El joven del norte

104 9 0
                                    

Narra Elsa:

Pasaron días en mi búsqueda de La Bruja Kel y finalmente pude encontrar su escindida isla. Volamos hasta su posada, tocamos la puerta...

No hay respuesta...

Toqué la puerta repetidamente y la respuesta era nula. Empecé a sentir la desesperanza, la cual se convirtió en un golpe que congeló la puerta. Estaba perdiendo el control.
Me apoyé sobre la puerta y caí rendida, Nébula se acercó a mí dándome consuelo.

- Perdóname linda, te hice volar hasta aquí en vano - dije acariciando su cabeza

En ese momento la puerta se abrió con un estruendo y caí de espaldas.

- ¿Quién hace tanto escándalo a estas horas? ¿Acaso una vieja no puede tallar madera en paz? - Kel miró hacia el exterior de su cabaña buscando al responsable.

- ¡Bruja Kel! - exclamé feliz - Que alivio que estés aquí necesito tu ayuda, por favor.

Kel examinó los restos de hielo y me dejó pasar.

- Veo que los guantes ya no te sirven, es justo lo que temía - dijo empezando a buscar algo entre sus estantes de pociones y vertiéndolos en su caldero que emitía un extraño brillo verde. - tus poderes son más fuertes de lo que creí, puede que tu magia sea más fuerte que la mía, pero hay una opción. - el caldero explotó suavemente soltando una nube de humo.

- Te lo agradecería mucho, no quiero herir a nadie... Deben estar muy preocupados por mi, haré lo que sea-

La anciana sirvió un vaso con el líquido verde del caldero. Lo agarré, contuve la respiración y me lo acerqué a los labios. No pregunté lo que era, ni quería saber... Lo bebí. Asqueroso. Espere unos segundos para ver si algo cambiaba.

- No me siento diferente, a parte de las ganas de vomitar - la miré

- Eso es porque acabas de tomar mi té especial de puerros y coles. - dijo Kel algo triste porque tomé su vaso. - Es un manjar que pocos saben apreciar.

- Disculpa - Vi como se servía otro vaso con su té - entonces... ¿Hay alguna pócima, unos guantes o algún otro artefacto mágico?

- Yo no puedo hacer nada... - dijo ella sorbiendo su té

- ¡¿Qué?! Debe haber algo que puedas hacer, por favor -

- No puedo, te lo dije... Tu magia es más fuerte que la mía - dijo tranquila mientras mi mundo se derrumbaba.

Ya no podría volver a Berk, ni a la Orilla del Dragón. No volvería a ver mi papá ni a mis amigos... 

Ni a Hipo.

- Pero... - continuó - Hay alguien que puede ayudarte.

- ¿Quién es? ¿Dónde puedo encontrarlo?- podía sentir como la esperanza volvía a mí. 

Kel hizo una gran pausa que comenzó a inquietarme. 

-   Es un jovencito que tuvo tu mismo problema, pero él logró resolverlo... Tú no lo encuentras, él te encuentra a ti. -Dijo misteriosa.

- Entonces, ¿sólo debo sentarme a esperarlo? - respondí ofuscada.

- Vuela al norte, él sabrá encontrarte - dijo mirando por la ventana a as estrellas que comenzaban a brillar en el cielo, yo la seguí y miré el cielo, estaba precioso, el sol se estaba escondiendo y el atardecer me decía que mañana sería un nuevo inicio de mi viaje. 

- Muchas gra..... - giré para encontrarme con Kel, pero ella se había esfumado, no había ni rastro de que alguna vez estuvo ahí. Suspiré y salí a ver a Nébula. - Bueno linda, hay que prepararse porque mañana salimos temprano con rumbo al norte. 

Esa noche no podía dejar de pensar en Hipo y los demás. Ya habían pasado días desde que me había ido. 

"Deben estar preocupados" Justo vi a un terrible terror que me podría hacer el favor de mandar una carta a la Orilla del Dragón. Les escribí y pude descansar. 

***********************************************************

Habían pasado unos días desde que partimos hacia el norte como nos había dicho la Bruja Kel. Hicimos algunas paradas y mientras más nos alejábamos de casa habían menos dragones y el frío aumentaba. 

- ¡Ahhhhh! No veo más que nubes desde hace horas. - me recosté de espaldas en Nébula vencida y frustrada preguntándome si hacerle caso a la anciana había sino una buena idea. - Perdóname Nébula por hacerte volar tanto tiempo, no ha debido ser fácil para ti, ¿verdad? - acaricié las escamas de mi dragona mientras daba un gran suspiro. - Es hora de volver a casa a despedirse, luego buscaremos un nuevo hogar.... - miré al cielo - ¡Me rindo! Me cansé de buscar a..... ni siquiera sé su nombre.... 

Nébula giró y empezábamos el camino devuelta a casa cuando tuve una sensación familiar en la espalda, era un frío que me recorría hasta la médula, el viento era helado.... Miré hacia atrás buscando algo en el horizonte, nada había cambiado. Quizás era el destino que me decía que no me rindiera... lo pensé por unos momentos. 

- No... Hemos buscado mucho tiempo, no sabemos su nombre, ni siquiera si existe - Giré rápidamente para ver a frente y... 

- Sí que existo - Dijo un joven de cabello platinado y un báculo en la mano. Estaba lo que parece sentado en lo que es el torso de Nébula, justo en la parte entre su cuello y la montura. Su cara estaba demasiado cerca a la mía.  

- ¡Ah! - Grité asombrada y asustada

- Tranquila, no quería asustarte, hace muchos años que no hablaba con nadie - dijo juguetón. 

Era un joven de contextura delgada, de piel pálida, cabello platinado y alborotado, ojos celestes y sonrisa perfecta. Su vestimenta no era nada del otro mundo, pero no tenía zapatos.

Me quedé mirándolo asombrada procesando lo que estaba pasando. 

- ¡Oh! Se me olvidó presentarme, Soy Jack Frost. - sonrió y me miró dulcemente esperando respuesta. 

___________________________________________________________

Hola! Tardé un poco pero estaba ocupada ideando el día de la madre :c Pero sí o sí tendrán capítulo. Espero que ustedes lo hayan pasado bien en el día de ayer. Les traigo otro capítulo con un nuevo personaje. 



Hold me Tight  { Hiccelsa ♡}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora