorde de ciertas cosas que quiero borrar de mi memoria- Brad la comprendía al igual que las otras mujeres- por suerte Maddy se tranquilizó rápido y pidió a su mama Val la llevo y le trajo a Ana un Te para que se terminara de tranquilizar...
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El martes amaneció nublado, tanto como el ánimo y el humor de Anastasia que no había dormido mucho, sino que estuvo dando vueltas en la cama, se levantó varias veces y cuando ya no podía más se fue a la cocina por un Té, lloro en silencio, como otras tantas noches que había pasado por lo mismo, quiso albergarse en los brazos de alguien que solo la dejara llorar y no tratar de calmarla, pero eso no se podía, ella no podía someter a Brad otra vez a esto, se pondría a preparar pan eso la haría soltar el estrés además ni siquiera había amanecido aun. Después de amasar, mejor dicho de golpear la masa, preparo algunos panes rellenos y algunos tipo bollo, prendió la cafetera, preparo el desayuno y luego de dejar listos los huevos revueltos, la mezcla hecha para unas torticas y el tocino en la grill con la llama muy bajita se fue a darse una ducha rápida cuando salió de la ducha vestida solamente con su bata de paño ya su niña la esperaba sentada en la cama con su dedito metido en la boca, la tomo en brazos y salió de la habitación.

-Vamos mi consentida, mami te va a dar de comer- Maddy se acomodó en el cuello de su madre, todavía mi niña como que está cansada, pensó Ana- ¿quieres cereal y fruta? O prefieres torticas.

-Totica, futas- decía Maddy a la vez que su madre la sentaba en la trona, a los pocos minutos salió Val y más atrás Tiff, estas miraron con extrañeza Ana, se veía que no había dormido mucho.

-Buenos días- dijeron Val y Tiff al mismo tiempo.

-Buenos días- contesto Ana- ya el desayuno está casi listo, así que pueden sentarse.

-Ana ¿estás bien?- le pregunto Val que la veía agitada.

-Estoy bien Valerie, no te preocupes- la mujer se sorprendió, ella nunca le decía Valerie. Cuando Ana estaba terminando las tortitas para Maddy a las que le había puesto trozos de bananas, apareció Brad, como si nada, es que el sí durmió toda la noche.

-Buenos días chicas- decía el rubio sonriente, le dio un beso achuchón a Maddy y esta empezó a reír y después se acercó a Ana que estaba picando unas fresas para su niña- hola Anie ¿Cómo te sientes?- dijo este algo preocupado al ver el semblante de Ana, le dio un beso en los labios y se sento.

-Estoy bien Brad, no te preocupes, ¿Vas a desayunar?- le dijo esta, que preparaba el plato de Maddy, le coloco dos tortitas pequeñas, trocitos de fresas bañados con miel y unos puntos de nata en forma de ojos y boca, la niña aplaudió al ver su plato, por suerte había sacado el apetito de Brad y no el de ella. Comieron en silencio, si algo habían aprendido en el tiempo juntos era que cuando Ana estaba así no era de hablar mucho, cuando la morena termino de comer se levantó como autómata y se fue a su cuarto, ya se había duchado pero lo volvió hacer eran cosas que hacía de manera robótica se sentía sucia al recordar al asqueroso de Jack. Se colocó una falda tubo gris oscuro con una camisa negra de botones, zapatos negros altos, no le dedico mucho a su cabello eso era perder tiempo, cuando el amanecía reacio de agarrar forma no había manera de hacerlo quedar bien. Cuando salió Brad aún estaba en la barra conversando con Tiff que se veía que saldría de nuevo.

-Ana vas a trabajar- le pregunto Tiff, Brad y Val que estaba terminado de limpiar todo voltearon a verla, Maddy aún estaba en su trona pero ahora tomaba su bebida a base de vainilla.

-Si, por supuesto- decía está frunciendo la mirada- no veo porque no hacerlo, a pesar de lo de anoche estoy perfectamente bien- decía esta que aunque sonara convincente su rostro cansado decía otra cosa, cuando Ana fue a salir Brad la detuvo.