Capítulo 36: Cansada de la rutina

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Seis años y unos meses más tarde

POV T/N

Hoy es el cumpleaños de Wanda, y ha decidido celebrarlo en un hotel lejos de casa, cerca de la playa.

Yo pensaba que querría estar sola, lleva unos días actuando extraño y quizás necesitaba solamente tiempo para ella ya que lleva todo este tiempo cuidando de los niños y yo también cuando podía cuidaba de ellos o simplemente estaba en el trabajo. Pero ella dijo que quería que yo la acompañase.

Todo este tiempo se lo hemos dedicado a la familia y ahora que va a cumplir cuarenta, pues quiere relajarse en un spa, estar en la playa y básicamente no pensar en nada ni nadie.

Estábamos de camino, era un viernes al atardecer, mañana sería su cumpleaños e íbamos a pasar todo este fin de semana juntas, Thor y Pietro se turnarían para encargarse de los más peques de la casa, ya que mis hijos Pietro y Leo, son lo bastante grandes para encargarse de ellos mismos.

Después de un tiempo, nos encontrábamos en el ascensor, con la maleta de cada una para dirigirnos a la habitación.

-Oye, ¿Estás bien?-Pregunto a Wanda por no sé cuántas veces en el día.

-Si, estoy bien, deja de preguntármelo ya-Dice rodando los ojos.

En ese momento se abren las puertas del ascensor y ella es la primera en salir hacia la habitación.

Llegamos a la habitación, deja la maleta al lado del escritorio para acostarla en el suelo y después abrirla, sacando su ropa interior y una camisa ancha.

-Iré a ducharme-Dice mientras se dirigía al baño.

-Pero espera, ¿Por qué sacas tu ropa de dormir?, ¿No iremos a comer algo al restaurante que hay aquí al lado?-Pregunto confundida.

-T/N, estoy muy cansada, ahora mismo no tengo ganas de arreglarme para salir, pediremos el servicio de habitaciones-Dice después de soltar un gran suspiro.

-Vale, está bien, me encargaré yo de eso, dúchate tranquila y disfruta-Digo buscando con la mirada el teléfono, viéndolo enseguida en la mesa de noche.

Su respuesta fue un tarareo mientras entraba al baño.

Unas horas más tarde ya nos encontrábamos en la cama, yo sentada con mi teléfono, escribiendo mensajes a Pietro para asegurarme de que todo iba bien en la casa y su respuesta fue: "Cuñada, céntrate en mi hermana y dale lo suyo, que está muy amargada últimamente".

Me quedé sin saber qué decirle, solamente pude girar mi cabeza hacia ella que estaba leyendo un libro tranquilamente.

Apagué el teléfono y lo dejé en mi mesa de noche.

-Estaba pensando que quizás pues, querías celebrar por todo lo alto tu cumpleaños y que estuviésemos haciéndolo para cuando sean las doce-Digo inocentemente con mi mano acercándose a su muslo y finalmente dejando caricias en él.

-Me está doliendo la cabeza, mejor vamos a dormir ya-Dice cerrando el libro y dejándolo en su mesa de noche.

A continuación apaga la luz de la lámpara de su mesa de noche, no quedándonos a oscuras gracias a la lámpara de mi mesa de noche.

-Buenas noches-Dice acostándose en la cama girando su cuerpo al lado opuesto al mío.

-Hey, no, no, está bien, se acabó esto que estás haciendo-Digo mirando para ella.

-¿De qué hablas?-Pregunta ella confundida girando su cuerpo hacia a mí.

-De cómo estás actuando Wanda, ni si quiera me has dado un beso hoy, ni con los niños y tampoco con tu mellizo te despediste bien, solamente con una cara seria todos estos días y pasando de todo el mundo, dime la verdad, ¿Qué es lo que está pasando?-Digo seria sentándome en la cama y cruzando los brazos.

-No lo sé T/N, no lo sé ni yo-Dice sentándose en la cama.

Enseguida esconde su rostro con sus manos y al poco tiempo se la escucha sollozar.

-Hey, ven aquí-Digo acercándome y con mi brazo rodeando su cuerpo la acerco a mí, poniendo su cabeza en mi pecho.

-Algo te está pasando Wanda, y de verdad que quiero ayudarte-Continuo acariciando su pelo.

Ella se separa de mí y seca con sus manos las lágrimas que estaban en su rostro.

-Lo siento, creo que llevo guardando estas ganas a llorar desde hace tiempo y ya no pude resistirlo más-Dice antes de suspirar.

-¿Por qué lo llevas aguantando?-Pregunto confundida, agarrando su barbilla con mis dedos y girando su cabeza hacía a mí.

-Por los niños, sabes que mayormente estoy con ellos y no quería que me vieran así, tampoco quería que me vieras tú...-Dice con voz temblorosa mientras yo me encargaba de limpiar su rostro.

-Cariño, nos hemos visto de todas las maneras posibles, no deberías ocultar lo que sientes o, en este caso, no deberías de dejar tus ganas de llorar de lado, eso después es peor, necesitas desahogarte-Digo sonriendo triste.

-Lo sé, lo siento-Dice con sus manos quitando las mías de su rostro y entrelazándolas.

-No me pidas perdón cariño, todo está bien, y dime, ¿Por qué estás así?-Digo antes de acercar una de sus manos a mi rostro y dejar un beso en sus nudillos.

-Creo que simplemente estoy bastante cansada de la rutina en la que he convertido mi vida y encima dentro de unos minutos tendré cuarenta años T/N, sigo asimilándolo aún-Dice agachando la mirada.

-Lo entiendo mi amor, quiero decirte que si tú necesitas hacer unas escapadas de estas por ejemplo, quedarte en algún hotel, incluso ir de acampada, lo que sea, para quizás hacer algo nuevo, pídemelo y yo te lo organizo todo, para que tú no tengas que preocuparte de nada, si quieres ir sola, yo me encargaré de los niños, lo que sea que quieras, pídemelo y haré lo que pueda-Digo poniéndome cerca de ella con mis manos en su muslo y mirando para su rostro que poco a poco fue volviéndose alegre.

-Tengo tanta suerte contigo-Dice poniendo una de sus manos en mi rostro, su pulgar en mi pómulo me hace caricias suavemente.

-Pero no, no quiero hacerlo sola, prefiero hacer unas escapadas como éstas contigo, con el amor de mi vida-Continua diciendo mientras sonríe.

-Lo que usted diga-Digo sonriendo.

Enseguida ella se acercó a mí y nos dimos un beso que llevaba bastante tiempo deseando, siempre ella evitaba todo tipo de contacto físico.

Después de poco tiempo, quería separarse pero con mis manos en su rostro la empujaba hacia a mí, no permitiendo que se alejara de mí.

Ella dejaba golpes leves en mi hombro y me separé del beso mientras sonreía.

-No te puedo dejar ni un poco de chance, te doy la mano y enseguida me agarras el brazo-Dice burlándose.

-Yo a ti te agarraría mucho más que el brazo-Digo rápidamente sentándome encima de ella mientras sonreía

-¡Pero T/N!-Dice sonriendo y a la vez sorprendida.

Giré mi mirada para el reloj de la mesa de noche y enseguida pude ver cómo eran las doce en punto.

-Feliz cumpleaños amor de mi vida-Digo cerca de sus labios y mirando para sus ojos.

Ella selló nuestros labios en un beso, yo sonreía en el beso mientras ella con sus manos en mi cintura dejaba algunas caricias debajo de mi camiseta.

Cuando nos separamos, puse mis manos en su rostro, bajé poco a poco dejando algunas caricias con mis dedos y cuando ya iba a llegar a sus pechos, pone sus manos en mis muñecas y levanta mis brazos.

-No era mentira lo de que estaba cansada y que realmente no quería hacerlo-Dice antes de dejar un beso en la palma de mi mano.

-Ah, vale, pues entonces te dejaré descansar-Digo cambiando mi posición a estar sentada al lado de ella.

-Pero mañana no te me escapas-Dice girando su cabeza hacia a mí y sonriendo.

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