6. Perro y gato.

248 49 16
                                    


La recepcionista observó al hombre guapo y elegante que los había visitado esa misma mañana entrar de nuevo a la clínica, esta vez trayendo consigo a uno de los pacientes casi a rastras.

—Queremos ver al doctor Kim —el hombre elegante exigió con un tono autoritario, mientras el otro intentaba soltarse de su agarre.

—Él está con una paciente en este momento —ella murmuró preguntándose si debía intervenir.

—Bueno, tan pronto se desocupe, dígale que le traje al gestante Zhang Yixing.

El gestante le envió una mirada de desprecio a su captor.

—Embarazado —siseó—, el paciente embarazado Zhang Yixing.

—¿Es usted el padre? —la recepcionista se atrevió a preguntar a Junmyeon.

—Desafortunadamente —Yixing masculló.

—Le diré que están aquí —ella anunció con incomodidad.

Junmyeon asintió y arrastró a Yixing a la sala de esperas.

—¿Podrías soltarme ya? —Yixing le pidió en un murmullo, dando un tirón a su brazo.

—¿Y continuar persiguiéndote por la ciudad? —Junmyeon replicó—. Olvídalo.

—La gente está mirándonos —Yixing murmuró—, seguro están pensando que sufro de algún tipo de violencia intrafamiliar...

Junmyeon le soltó el brazo, pero se apresuró a tomar su mano de inmediato. Entrelazó sus dedos y lo ancló a su lado en el sofá de dos plazas en la sala de espera.

—Eres insoportable —Yixing rezongó.

—¿Yo?

—No, yo —Yixing murmuró—. Y te sudan las manos.

—A ti también.

No mucho tiempo después, el doctor Kim se acercó a la recepción, pareciendo un poco alarmado. Cuando su mirada dio con ellos, su gesto cambió a uno de confusión, tal vez debido a sus manos unidas.

—Pasen —les dijo y echó a andar hacia su consultorio, con su bata blanca ondeando tras él.

Cuando se sentaron, con sus manos aún entrelazadas, Jongdae los observó inquisitivamente. Parecía no encontrar las palabras correctas para expresar lo que pasaba por su cabeza.

—¿Cómo estás, Yixing? —preguntó finalmente.

—He estado mejor —este respondió hastiado.

Jongdae los observó atentamente a ambos.

—Se han vuelto cercanos —comentó señalando sus manos unidas.

Yixing soltó un suspiro e intentó soltarse del agarre de Junmyeon, pero este no estuvo dispuesto a ceder. Jongdae los observó forcejear por unos segundos.

—Junmyeon, necesito que lo liberes para poder examinarlo.

—No —Junmyeon negó con firmeza—. He corrido una maratón para poder traerlo hasta aquí, cada vez que me descuido empieza a correr.

De pronto, Yixing empezó a sollozar y Jongdae lo miró preocupado.

—Está lastimándome —Yixing dijo con labios temblorosos y un gesto de desolación.

—No estoy lastimándolo, no le creas, te engaña con sus lágrimas de cocodrilo y cuando te descuidas se lanza a correr.

El gesto de Yixing cambió a uno de molestia en un parpadeo.

MINE [Sulay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora