21. Sandía.

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El teléfono sonó y vibró sobre la almohada, despertando a Junmyeon, quien aún desorientado contestó a la llamada entrante.

—¿Jun?

Junmyeon se sentó de un tirón y despertó del todo al escuchar la voz de Yixing sollozando del otro lado.

—¿Yixing que tienes? ¿Pasó algo? ¿La bebé...?

Estamos bien —Yixing lo interrumpió, pero aún lloraba—. Solo tuve una pesadilla... por tu culpa...

—¿Por mi culpa?

¡Sí! —Yixing exclamó sonando molesto, triste y asustado y Junmyeon se sintió perdido—. Tú me metiste en la cabeza la idea de que alguien se iba a meter a mi habitación mientras durmiera, pero yo no te hice caso y entonces la volvía a abrir y soñé que un monstruo Cthulhu entraba en mi habitación y me rajaba la panza y me sacaba a la bebé... pero entonces ya no era una bebé humana, sino un monstruo bebé con tentáculos...

Yixing continuó llorando y sollozando del otro lado del teléfono. Junmyeon no supo qué hacer o decir. Le había advertido que no leyera a Lovecraft antes de irse a dormir y le había dicho que no abriera la ventana, pero por supuesto, todo lo que él decía que no incluyera comida se iba de paso sin entrar por sus oídos.

—Lo lamento, ¿quieres comer algo para pasar el susto?

Yixing sollozó un poco más antes de responder.

—musitó tímidamente.

Junmyeon salió de la cama y buscó ropa para salir.

—¿Qué se te antoja? —preguntó mientras se ponía los pantalones—. Podría pasar a una estación de servicio y conseguirle unos nachos o...

Sandía.

Junmyeon se detuvo en seco.

—¿Una sandía?

Por favor —Yixing suplicó sonando desesperado y Junmyeon abrió mucho los ojos por la sorpresa. Yixing nunca suplicaba, era demasiado orgulloso para eso—. De verdad quiero una sandía.

—Cariño —le dijo suavemente, intentando sonar racional—. ¿De dónde voy a sacar una sandía a las dos de la madrugada?

No lo sé —Yixing admitió sonando afligido—, pero la necesito.

—¿No se te antoja algo distinto? Cualquier otra cosa.

Yixing se tomó unos segundos, para finalmente decir:

—Una tarta de sandía.

Junmyeon contuvo un suspiro.

—¿Y unos nachos? —intentó persuadirlo—. Puedo conseguirte la sandía durante el día y llevártela por la tarde.

Yixing guardó silencio y Junmyeon estuvo seguro de que aquella era su forma de demostrar su desacuerdo.

—Iré a buscar la sandía, pero no te prometo que...

¡Gracias! —Yixing susurró, echándose a llorar una vez más—. Tú siempre eres tan bueno conmigo, te prometo que te recompensaré, haré lo que me pidas.


🌸


Junmyeon se bebió el último sorbo de su café y condujo por media hora más hasta una estación de servicio en las afueras de la ciudad. El dependiente de la tercera estación que había visitado le había asegurado que había una estación que vendía una gran variedad de frutas porque tenían un acuerdo con un proveedor del campo y luego le había dado instrucciones de cómo llegar. Junmyeon rezó porque fuera cierto, eran casi las tres de la madrugada y tenía miedo de quedarse dormido mientras conducía, a pesar del medio litro de café.

MINE [Sulay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora