25. Obstinados.

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Actualización 2/2


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—Perdona.

—Olvídalo, no te preocupes.

Yixing apretó los labios e hizo su mejor esfuerzo por contener las frustrantes ganas de echarse a llorar.

—Seguro estás enojado y no me vuelves a traer.

Junmyeon suspiró. Ya había encendido el auto, pero lo apagó y se giró para mirar a Yixing.

—No estoy enojado, ni siquiera me gustaba ese jarrón —aseguró tranquilamente.

—¿De verdad?

—De verdad, me lo regaló mi ex esposa hace dos cumpleaños y siempre quise deshacerme de él. Ahora que estamos divorciados pensé que debía donarlo o tirarlo, pero tú lo hiciste en grande.

Yixing observó la sonrisa traviesa de Junmyeon y su preocupación disminuyó en gran medida. Después de vomitar dentro del jarrón, el maldito trasto se había deslizado fuera de su manos y había caído al piso quebrándose en el acto y desparramando su vómito sobre la alfombra.

—Perdona que ensuciara tu alfombra... y que te hiciera pasar vergüenzas frente a tu mamá.

Junmyeon tomó una mano de Yixing y puso un largo beso sobre el dorso.

—Yixing, Eris está constantemente levantando un caos dentro de ti, nadie te culpa por vomitar y, aunque no es divertido verte hacerlo, tampoco me molesta, ni me avergüenza, es natural.

—Pero ensucié los pies de tu mami...

—Yixing, ella pasó por cuatro embarazos, por supuesto que te entiende. Por favor, ya no te mortifiques por lo que pasó, solo hay que dejarlo atrás.

Yixing sorbió y asintió.

—Ahora cambiemos a un tema mucho más importante —Junmyeon continuó, adoptando un gesto muy serio de pronto—. ¿Qué vamos a cenar?

Yixing alzó su mirada y sus ojos brillaron con ilusión.


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Después de una cena tradicional en un restaurante en el que Yixing sintió que encajaba un poco mejor, Junmyeon hizo la pregunta que Yixing había estado anhelando escuchar toda la tarde.

—¿Quieres que te lleve a tu casa o quieres venir a dormir conmigo?

—Contigo —Yixing respondió de inmediato y su corazón empezó a latir bruscamente dentro de su pecho.

Junmyeon no comentó ni preguntó nada más y condujo hacia la casa semivacía dándose ánimos para llevar a cabo su misión.


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Solo había una razón para aquella propuesta, o tal vez habían más, pero Yixing apostaba por la más atrevida de ellas. Así que cuando Junmyeon cerró la puerta tras de sí no vio más motivos para retrasarlo y se abalanzó sobre sus labios. 

Junmyeon llevó las manos a sus caderas y lo sostuvo mientras correspondía a sus poco recatados besos.

Yixing besaba de maravillas, la demandante forma en que sus labios tiraban de los suyos era muy excitante. Sus besos lograban desvanecer el mundo alrededor con facilidad. Junmyeon jadeó, perdiendo el enfoque, y siguiendo el instinto que nacía en su bajo vientre llevó sus labios al cuello de Yixing. Lo escuchó gemir y sintió sus dedos apretándose alrededor de sus hombros. Carajo. Junmyeon deslizó su lengua sobre la base del cuello y mordió suavemente. Sus manos se colaron bajo la camisa de Yixing y sus dedos acariciaron la suave piel sobre su espalda baja. Una imperante necesidad por desnudarlo y proclamar su cuerpo nació en él. Quería tenerlo y también darle todo aquello que le había sido negado.

MINE [Sulay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora