¿Lo prometes?

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Entramos junto a Chimuelo a su cabaña y me ayudó a sentarme sobre una mesa.

- Espérame aquí, buscaré una venda - Hipo subió las escaleras y Chimuelo me hizo compañía.

Luego de unos segundos Hipo bajó con unas vendas.

- Esto va a arder un poco, Chimuelo ayúdanos - Chimuelo lamió mi herida limpiando la sangre y dejando una delgada capa viscosa que me hizo estremecer.

- ¡Ouch! - Hice una mueca de dolor. - ¿Por qué hizo eso?

- La saliva de un furia nocturna no es de lo más agradable pero tiene propiedades curativas.

El ardor se intensificó y mis alaridos también.

- Sé que arde -dijo nervioso - no puedo verte así - se agachó a la altura de mi rodilla y empezó a soplar para calmar el dolor, lo cual resultó, a los pocos segundos dejó de doler e Hipo prosiguió a vendarme.  

- Listo, como nueva- volvió a incorporarse y tomó un paño mojado y comenzó a limpiarme la tierra de la cara lentamente.

La mirada de Hipo y la mía se cruzaron estando a menos de un metro de distancia, su mirada era magnética, no podía dejar de mirarlo y poco a poco me atraía hasta estar a centímetros de concretarse en un beso cuando....  sonó la puerta y entró Patapez e Hipo y yo nos separamos de inmediato.

- Lamento molestar, pero tengo Buenas noticias para Elsa - dijo el rubio alegremente.

*********

- Como ves, no fue una herida grave, no podrá volar por unos días, pero estará como nueva - dijo Patapez una vez que llegamos al establo dónde estaba Nébula.

- Gracias Patapez, es maravilloso oír eso ¿verdad nena? - refiriéndome a Nébula quien se encontraba mucho mejor.

Todos se habían ido, pero yo me había quedado acompañando a Nébula hasta el anochecer, luego la alimenté y me fui a mi cabaña.

**********

A primera hora del día siguiente me fui a ver a Nébula, llevándole su comida favorita, se veía recuperada pero ambas sabíamos que quedaba un largo camino así que comencé a darle un baño.

A los pocos minutos llegó Hipo.

- ¿Cómo está Nébula?- preguntó

- Está mejor, por suerte - mientras seguía cepillando a mi dragona.

- ¿Qué te parece si luego del baño vamos a volar un rato? tengo que mostrarte algo - Se acercó a Nébula, tomó un cepillo y me ayudó a bañar a Nébula.

Miré a Nébula, no quería dejarla sola, pero pareciera que ella me diera permiso para ir, ya que me empujaba suavemente hasta dónde se encontraba Hipo.

- ¿Estas segura? - dije a mi dragona a lo cual asintió - Prometo traerte más pescado de río para tí.

Ambos terminamos de limpiar a Nébula y nos dirigimos a Chimuelo, me subí detrás de Hipo.

- Agárrate fuerte My Lady - dijo en tono caballeroso.

Me aferré a él con fuerza por la cintura y el furia nocturna despegó.

- ¿A dónde vamos? - pregunté

- ¿Recuerdas que le prometiste a Nébula peces de río? Te llevo a cumplir tu promesa. - sonrió.

Aterrizamos en la cima de un risco, y si mirabas por el borde había un río bravo esperando allá abajo. Ambos bajamos de Chimuelo.

- ¿Por qué me trajiste aquí? - estaba algo confundida.

- No mires - buscando algo de su bolsa que cargaba Chimuelo.Le di la espalda unos segundos hasta que me permitió mirarlo.

Al hacerlo quedé sorprendida, de sus brazos salían una especia de alas hechas de algún tipo de tela o cuero, era algo extraordinario, pero no me daba buena espina.

- ¿Asombroso verdad? Este es un prototipo, eres la primera en verla, considérate honrada - bromeó

- Es genial, pero ¿Estas seguro que puede funcionar? - estaba preocupada, la caída se veía peligrosa.

- Sí, sólo debo encontrar la angulación y el momento correcto- se acercó a mí y levantó mi quijada para mirarlo. - No hay de qué preocuparse, además no puedo alejarme mucho de tí de todos modos. No me alejaría mucho de tí.

- ¿Lo prometes?

- Lo prometo, además Chimuelo estará ahí para salvarme ¿Verdad amigo?

El amigo dragón sonrió como pudo y movió su cola en signo de aprobación.

- Mira esto -  Saltó desde el acantilado y a mitad del camino desplegó sus alas pero perdió el control - ¡Chimuelo!

El dragón desapareció de mi lado en un santiamén por salvar a Hipo, trayéndolo ileso.

- ¡¿Estas bien?!

- Sí, sólo fue un error de calibración. - arreglando su traje - lo volveré a intentar.

Hipo intentó tres, cinco, diez veces y siempre Chimuelo lo salvaba.

- Está vez si va a funcionar, estoy seguro - se tiró del acantilado otra vez.

Pero esta vez fue diferente, al extender sus alas Hipo pudo volar cerca al río.

- ¡Sí! - gritó de la emoción.

- ¡Sabía que podías! ¡Ahora vuelve! -grité  contenta porque lo había logrado.

Hipo intentó darse la vuelta, pero estaba tan cerca del río que cayó en él. El río era fuerte y lo sumergió de forma instantánea y se perdió rastro de él, había sido arrastrado por el río.

- ¡Hipo!- Me subí en Chimuelo y fuimos a buscar a Hipo.

Buscamos por todo el río pero lo único que había encontrado era un pedazo de tela perteneciente a una de sus alas.

¡Tonto!

La preocupación aumentaba con el pasar dela tiempo. Y ya las lágrimas empezaron a brotar.

- ¡Idiota! ¡Lo prometiste! - dicho esto me desplomé en el suelo,  abrazando ese pedazo de tela.

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¿QUÉ LES PARECIÓ EL CAPÍTULO DE HOY? ¿LES GUSTÓ? GRACIAS A TODAS POR LEER MI FIC :')

Hold me Tight  { Hiccelsa ♡}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora