La Omega del Emperador Bishop (MARINA).

08

La omega con olor a fresa estaba escondida en el armario mientras olía la ropa de la alfa. Hoy en la mañana su celo había llegado y su loba rogaba por la alfa, pero Maya salió en la mañana al pueblo a ver algunas cosas del campo de entrenamiento.

-Carina, ¡¿Estás en celo?! -cuestionó la rubia muy alterada entrando a la habitación, buscando a la omega por toda la habitación. Carina salió del armario con una prenda de Maya en sus manos.

-Aquí estoy, bella.

-¿Estas bien? ¿Quieres que pida algo para tu celo? -interrogó, esta era la primera vez que la omega entraba en celo en su estancia en el imperio. -¿Un té?

-Mi loba y yo te necesitamos. -respondió con algo de timidez. -¿Me vas a ayudar?

-¿Estas segura de querer pasar tu celo conmigo, cariño? -preguntó mientras abrazaba a la omega y Carina asintió.

-Por supuesto, alfa. Somos predestinadas, estamos casadas y nos queremos... ayúdame.

Maya besó los labios de la omega con delicadeza, Carina colocó sus manos en los hombros de la alfa y empezó a acariciar el cuello de Maya.

👑👑👑

-¡El rey Owen Hunt! -anunció un guardia.

Maya sonrió al escuchar eso, vio como el alfa entraba con una gran sonrisa en su rostro. ¿Como se atrevía a venir a su imperio después de todo el daño que le hizo a su omega e intentar humillar el día de su boda? Quería golpearlo, ganas no le faltaban.

-Rey Owen, una disculpa por mi vestimenta... verá, estaba atendiendo unos asuntos privados. -con su mano peino su cabello un tanto desordenado.

-Oh, lo entiendo. Yo también solía atender a mi harem cuando estaba con su actual emperatriz. -tomó asiento en la silla. Maya rió y negó levemente.

-¿No está enterado? Veo que solo se informa de lo que quiere, rey Owen.

-¿A que se refiere, su majestad? -preguntó.

-Cerré mi extenso harem desde que fui a su dichosa fiesta. -respondió.

-¿Desde ese momento se quiso robar a mi esposa? -la alfa sonrió con burla.

-Por supuesto, Owen. Pero no se la robe, usted se divorcio de ella y yo solo me case con mi predestinada. -Hunt se sorprendió ante la respuesta.

-No vine a eso. Vine para invitarlas personalmente a mi boda con Amelia, mi próxima reina. Será en dos días.

-Vino en vano, ya que en estos momentos mi omega esta en celo y no puede asistir.

-Pero usted vendrá, con su presencia es más que suficiente.

-No iré a ningún lado sin mi omega, prefiero estar con ella a ir a una aburrida fiesta ¿algo más? -Owen quería golpear a la rubia, pero no debía ya que si le tocaba un solo pelo su reino y su familia pagarían las consecuencias. -Si no tiene nada más que decir, váyase. Tengo asuntos que atender.

El rey dejó una invitación sobre el escritorio mientras hacía una reverencia y salía de la oficina. Fue escoltado por un guardia, se detuvo al ver una pintura de la omega con olor a fresas, la estaba empezando a detestar.

-Maldita omega inútil. -susurró. El guardia al escuchar eso opinó.

-Rey Owen, no debería insultar a la emperatriz. Si el emperador Bishop lo escucha no dudará en matarlo.

-¿Bishop?

-El emperador mataría a cualquiera sin importar su rango si insulta a la emperatriz.

-¿Quieres asustarme, inútil guardia? -preguntó enfadado.

-Por supuesto que no, solo le estoy diciendo lo que el emperador es capaz de hacer por su omega. -el guardia comenzó a caminar lentamente.

👑👑👑

Carina movía su cabeza de arriba hacia abajo mientras que con su mano sostenía la base del miembro de su alfa. Sacó de su boca el pene de Maya haciendo un pequeño sonido húmedo.

-Bella... ¿te gusta? -cuestionó mientras masturbaba el pene de la alfa.

-Cariño... ah me encanta. -jadeo, sostuvo la cabeza de la castaña y la obligó a que metiera su pene nuevamente a su boca.

Carina comenzó nuevamente a chupar a la rubia, el pene de la alfa no cabía del todo en su boca, lo que no entraba en su boca lo estaba masturbando.

Unos minutos más chupando y la rubia iba a sacar su miembro de la boca de la castaña pero no se alejo en lo más mínimo. Así que Maya terminó viniendose y dejando todo su semen en la boca de la omega. Carina saco el pene de la rubia de su boca y le sonrió a la alfa antes de tragar todo el semen.

-Cuando estas en celo eres una cosita muy descarada. -habló tratando de controlar su respiración. Carina limpio la comisura de sus labios mientras sonreía.

-Mi último día de celo fue ayer, bella.

-¿Entonces que fue esto? -cuestionó poniéndose correctamente su pantalón. -Llegué e inmediatamente me intentaste quitar mi pantalón, pensé que estabas en celo aún.

-Tenía ganas, solo eso. -respondió sin darle mucha importancia.

-¿No te duele nada? -preguntó. Carina se levantó del suelo y sacudió la parte de sus rodillas para quitar algún rastro de suciedad.

-Solo mi espalda baja pero es normal, ¿por qué me dejaste en la mañana sola?

-Vino el idiota de tu ex esposo. -soltó una pequeña carcajada mientras Carina la abrazaba. -El idiota es un cobarde, enfrente de mi no se atreve a insultarte pero en los pasillos habla mal de ti. Le faltan muchos...

-No seas grosera, bella. -hizo un puchero.

-Lo siento, cariño.

-¿Como sabes que me insulto? -cuestionó.

-El guardia me lo dijo; los guardias y sirvientes te son muy leales y los jardineros siempre tratan de mantener el jardín lindo para que tu disfrutes estar ahí. -dijo con una sonrisa. Carina sonrió, derramó unas pequeñas lágrimas ya que por primera vez se sentía que mucha gente la quería.

-No llores cariño. -pidió y limpió con delicadeza las pequeñas lágrimas.

-¿Puedo tener un cachorro? -cuestionó. Las mejillas de la rubia se tornaron de un rojo intenso.

-¿Que tipos de cachorros?

-Un doberman, hace poco vi a un señor con unos cachorros. Se veían tan tiernos. -habló con una sonrisa.

-Ah... esos cachorros. -susurró. -Pero cariño, esa raza crece muy grande te puede lastimar.

-Pero también me puede proteger, por favor. -Maya no se pudo negar, era débil ante la belleza de su omega.

-Mañana tendrás a tu cachorro. -Carina se abrazó a la rubia.

-Muchas gracias, muchas gracias.

La alfa siempre haría todo lo posible e imposible por ver a su omega sonreir de esa manera.