La Reina Elsa de Arendelle

67 5 0
                                    

Narra Elsa:

Pasaron los días, al principio era fácil contarlos: uno, dos, tres.... Pero llegó un momento en que ya perdí la noción del tiempo, el sol apenas llegaba en los calabozos de aquel barco. Habían días en que no me daban de comer, y sentía como mi cuerpo se resentía a la privación de alimento. Me costaba mantenerme de pie mucho tiempo y luchaba constantemente para no desmayarme.

- ¡Llegamos al destino!- Escuché a la lejanía a uno de los hombres de Viggo.

¿Dónde estaba? ¿Hippo me encontraría? ¿O ya estaba demasiado lejos para poderme rescatar?

Unos pasos se aproximaban por la escalera. Era Viggo.

- Tu larga espera finalizó, querida. - Viggo se paseaba delante de mi celda sonriendo maquiavelicamente.

- Nos pagaron mucho por ti, si supieras que hay un príncipe allá afuera dispuesto a pelear por ti - Mi corazón se contrajo.

"Hippo"

Con las pocas fuerzas que tenía me aventé contra las rejas.

- ¡Canalla! ¿Todo esto para que Hippo pague mi rescate? Ese oro es de Berk, no te pertenece. - El pensar que llevaron a Hippo a usar el oro del pueblo me enfurecía, esa era su última opción.

- ¿Quién dijo que fue Hippo? - Viggo me miró con burla - Sí, Hippo es un príncipe, pero él no estuvo en la puja por tu vida. Estoy hablando de príncipes de tierras a las que nadie de Berk había oído. Vieras como querían aumentar el oro para poder casarse contigo.

- ¿Casarme? ¡Ni lo sueñes! - mis esperanzas se desvanecían, pero no pensaba casarme con un extraño.

-Prepárate querida, esta noche estas invitada a un baile, debes deslumbrar. - Otro de sus hombres se aproximó con un vestido blanco y unos guantes, iguales a los que contenían mis poderes al principio.

-¿Cómo los conseguiste? - Pregunté sorprendida.

- Fue fácil torturar a la bruja hasta que nos diera lo que queríamos. - Hablaba con una calma que me incomodaba. - Te daré privacidad para que te cambies, sino... Haré que mis hombres te ayuden. Primero ponte los guantes, quedas advertida... Si sale una sola escarcha de este guante, estoy preparado para matarte a ti, y a todo este pueblo contigo, luego seguiré con Berk.

No podía resistirme, estaba muy agotada para defenderme y escapar, pero si lo intentaba, sabía que Viggo era capaz de cumplir su palabra.

"Resiste un poco más"

Él dejó los calabozos y me cambié a duras penas.

- Hippo.... ¿Dónde estas?

************

Me bajaron del barco sin antes advertirme que no dijera nada, si pronunciaba palabra o pedía ayuda, me matarían.

Estabamos en reino cerca a un fiordo. En otras instancias, hubiera sido un lugar precioso de visitar, pero ahora, todo me resultaba tan desconocido, tan distinto a Berk o a las islas conocidas que sabía que estaba en aguas inexploradas. Sin embargo, había algo familiar en el lugar.

- Bienvenida a Arendelle, querida. - Viggo iba frente a mi en todo momento, mientras varios de sus hombres me seguían de cerca con un arma escondida, preparados a recibir la instrucción de Viggo y llevarme al Valhalla.

Era el atardecer, la luz del sol dibujaba matices en las casas, pero el pueblo estaba solitario. Paramos en seco.

- Estimado Príncipe Hans, como se lo prometí, la traje sana y salva. - Viggo se hizo a un lado, dejándome ver a un hombre muy bien vestido, con un cabello castaño y ojos almendrados.

Hold me Tight  { Hiccelsa ♡}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora