Dicen que en la vida de un Alfa, siempre llegan dos Omegas.
El Amor de su vida...
Y su alma Gemela...
Y aunque se podría pensar que es lo mismo, en realidad son totalmente diferentes.
El Amor de su vida será aquel que entrara en su corazón sin avisa...
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Jimin se sentía demasiado caliente, su celo lo estaba traicionando, al igual que su lobo.
Miró la pantalla, que anunciaba la videollamada entrante del Pizarrón, sin pensarlo más, contestó.
Pudo ver el rostro del alfa, era igual que en las fotografías, pudo ver unos cuantos tatuajes adornando su cuello y clavículas.
Jimin trago la saliva acumulada en su boca, al sentirse demasiado atraído a ese alfa.
-Hola pizarrón- saludo totalmente apenado, por los pensamientos lujuriosos que pasaban por su cabeza, al ver al atractivo alfa.
Definitivamente, él no estaba mandando a su cuerpo y mente en esos momentos, su lobo era el que lleva por lo menos el 70% de su autocontrol.
-Hola mandarina- saludo Yoongi. Observando los cabellos dorados del Omega rubio.
Rápidamente, a su mente llegó una cabellera negra, pero lo bloqueo, mirando al bonito Omega que estaba del otro lado de la pantalla de su celular.
-Entonces, si eres tú- sonrió Jimin. Sentía sus mejillas clientes, y estaba seguro de que el alfa podía ver sus mejillas sonrojadas.
-Soy yo, tu pizarrón- sonrió el alfa, un poco nervioso. El rubio era muy hermoso.
-¿Mío?- pregunto el Omega rubio. - ¿estás seguro?- su lobo sentía la necesidad de escucharlo.
-sí tú quieres, si- pudo decir Yoongi, sintió como su entrepierna despertaba, solo con escuchar el tono de voz del rubio.
definitivamente, el Omega estaba en celo.
-Yo ahora mismo siento mucho calor- contesto Jimin, en tono bajo y sugestivo.
Culpo a su lobo, Jimin nunca había actuado de ese modo, y menos con alguien que no conocía del todo.
-haré lo que sea para ayudarte- Yoongi no entendía la necesidad de su lobo, pero quería saciar lo, si es que podía.
-Quiero ver tus tatuajes- el Omega acercó su cara a la cámara.
Yoongi se puso un poco nervioso, su lobo le exigió complacer al omega, pero Yoongi aún tenía un poco de voluntad.
-Eres una mandarina muy bonita- cambio de tema el alfa pelinegro.
-No me cambies el tema, muéstrame- exigió Jimin. Y de verdad eso era lo que quería.
-acepto, si yo también puedo hacer peticiones- propuso el alfa, era lo justo, y ya que su lobo quería tanto complacer a su Omega, lo haría.
-Aprovecha ahorita que estoy caliente- el rubio sonrió avergonzado sentía sus mejillas arder, tanto por la vergüenza, como por lo caliente de su cuerpo.
-me haré adicto a esa sonrisa- hablo el alfa, con voz más ronca de lo normal.
-¿Solo a eso?- pregunto el Omega, lamiendo sus labios, su lobo quería ser saciado, por ese alfa
