La Omega del Emperador Bishop (MARINA).

14

Maya acariciaba el pelo de la castaña mientras Carina tenía su respiración agitada.

—Quiero comer… —murmuró la omega dejando varios besos en el pecho de la rubia.

—Deja que el nudo baje, cariño. —se aferró al cuerpo de su esposa. Carina hizo un pequeño puchero mientras se acurrucaba en el pecho de la rubia, sonrió al recordar un pequeño detalle, toco su cuello con delicadeza.

Al fin tenía la marca de la alfa, Maya la había marcado ayer. Su loba estaba feliz, tenían un lazo.

—Amor, ¿Crees que el cachorro este bien? Diste brincos muy fuertes. —mencionó un tanto preocupada y con la intención de avergonzar a su esposa. Las mejillas de la castaña se supieron rojas.

—¡Alfa, no digas eso! —exclamó. —El cachorro todavía es muy pequeño, mira mi estómago. Maya dirigió su mirada al pequeño bulto que tenía de panza la castaña, pasó su mano en la zona y dio unas leves caricias.

—Ya quiero tener a nuestro cachorro en brazos, nuestro cachorro. —soltó un pequeño suspiro, se escuchaba bien la palabra "nuestro".

La omega mordió levemente el brazo de la rubia, quien soltó un quejido.

—Nuestro cachorro nacerá en tiempo de frío, tendré que hacer un nido para tenerlo caliente.

—Tu nido será muy hermoso, ¿me dejarás entrar en el?

—Por supuesto, solo que yo nunca he hecho un nido… una vez lo iba a hacer pero Owen lo destruyó. —habló en voz baja. Aún recordaba como su loba se sentía tan herida y humillada aquel día. La alfa besó la frente de la castaña.

—Tu nido será muy lindo, independientemente de si es la primera vez que lo haces, cariño.

—¡Me esforzaré en hacer mi nido! —exclamó con una pequeña sonrisa. Maya abrazo a la omega mientras la cubría con la sabana.

—Eres maravillosa.

👑👑👑

—El pueblo pide por un heredero. —dijo el padre de Owen totalmente molesto.

—Ninguna de mis concubinas esta en cinta, no entiendo porque… son unas inútiles. —el señor golpeó la mesa.

—¿Anudas en ellas siquiera? Maldito inútil.

—Por supuesto que lo hago pero son unas inútiles. —habló fastidiado.

—Pues busca a otras o que sé yo, pero tienes que tener un heredero. Suficiente tienes con la humillación que te hizo pasar el emperador Bishop. —dijo molesto. —No puede ser que Carina este en cinta, ¿como es eso? ¿No te divorciaste de ella porque era infertil? —Owen se levantó de su asiento.

—Amelia mintió, me engaño…

—Te lo dije… no puedes convertir a una concubina en reina. —dijo molesto. —Te hubieras quedado con Carina y si no te daba hijos uno de tus bastados podía ser el heredero pero mira la situación, no tienes a Carina ni un heredero y peor aún, hay una escasez de alimento en el pueblo.

—¡Todo fue plan de esa maldita! —gritó enojado. —¡Carina seguiría a mi lado si Bishop no se hubiera metido! ¡No me importan esos estúpidos pueblerinos, yo solo quiero destruir a Bishop! —su padre se acercó a él.

—¡Explicate bien, no digas solamente idioteces para justificarte!

—Maya le pago a Amelia para que me hiciera creer que Carina era infertil y que me divorciara de ella, entonces Carina quedaría libre para Bishop. —explicó enojado.