⋆𝘏𝘦𝘤𝘩𝘰 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘮𝘪 ⑅ 𝑮𝒐𝑭𝒖𝒔𝒉𝒊

𝐄𝐱𝐭𝐫𝐚 𝟏

𝜗˚⋆𝑨𝒄𝒍𝒂𝒓𝒂𝒄𝒊𝒐𝒏: 𝑬𝒔𝒕𝒆 𝒄𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒆𝒔 𝒖𝒏 𝒆𝒙𝒕𝒓𝒂 , 𝒏𝒐 𝒆𝒔 𝒏𝒆𝒄𝒆𝒔𝒂𝒓𝒊𝒐 𝒍𝒆𝒆𝒓𝒍𝒐 , 𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒂𝒑𝒓𝒆𝒄𝒊𝒂𝒓𝒊𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒍𝒐 𝒍𝒆𝒚𝒆𝒓𝒂𝒏.

𝑬𝒔𝒕𝒐 𝒆𝒔 𝒄𝒐𝒎𝒐 𝒖𝒏 𝒗𝒊𝒂𝒋𝒆 𝒂𝒍 𝒑𝒂𝒔𝒂𝒅𝒐 𝒅𝒐𝒏𝒅𝒆 𝒔𝒆 𝒄𝒐𝒏𝒐𝒄𝒊𝒆𝒓𝒐𝒏 , 𝒍𝒂𝒔 𝒆𝒅𝒂𝒅𝒆𝒔 𝒗𝒂𝒏 𝒄𝒂𝒎𝒃𝒊𝒂𝒏𝒅𝒐.

𝘌𝘥𝘢𝘥𝘦𝘴: (𝟷𝟶) , (16).

[...]

Gojō se trasladó al departamento familiar de la familia Fushiguro, ya que no pudo soportar permanecer en la mansión tras la separación de sus padres. Comparte la cocina y otras áreas del departamento con los demás inquilinos.

El albino se muda por la mañana y no presta atención a los demás inquilinos. Durante las primeras horas en el departamento, su experiencia transcurre con normalidad; su desayuno es satisfactorio y su almuerzo también. Por la tarde, asiste a su nuevo lugar de estudios, donde rápidamente entabla amistad con un chico llamado Getō y mantiene una breve conversación con una chica llamada Shoko.
Al concluir las clases, solicita a alguien del departamento que lo recoja, ya que no conoce el camino de regreso. Unos minutos antes de la cena, tuvo una discusión con Tetsuo por teléfono, lo que le ha provocado un poco de hambre, así que se dirige a la cocina para averiguar por qué están tardando tanto.

—¡Maldita sea, ¿por qué tardan tanto?! ¡Tengo mucha hambre! —se quejó alzando la voz.

－¿Puedes dejar de gritar? ¿No ves que estoy sirviendo la comida?－respondió mientras colocaba el último plato en la mesa. —¿Dónde te dejo tu comida? —miró al albino con una expresión de desdén, algo inusual para un niño.

—Deberían haberse apresurado. ¿Niño? Aléjate de la cocina, no vaya a ser que te quemes —dijo, girándose y apreciando el encanto del pequeño.

—¡Soy yo quien cocina, idiota! ¿Acaso no tienes ojos para ver? —no puede evitar sentirse irritado, no le agrada el tono burlón del nuevo huésped.

—¿Me has llamado idiota? ¿Es una broma? —se ríe. 
—Eres bastante gracioso. ¿Y dónde está el cocinero? Bueno, no importa. Gracias por servirme la comida, niño —dijo, sosteniendo su plato.

—Cuando sea grande, quiero ser comediante. 
¿Te hice reír? De nada, joven. Si me lo permites, me retiro a entregar las comidas a los demás huéspedes —le dice con una sonrisa fingida antes de alejarse. 

—Deberías practicar más. 

—No eres más tonto porque el día no es mas largo—responde mientras cierra la puerta de la cocina. Al escuchar esa burla, Gojō abre rápidamente la puerta para que le repita esas palabras en su cara.

—¿Cómo te atreves? Niño feo, ven aquí y dímelo a la cara —frunció el ceño, claramente molesto por las burlas que había recibido.

—¿Vas a pelear con un niño? Eso es muy infantil —replicó mientras sostenía los demás platos.

—Fuiste tú quien me provocó, niño feo —le sacó la lengua en un gesto desafiante.

—¿Sacas la lengua? Eso es aún más infantil, idiota —le sonrió, mostrando una falta de dientes.

—Si tuviéramos la misma edad, ya te habría dado un buen golpe; deberías estar agradecido —advirtió, sugiriendo lo que habría ocurrido si las circunstancias hubieran sido diferentes.