Capítulo 44: No quiero hacerlo

150 19 0
                                    

POV T/N

Cuando desperté era por la mañana, los rayos del sol entraba por la puerta del jardín quejándome al enfocar directamente a mis ojos.

Me siento en el sillón rápidamente suspirando, aún media dormida mirando para todos lados y pudiendo notar el silencio que había en la casa, entendiendo rápidamente que estaba yo sola.

Después de un tiempo de haberme duchado, haberme puesto ropa cómoda y quitarme la ropa que usé ayer para el día tan completo que tuve, por llamarlo de alguna manera, me encontraba viendo la televisión con un tazón de cereales, teniendo pereza de hacerme otro tipo de desayuno.

Enseguida escuché el ruido de la puerta de la entrada, adivinando que era Wanda.

-Buenos días-Dice entrando y dejando la compra de la comida en el suelo de la sala de estar.

-Buenos días cariño-Digo suavemente dejando el tazón encima de la mesa de enfrente y apagando la tele.

-Deja que te ayude-Continuo poniéndome de pie y acercándome a ella.

Cuando me acerqué a ella, iba a dejarle un beso en los labios pero enseguida se apartó, mis labios dejaron un beso en su mejilla.

-Ponlas en la encimera de la cocina, voy a cambiarme de ropa-Dice evitando hacer contacto visual.

Mi rostro se vuelve confundido al verla mirar para otro lado.

Cuando dejo las bolsas en la cocina, voy rápidamente hacia arriba, en dirección hacia nuestra habitación y enseguida viendo la puerta del baño cerrada, giro mi mirada hacia la cama y la veo hecha, pero cuando veo su mesa de noche veo el anillo de matrimonio, no lo llevaba puesto si quiera, sintiéndome con un pequeño dolor en el pecho por todos los pensamientos que estaban pasando por mi mente, me senté en la cama, mirando al suelo y calmando mi respiración.

Ella sale del baño y da un pequeño salto por el susto.

-Joder, que silenciosa, casi me matas del susto, pensaba que seguías abajo-Dice para al final de sus palabras reír suavemente.

Miro para ella con el rostro triste viendo como se dirigía al armario y sacaba una camisa ancha.

-¿Por qué te quitaste el anillo?-Digo casi en un susurro confundida mientras ella agarraba la camisa y la dejaba en la cama.

-¿Qué dijiste?-Dice empezando a quitarse la camiseta.

-¿Por qué te quitaste el anillo?-Repito ahora alzando un poco la voz mientras miraba para el anillo que seguía en el mismo sitio que antes.

Ella mira hacia donde estaba mirando yo y enseguida entendió lo que quise decir.

Ella suspira mientras deja la camiseta en un lado de la cama y mira para mí.

-Lo has vuelto a hacer y ni si quiera intentaste calmarte-Dice sentándose al lado mía en la cama para quitarse sus zapatos.

-Wanda, por favor- -Iba diciendo hasta que ella me silencia con su dedo índice cerca de mi rostro.

-No T/N, como esto siga pasando, el anillo se va a quedar ahí, porque la verdad, me duele estar pasando por esta situación, que cada vez que ocurra alguna desgracia y te haga enfadar, ya estás tú que a la primera que te diga que te calmes, te atrevas a hacerme daño, ha pasado una vez y con esa fue suficiente para saber que lo harías, entérate T/N que estoy harta de esta situación, no voy aguantar esto más, si quieres que nos divorciemos, entonces solo dilo-Dice mirando para mis ojos, sus ojos tenía tristeza en ellos.

Realmente estaba dolida por seguir con el mismo comportamiento y ni siquiera anoche haber intentado calmarme.

Mientras yo miraba al frente y agachaba la mirada, ella se pone de pie, se quita sus zapatos y empieza a quitarse los pantalones, quedándose en ropa interior.

-Wanda, cariño-Digo poniéndome de pie al lado de ella mientras tiraba el pantalón encima de la cama junto con la camiseta.

