⋆𝘏𝘦𝘤𝘩𝘰 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘮𝘪 ⑅ 𝑮𝒐𝑭𝒖𝒔𝒉𝒊

𝟑𝟔

༘ 𑁤❝ 𝑯𝒆𝒄𝒉𝒐 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒎𝒊┆˚ღ

－¿Qué ocurrió?－preguntó, visiblemente alterado, el de cabello rosa.

－Él... él－un nudo en su garganta le dificultaba articular palabras, mientras sus manos se posaban sobre su abdomen, siendo invadido por un dolor que más que físico se sentía como un profundo vacío. Era incapaz de creer lo que acababa de ver.

－Tranquilo, respira y cuéntame qué ha pasado. Tal vez pueda ayudarte－le dijo Toge, colocando una mano sobre la espalda de su amigo.

－Yo me voy. Que ustedes dos hablen. No quiero incomodar－se despidió y salió de la habitación.

Al salir en silencio, se quedó detrás de la puerta, deseando escuchar lo que le ocurría a Megumi. También es su amigo y siente preocupación por él.

－¿Qué ha sucedido? ¿Por qué lloras?.

－M-mira las fotos－indicó, mientras escondía su rostro en su regazo.

－Está bien, pero por favor, deja de llorar.

Al observar las fotos en las que Gojō aparece besándose con una chica, sujetándola por la cintura, no puede creerlo. ¿Sería capaz de traicionar a Megumi?

No lo creó, ya que parece estar profundamente enamorado de Megumi, y la ha elegido como su Omega; incluso esperan un bebé. A veces, las imágenes pueden no reflejar la realidad subyacente. Lo más importante es tranquilizar a su amigo y hacerle entender que no debe juzgar únicamente basándose en esas fotografías, para que no ponga en riesgo años de relación.

－Cálmate, tal vez no sea lo que parece－dijo, apartando su mano de la espalda del Omega.

－¿Qué no lo es? Es evidente que Gojo le está sujetando la cintura a esa mujer. Está besando a otra persona, ¿acaso me ves cara de tonto? ¿Desde cuándo? ¿Por qué tenía que ser ahora?－reclamó con un quejido de dolor, mientras lágrimas caían de sus ojos como cascadas.

－Tranquilízate, podrías hacerte daño a tu bebe－respondió nervioso al notar que su amigo se estaba descontrolando. Las feromonas se sentían débiles y su temor aumentaba-. Deja que Gojo te lo explique mañana. Es tu Alfa, él tendrá que darte las explicaciones que necesitas.

－¿Y si no me lo dice?－preguntó, mirándolo con una expresión que evocaba la tristeza de un lobo abandonado. Sus ojos brillaban debido a las lágrimas que caían.

－Lo resolverán mañana. Necesitas dormir; tu bebé es lo primero, luego lo demás－insistió nuevamente para que se tranquilizara.

Tras unos minutos de silencio, durante los cuales Megumi continuó llorando un poco, decidió romper el silencio.

－Mañana será. Gracias－respondió, subiendo a su cama con cuidado.

－De nada, para eso están los amigos. Cualquier cosa que necesites o si sientes algún malestar, no dudes en llamarme.

Él le ofreció una cálida sonrisa antes de salir de la habitación.

－Gojō... ¿por qué?

No podía dejar de pensar en su Alfa, pero temía que eso pudiera afectar su salud. No quería enojarse ni correr el riesgo de perder a su bebé.

Finalmente, logró conciliar el sueño con los ojos llenos de lágrimas, aferrándose al pijama que pertenecía al albino y abrazándolo con fuerza.

A la mañana siguiente, empacó sus maletas y partieron de regreso a Tokio. Durante el trayecto, su lobito se mostraba contento, ya que estaría nuevamente cerca de su Alfa; sin embargo, él se sentía decepcionado.