Miedos...

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Narra Elsa

La preocupación aumentaba con el pasar del tiempo. Y ya las lágrimas empezaron a brotar.

- ¡Idiota! ¡Lo prometiste! - dicho esto me desplomé en el suelo,  abrazando ese pedazo de tela.

Pensaba que había muerto, el río golpeaba salvajemente las rocas. Su muerte era lo más probable.

- No me dejes Hipo, yo.... te quiero.. y mucho - dije entre sollozos.

- Yo también te quiero -

Esa voz

Era Hipo

Miré detrás mío y ahí estaba Hipo de pie, enpapado de agua, pero por suerte ileso. Me quedé mirándolo incrédula.

- Te quiero más de lo que piensas - dijo Hipo con una sonrisa

Chimuelo también estaba feliz de ver a su jinete con vida, corrió hacia Hipo tirándolo al suelo, lamiendo su cara.

-¡ Hey! Sabes que eso no se quita - gritó Hipo tratándo de zafarse del dragón, mientras yo me ponía de pie.

Hipo se puso de pie y me miró y abrió los brazos.

Yo corrí hacia sus brazos y lo abracé con fuerza.

-Tranquila hermosa, estoy aquí - dijo él haciéndome caricias en la nuca mientras lo abrazaba.

Me dio un beso en la frente y me tomó la mano.

- Yo siempre estaré junto a tí - terminó diciéndo.

Esperamos un poco a que se fuera el susto de casi perder al amor de mi vida y regresamos a la Orilla del Dragón

Llegué a ver a Nébula al establo, se encontraba mejor, en unos pocos días iba a poder volver a volar.

Hipo me llevó a mi cabaña y se acercó para darme un beso, lo cual paré con mi mano.

- Hipo, nos pueden ver - susurré

- Que lo hagan, quiero que sepan que me haces feliz - me sonrió dulcemente

Me iba a besar cuando siento un frío subiendo por mi espalda, ramificándose hasta mis brazos y llegando hasta mi mano. Era un frío conocido, al que temí por bastante tiempo.

No sé cómo tenía esa extraña habilidad, pero podía congelar cosas y personas, era un tipo de arma de destrucción. Cuando sentía ese frío, nada bueno venía de él.

- Hipo debo irme - lo solté de inmediato y entré cerrando la puerta.

Me saqué los guantes y miré mis manos, estaban con escarcha... un poco más y mis poderes podrían haber sido descubiertos.

¡Demonios!

-Esto no debería pasar con los guantes - pensé en voz alta, la escarcha se derritió y me puse de nuevo los guantes.

No quería herir a nadie, no quería que me vieran como una especie de monstruo. Tenía que hablar con Bocón, quién me crió como un padre y el único que sabía mi condición.

********

En la madrugada del día siguiente fui a buscar a Chimuelo quien nunca se separaba mucho de Hipo. Necesitaba su ayuda.

- Chimuelo, ven aquí. - lo llamé con un pescado a lo cual él no pudo resistirse.

Me subí al lomo de Chimuelo y le expliqué la situación porque sabía que de alguna forma él me entendía.

- Chimuelo, necesito que me lleves a ver a Bocón, iría con Nébula pero aún no puede volar ¿Me ayudas? - Chimuelo comió el pescado que le traje y alzó vuelo en signo de aprobación.

- Gracias amigo, volveremos pronto - dije acariciándole el lomo.

**********

Al llegar a Berk fui directamente dónde Bocón siempre estaba.

- Hola Elsa, ¿Que te trae a ver a tu querido viejo? - dijo recibiéndola alegremente

Bocón siempre me quizo como si fuera su hija de sangre, y yo lo quería a él como mi papá.

- Hola papá, te extrañé, necesito tu ayuda... "ese problema" apareció de nuevo - dije en tono de preocupación.

- No me digas que ... ¿ya heriste a alguien? - dijo bajando la voz

- No, por suerte, pero no quiero hacerlo, se supone que con los guantes tendría todo controlado pero no es así - me senté en un silla que se encontraba cerca. -¿Por qué soy así? ¿Por qué yo?

- Sabía que este día llegaría... - diji sentándose frente a mí.

- ¿A qué te refieres? - estaba confundida.

- Sabemos que no eres mi hija de sangre, pero nunca te conté como terminaste aquí, verás.... - tomó un sorbo de su leche de yak y siguió - un día hace muchos años un rey y una reina vinieron aquí con su pequeña hija de 4 años en busca de una cura para algo que ellos llamaban "maldición" que se decía que tenía la pequeña. Esa niña ..

- Era yo - interrumpí

- Sí, ellos querían quitarte tus poderes, sólo Estoico y yo sabemos que los tienes, y al no poder darles una cura, el rey y la reina tomaron a su hija y zarparon a otro lugar buscándo l cura - tomó otro sorbo de su leche de yak- pero esa noche hubo una fuerte tormenta y a la mañana siguiente había una pequeña niña flotando inconsciente en una tabla rota.

- Era yo - dije algo triste

- Sí, ellos te amaban Elsa, ellos querían ayudarte - dijo él en lo que se podía creer que eran sollozos. - ¿Con quién estabas cuando casi estallan tus poderes?
- Estaba con Hipo, eso es lo peor - dije preocupada mirándome mis manos - no quiero dañarlo

- Recuerda que tus poderes tienen relación con tus sentimientos y emociones - me recordó Bocón.

Eso es.

Lo que sentía por Hipo era intenso, tan intenso que incluso superaba la magia de los guantes protectores. Eso significaba que cada vez que me acercara a Hipo, él estaba en peligro conmigo.

- Debes aprender a controlar tus emociones. - añadió Bocón.

- Lo haré, intentaré controlarlos... si no... tendré que irme de nuevo - dije tristemente

Debo intentarlo... por Hipo, por mí, por nosotros.

Me despedí de Bocón y volví con Chimuelo a la "Orilla del Dragón"

- Chimuelo, ahí estás, te estaba buscando - exclamó Hipo - Elsa, linda ¿Adónde fuiste?

- Eh.. A visitar a papá ( Bocón) - respondí

Abracé a Hipo, y le di un beso en la mejilla. Y de nuevo sentí un frío llegando a mis manos, queriendo salir.

- ¿Qué pasa? ¿Estas bien? - preguntó sorprendido

- Todo estará bien - diciendo eso esa ola fría se calento hasta desaparecer, lo estaba logrando, era posible controlarme estando cerca de Hipo.

Tenía esperanza que así fuera.

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HOLAA A TODOS, GRACIAS POR LEER ♡ Y COMENTAR, LEO TODOS SUS COMENTARIOS Y ME DAN ÁNIMOS PARA SEGUIR ♡♡♡

Hold me Tight  { Hiccelsa ♡}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora