Hiccelsa ♡
Dos amigos de la infancia.
Ella se aleja misteriosamente, luego de años vuelve.
Un mar de preguntas sin respuestas
Secretos.
Pero.. ¿El amor vencerá al temor? ¿Aparecerá un tercero en esta historia?
Acompaña a Hipo, Elsa, Astrid, Patán...
¿Cómo le explico? ¿Cómo le digo que es una persona voladora de cabello blanco? ¿Cómo le explico que es un chico con poderes de hielo igual que Elsa? ¿Cómo le explico que es un aliado cuando se trata de la protección de Elsa, pero un rival si se trata de conquistar su corazón?
Estaba buscando las palabras exactas cuando Patapez abrió la puerta de golpe.
- ¡Funcionó! ¡Está despierta!
Un alivio se apoderó de mi cuerpo junto con un regocijo indescriptible. Fue una de las pocas veces que abracé a Patapez.
- ¡Oh Thor, Gracias!
Anna y yo entramos corriendo a ver a Elsa, quien se encontraba sentada en la sala dónde la habíamos dejado. Al vernos Elsa se puso de pie y corrió hacia mí con las pocas fuerzas que iba recuperando.
La abracé como si nunca lo hubiera hecho, agradecí poder tener está oportunidad que no sabría si volvería a tener. La rodeé y con mis brazos intentando darle todo el calor que en algún momento haya podido necesitar. No quería soltarla, eso es seguro. Luego de un largo momento, nos miramos de cerca.
- Sabía que vendrías por mí...
Elsa sonrió con una lágrima asomándose, con mis dedos levemente limpié su lágrima mientras comenzaba el recorrido de su mejilla, ella apoyó su mejilla en mis manos buscándome.
- Hasta el fin del mundo, estés dónde estés, siempre iré por tí, te lo prometo.
Tomé su barbilla y suavemente la levanté para que me mirará a los ojos unos segundos hasta que se diera cuenta de mi próximo movimiento.
Lentamente me acerqué y le di un beso.
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Ejem!
Una voz femenina nos interrumpió. Era Anna.
De inmediato, recordé que no estábamos solos en la habitación y ambos nos sonrojamos.
- Elsa, perdóname, con razón no me dejaron visitarte antes de la boda, ese tan Viggo tenía todo planeado, de haberlo sabido, nunca hubiera dejado que mi hermana se case con - Empezó a relatar Anna rápidamente
- ¿Hermana? - Elsa estaba un poco confundida.
- Elsa, ella es Anna, tu hermana. - Sonreí mostrándole que no había por qué desconfiar.
Ella se acercó levemente a Anna y la observó unos segundos.
- Puede que no te acuerdes de mí, Pero cuando éramos niñas éramos muy unidas, jugábamos en las salas de los cuadros, hacíamos cantar a mamá cuando nos acostaba en la noche, hacíamos muñecos de nieve en invierno y siempre se llamaba