-Dime-Dice girándose hacia a mí cruzando los brazos.

-Prometo no volver a hacerte pasar por eso otra vez, esta vez te lo digo hasta de rodillas si quieres-Digo empezando a arrodillarme.

Al estar de rodillas ella seguía mirando para mí, sus ojos en los míos, esperando que siga hablando, claramente no siendo suficiente para ella.

-Deja que te lo recompense haciendo las tareas de la casa y haciendo yo la comida, ni me ayudes en nada, solamente haz todo lo que tu quieras, mañana empezaré otra vez con el trabajo, ya que solamente tengo cuatro días libres, pero cuando vuelva del trabajo yo haré todo lo que quede por hacer o si para ti no es suficiente haré lo que sea-Digo calmada con mis manos en sus muslos.

Ella suspira y agarra mis manos para ponerme de pie otra vez.

-Eres una idiota-Dice seria y separándose para alcanzar la camisa ancha.

Con mi mano en su brazo la agarro y la acerco a mí.

-¿Eso es que me perdonas?-Digo con una pequeña sonrisa.

-Si T/N, espero que sean verdad tus palabras porque tomaré cada una de ellas-Dice mirando seria para mi rostro.

Yo suspiro y después sonrío, paso al lado de ella agarrando el anillo de su mesa de noche y volviendo hacia ella mientras miraba mis movimientos.

-¿Me darías tu linda mano?-Pregunto sonriendo mirando para ella.

Ella me acerca su mano y pongo el anillo devuelta al dedo anular.

-¿Contenta?-Dice burlándose pero sin ninguna sonrisa de por medio.

-Mucho-Digo sonriendo.

Me acerco rápidamente a sus labios dejando un beso en ellos, ella suspiró en el beso por mis manos ahora haciendo contacto con la zona inferior de sus senos y enseguida subiendo lentamente hacia sus senos.

Puso sus manos en mis hombros mientras lentamente subía hacia mi nuca.

La empujé lentamente a la cama haciendo que se acostara y yo flotando encima de ella, nos besábamos sin parar, el beso era apasionado mientras nuestros cuerpos se colocaban en la posición más cómoda para cada una, pero poco a poco el beso fue perdiendo ritmo.

Me separé del beso apartando la camiseta y el pantalón que se había quitado anteriormente empujándolo hacia un lado, seguidamente me quité la camiseta y ella miraba para mí fijamente, su rostro realmente estaba extrañado.

Me volví a acercar a ella y empecé a besar su cuello, dejando lamidas y besos pero mientras lo hacía no escuchaba ningún jadeo, ningún gemido, ni si quiera la sentía moverse para quitarme el pantalón corto o quizás su ropa interior.

De repente pone sus manos en mis hombros y me separa, haciendo que mirara para su rostro.

-¿Qué te pasa?-Digo confundida.

-No quiero tener sexo ahora mismo-Dice después de aclararse la garganta y de notar por su rostro que estaba realmente incómoda.

-Oh, lo siento, no debí haberme entusiasmado, es culpa mía-Digo buscando mi camiseta y cuando la alcanzo poniéndomela otra vez aún sentada en su abdomen.

Mi erección se estaba despertando poco a poco ya que ella siempre me excita hasta cuando respira pero este contratiempo no me lo esperaba, me dio vergüenza al quitarme de encima de ella y que se notara a través de mis pantalones el bulto de mi entrepierna.

-Dios T/N, lo siento mucho, es que de verdad no me apetece-Dice mirando para mí mientras se sentaba en la cama.

-No pasa nada, de verdad, es mi culpa, no es el momento para hacerlo, no sé que estaba pensando, no te preocupes, tú relájate, yo iré a la ducha para aliviarme con el agua fría y ehm, después colocaré la compra y miramos a ver qué comemos hoy con los niños-Digo rascando mi nuca nerviosa.

Que tonta fui al creer que en este momento querría tener sexo.

Un nuevo comienzo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora