Narra Hipo
Al anochecer aterrizamos en "La orilla del dragón", todos miraron maravillados a la dragona de Elsa, incluso yo.
Patapez era uno de los más maravillados ante esta nueva especie. Era simplemente un dragón majestuoso, del tamaño compacto de Chimuelo, gracias a eso es ágil y veloz; de color platino blanquesino con toques de un color celeste y ojos penetrantes, pero dulces a la vez.
- Ella es Nébula, la encontré herida en mi viaje, se lastimó la pata en una de las trampas de los cazadores de dragones, la ayudé y desde ese entonces somos amigas - explicó ella
Le pregunté sobre por qué nos hizo oler aquella planta, mientras Chimuelo, Nébula y los demás dragones jugaban para conocerse, parecía que se llevaban bien.
- Son hierbas de Dresdén, así se llaman... ¿Vieron que al salir del barco había una neblina morada? - todos asintieron - es una de las habilidades de Nébula, cuando la niebla tiene tonos azules es una neblina sin ningún efecto, pero pierdes toda visibilidad por lo densa que es... La niebla morada tiene la capacidad de hacerte caer en un sueño profundo, pero si lo inhalas mucho tiempo podría matarte. Las hierbas neutralizan el efecto de la niebla.
Todos quedaron sorprendidos, era un dragón de la categoría misterio. En ese momento una lluvia torrencial cayó, dejando a todos empapados en pocos segundos.
- Ya es tarde, y esta lloviendo, deberíamos ir a dormir - interrumpió Astrid.
Todos asintieron entre bostezos y fueron a sus cabañas. Acompañé a Elsa a dejar a Nébula a su establo junto con Chimuelo, quien acompañaría a Nébula. Después le pedí que me acompañara.
La llevé a mi cabaña, ella quedó maravillada de cuán ordenado estaba todo, por lo general no soy así de ordenado, pero mi secreto es que lo había ordenado por ella. Saqué una sudadera larga y que encontré entre mis cosas y me dirigí hacia ella.
- Toma, es ropa seca, se que no es mucho ni está a la última moda, pero te mantendrá caliente esta noche. - extendí mi mano con la ropa. Ella la tomó sonrió y se limitó a decir "gracias".
Me quedé observando su cabello, sus ojos, su tersa piel, y tarde en darme cuenta ella me estaba pidiendo con gestos que me diera la vuelta.
- ¡Oh, sí, yo... Lo siento..No miraré! - dije nervioso y torpe.
Me fui a la esquina de la sala, lo cual no era muy lejos y le di la espalda a Elsa. Sabía bien lo que se venía y no podía disimular lo nervioso que estaba. Su cuerpo siempre fue perfecto, digna de la envidia de las diosas nórdicas, y si Thor escogiera una esposa, seguro Elsa sería la elegida.
Mis impulsos me tentaban a echar una mirada, pero mi mente luchaba arduamente contra esos deseos, la batalla se intensificó, la tentación era innegable, y cuando me disponía a mirar...
- Ya está, puedes voltear.- Me sorprendí de sus palabras, y tenía una mezcla de alivio y desilusión.
¡Rayos!
La miré y estaba con la sudadera que le había dado, de su ropa, con lo único que se quedó fue con sus pantis, lo cual era entendible, pero me pareció extraño que no se sacara sus guantes. Elsa puso su ropa mojada cerca al fuego y lo primero que hice fue mostrarle el "Ojo del dragón", y eso la hizo emocionarse. Mientras ella sonreía y trataba de decifrar los geroglificos, yo la quedé mirando fascinado y atontado, ella me miró y me hablaba pero yo no le prestaba atención, miraba sus labios moverse ¡Oh, por Thor! Deseaba sus labios desde que tengo memoria.
-Estas bien? - mis pensamientos fueron interrumpidos por su dulce voz.
Me quedé mirando sus ojos, luego sin previo aviso, jalé su delicado cuerpo, juntándolo con el mío. La había extrañado demasiado, y solo una pregunta rondaba mi mente.
- ¿Por qué?. . ¿Por qué te fuiste? - susurré en su oído mientras trataba de disimular mi corazón que latía a mil.
- Yo... tuve un problema...- dijo separándose de mí.
- Lo pudimos haber solucionado juntos - añadí
- No podías, soy... diferente. Necesitaba ayuda urgente.- siguió con un tono de tristeza y temor .- Yo.. no quiero hacer daño a nadie.
- ¿A qué te refieres?- Estaba confundido
- Eso... Ahora no importa, no hay que preocuparse del pasado, lo que importa es que volví.. Ahora cuéntame, ¿Encontraste la Isla de Groncles?.- Dijo cambiando el tema, lo cual me molestó.
- Espera, desapareces sin decir el motivo ni dejar una pista de a dónde fuiste... luego de tantos años y ¿Esta es tu respuesta? .- Ella me miró sorprendida de mi reacción. Evidentemente yo quería más.
Narra Elsa
- Espera, luego de tantos años y... ¿Esta es tu respuesta?.- Dijo Hipo molesto.
¿Qué más quiere?¿Acaso quiere que le diga que soy un mostruo tira hielo con instintos homicidas? ¿Cómo podría decirle que me fui a buscar una respuesta a quién soy? ¿Por qué tengo estos poderes? ¿Seré la única? ¿Cómo puedo controlarlos?
Miré a Hipo con sorpresa, no creí que reaccionará así, creí que quizás... él entendería. Tomé mi ropa y me acerqué a la puerta para salir.
- Espera, ¿Qué haces? - me detuvo
- Me voy... -
- ¿Adónde irás?.- siguió
- Iré a los establos a dormir con Nébula y Chimuelo. - dije molesta..¿Qué era esto...un interrogatorio?
- Claro... huye de nuevo, es típico de ti, huir cuándo algo se pone difícil.- se notaba la rabia en su voz, tomó un plato que estaba cerca y lo aventó con fuerza al piso, dejando restos esparcidos por toda la sala.
Me asusté demasiado, sabía que Hipo merecía una explicación, pero no sabía cómo. La impotencia y el temor estallaron dentro de mí, dejando caer las lágrimas sin poder hacer nada al respecto.
Hipo pareció notar mi malestar... se quedó inmóvil por unos segundos, se acercó y sin darme cuenta, él se encontraba enfrente mío. Yo, por el contrario, me alejé de él, abrí la puerta y tomé el impulso para salir, impulso que fue frenado. Hipo me había tomado el brazo impidiendo que me fuera. Cerró la puerta, se acercó aún más y susurró en mi oído en un tono dulce y calmado..
- Quédate conmigo...
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HOLAA!! AQUÍ ESTÁ EL TERCER CAPÍTULO, DÍGANME ¿QUÉ LES PARECE? ¿HIPO FUE DEMASIADO RUDO CON ELSA? ¿ELSA LE DIRÁ LA VERDAD?
PUBLICARÉ UNA O DOS VECES A LA SEMANA.
ATTE:KYLEE ♡
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Hold me Tight { Hiccelsa ♡}
FanficHiccelsa ♡ Dos amigos de la infancia. Ella se aleja misteriosamente, luego de años vuelve. Un mar de preguntas sin respuestas Secretos. Pero.. ¿El amor vencerá al temor? ¿Aparecerá un tercero en esta historia? Acompaña a Hipo, Elsa, Astrid, Patán...