Un nuevo comienzo

Capítulo 54: Perdóname

POV T/N

Después de un tiempo estaba sentada en el sillón de una persona que estaba enfrente a la ventana, mirando hacia el exterior mientras escuchaba de fondo la fiesta que había en el interior del palacio.

De repente, golpean la puerta de la habitación mientras la abrían.

-¿Puedo pasar?-Escucho la voz de Wanda suavemente.

-Haz lo que quieras-Digo sin apartar la mirada del exterior.

Escucho como entraba a la habitación y cerraba la puerta detrás de ella.

-Quería hablar contigo-Dice mientras se acercaba.

-Muy bien, hablemos-Digo mirando para ella que se sentaba en el sillón que había justo al lado.

-Sarah me hizo razonar y Jasmine me contó lo que pasó-Dice calmada.

-Increíble, ¿No?, que una niña de esa edad te haga razonar a ti, que se supone que deberías tener más razonamiento que ella-Digo después de reírme sarcásticamente.

-Escúchame T/N, sé que actué mal, pero entiéndeme, yo al ver eso, al ver como le pegabas un puñetazo a ese hombre delante de nuestra hija, pensé que iba a volver esa T/N que no actúa con razón, sino la que lastima solo por dejarse llevar por la ira e incluso delante de nuestra hija, ella no debía ver eso-Dice desesperada.

-Yo hablé con ella después Wanda, ella lo entendió perfectamente y sino fue así, hablaré con ella las veces que haga falta y le haré entender que tampoco debí comportarme así, pero no pude no hacerlo al escuchar como incluso delante de mi hija ese hombre hablaba tan mal de mi difunto padre e incluso amenazaba a mi hermano solamente porque mi hermano no quiso ascenderle-Digo poniéndome de pie y empezando a enfadarme.

-Y que después tú te atrevieras a tratarme así delante de ellos sin ningún motivo porque yo lo único que quería era hablar con ellos, yo lo siento pero simplemente no sé qué mierdas tenías en la cabeza-Digo dándole la espalda.

Enseguida siento como camina hacia a mí, poniendo sus manos en mis hombros.

-Pensé que los ibas a agredir-Dice casi en un susurro.

-¿Cómo voy a hacer yo eso a mis hijos Wanda?, no me atrevería-Digo dándome la vuelta hacia ella.

-Perdóname T/N-Dice poniendo sus manos en mi rostro.

Enseguida se acerca a mi rostro queriendo dejar un beso pero aparto mi rostro hacia atrás.

-Por favor-Dice poniendo sus manos en mi nuca y acercando nuestros rostros.

Se acerca otra vez pero esta vez dejando un beso en mis labios. Después de poco tiempo se separa, haciendo contacto visual pero enseguida volviendo a acercase para dejarme otro beso.

-Perdóname-Dice ahora con sus manos en mis caderas y volviendo a acercarse para dejarme otro beso, ahora en mi barbilla.

Yo suspiro mientras que ella escondía su rostro en el hueco de mi cuello y con sus manos ahora en mi espalda baja. Mi barbilla ahora sobre su cabeza y la abrazaba con mis brazos.

-No debí haber actuado así-Dice aún sin apartar el rostro de mi cuello.

-No te atormentes Wanda, déjalo estar, ya da igual-Digo dejando un beso en su cabeza a lo que ella enseguida responde separando su rostro de mi cuello para hacer contacto visual.

-Todavía no he tenido la oportunidad de darte tu regalo...-Dice mirando para mis labios.

-Sabes que no me tienes que regalar nada, tú y los niños son mi regalo-Digo poniendo mis manos en su cuello, acariciando suavemente mis yemas en él.

Ella suspira de satisfacción por la sensación a lo que yo me burlo.

-Pues tómalo como un regalo que me quiero hacer a mi misma-Dice con su mano en el centro de mi pecho, empujándome lentamente hacia la cama, quedándome sentada enseguida en el filo de un lado de la cama.

Ella se monta a horcajadas sobre mí, con sus dos piernas a cada lado de mis caderas y su rostro cerca del mío. Apoya su frente en la mía y comienza a desabotonarme la camisa.

-Sé que no hemos tenido la mejor vida sexual últimamente, con los niños, tu trabajo... Casi no hemos tenido tiempo para nosotras-Dice en un susurro finalmente desabotonando mi camisa, dejándome con el torso descubierto solamente por la parte delantera.

-Es lo normal cariño, hemos tenido que hacer una rutina por ellos-Digo con mis manos en sus caderas mientras ella dejaba ahora caricias en mi estómago con las yemas de sus dedos.

-Necesito salir de la rutina-Dice haciendo contacto visual con sus labios cerca de los míos.

Se crea un silencio de palabras, solo se escuchaban nuestras respiraciones y los jadeos que le producían mis caricias en su espalda baja con mis manos debajo de su camiseta y sus manos en mi abdomen.

-Bésame T/N-Dice en un susurro.

Cierro la distancia entre nuestras bocas dejando un beso en sus labios, poco a poco el beso consistía en una lucha continua de nuestras lenguas, saboreándonos.

Ella me quitaba la camisa y yo la ayudaba, enseguida dejando la camisa a un lado de la cama.

Cuando se aparta del beso, me empuja levemente acostándome, ella sentándose erguida en mis caderas y quitándose la camiseta lentamente.

Con sus manos agarra mis muñecas y pone mis manos sobre sus senos, aún vestidos con su sostén mientras se muerde el labio sonriendo y cerrando los ojos.

Al mover sus caderas sobre las mías y no notar ninguna reacción de mi parte, empieza a perder el ritmo.

-No noto tu erección, no quieres hacerlo, ¿Verdad?-Dice quitando sus manos de mis muñecas, haciendo contacto visual y poco a poco desapareciendo su sonrisa.

-Si, si que quiero, solo, necesito tiempo-Digo ahora con mis manos en sus caderas y mirando hacia mi entrepierna.

-Si no quieres hacerlo, dímelo-Dice quitando su cuerpo de encima del mío y sentándose al lado.

-Está todo bien Wanda, ven aquí-Digo sentándome y con mis manos en su rostro con la intención de besarla.

En ese momento, golpean la puerta.

-¿Están ahí dentro?-Dice Pietro, mi hijo, al otro lado de la puerta.

-¿Qué pasó Pietro?-Dice Wanda poniéndose de pie.

-¿Puedo pasar?-Dice mientras nosotras nos poníamos nuestras partes de arriba.

-Si-Digo caminando hacia la puerta mientras me acercaba a ella.

Pietro abre la puerta y enseguida entra a la habitación.

-Oye, necesito que se tranquilicen primero que nada porque no queremos que haya desgracias-Dice mirando para las dos.

-Estamos tranquilas Pietro, eres tú el que parece agobiado-Digo confundida.

-Acompáñenme-Dice caminando hacia el exterior.

Nosotras le seguimos hasta un cuarto un poco pequeño y apartado donde estaban guardados algunos muebles que ya no utilizaban en el palacio, cuando nos acercamos escuchamos unos gemidos.

-¿Quiénes están ahí dentro?-Pregunta Wanda mirando para Pietro.

En ese momento Pietro abre la puerta y se ve a Leo pegado a la pared con los pantalones y bóxers bajados y a Alina de rodillas con sus labios en la entrepierna de mi hijo.

Leo intenta subir sus pantalones y bóxers lo más rápido posible mientras que Alina se aparta mirando para nosotras.