Hiccelsa ♡
Dos amigos de la infancia.
Ella se aleja misteriosamente, luego de años vuelve.
Un mar de preguntas sin respuestas
Secretos.
Pero.. ¿El amor vencerá al temor? ¿Aparecerá un tercero en esta historia?
Acompaña a Hipo, Elsa, Astrid, Patán...
El fuego ardía por mis venas al chocar espadas con mi peor enemigo. Ni siquiera los gemelos en sus peores días me habían hecho enojar tanto.
- ¡No debiste meterte con ella! - Viggo lograba esquivar mis movimientos con facilidad al principio, peeo notaba como poco a poco el iba perdiendo fuerza y vigor mientras mi ira me impulsaba a seguir un remate después de otro.
- Tú comenzaste a meterte en mis negocios, así que hice de Elsa un negocio - Viggo contestó. - Me pagaron muy bien por ella.
Una ola de adrenalina recorrió todo mi cuerpo, dándole la fuerza y la energía suficiente para ganarle a Viggo, su espada cayó al suelo a unos pocos metros de dónde era la batalla.
- Hippo, querido amigo, no vas a matarme.. ¿O sí? - Viggo se notaba un poco asustado porque nunca había visto este lado de mí.
- No nos volverás a hacer daño nunca más, de eso me encargaré yo - Alcé mi espada y di el golpe final cerrando los ojos.
¡Clank!
El sonido de dos metales cjocando ensorderció el lugar, luego vino un silencio. Abrí los ojos y un hacha berserker se interponía entre la cara de Viggo y el filo de mi espada.
Era Heather.
- Hippo, tú no eres así... Debemos concentrarnos en lo que realmente importa... - Me apunta con el dedo la dirección a la que debía mirar retirando mi espada. Eran Patapez con Elsa.
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- Esta grave, debemos atenderla de emergencia.
Grité de impotencia, ellos tenían razón pero... Que difícil era contener la ira que tenía. Con un grito, me di media vuelta velozmente sin que nadie pueda detenerme, cerré los ojos y clavé mi espada en dirección a la cabeza de Viggo.
3 cm. Esa es la distancia que mi espada estaba por matarlo.
- Llévenselo - Ordené. Todos me miraban incrédulos ante lo que acababan de ver. Todos menos Viggo que se reía.
- ¡Cobarde! ¿Vas a dejar que me encierren, que otros se encarguen de mí en vez de encargarte tú mismo? - Gritó Viggo molesto.
- No vales mi tiempo, tengo cosas más importantes que atender - A Viggo lo esposaron para que no se pudiera escapar y todos sus hombres perdieron la batalla. Fui corriendo donde se encontraban los demás
- ¿Cómo está ella? - Pregunté.
- La perdemos.. Si no actuamos rápido será muy tarde. - Patapez se notaba nervioso y preocupado.
- No alcanzaremos a llegar a la aldea a tiempo - Dagur intervino.
- Los Defensores del Ala estaríamos encantados de recibirlos en nuestra isla, pero también estamos demasiado lejos. - Mala llegó.
