Narra Astrid
¿Qué? ¿Elsa era un monstruo? Así que ella podía herir a Hipo.
Esa mañana sentí que algo raro estaba pasando entre Hipo y Elsa, así que me levanté temprano a investigar y definitivamente había algo extraño.
Elsa se había llevado a Chimuelo.
Los seguí y llegamos a Berk, para ser más específicos ella fue a ver a Bocón, y ahí fue dónde me enteré de su gran secreto, escondida detrás de la puerta.
Hipo me comenzó a gustar desde que me llevó a volar por primera vez, yo creía que él era alguien sin importancia, alguien que no necesitaba en mi vida, mi vida como cazadora de dragones... Pero las cosas cambian, Berk cambió, yo cambié, de verdad lo quería conmigo, y ahora que se avecinaba nuestra boda debía impedir que Elsa interfiriera.
Si les contaba a todos sin pruebas nadie me creería, mi única salida era hacer que Elsa tuviera miedo de nuevo, miedo de sí misma, miedo de acercarse a Hipo.
Con ése plan regresé a Berk, empeñada en que yo debía ser la dueña de su corazón.
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Al llegar me encontré con Brutacio y Brutilda persiguiendo a unos jabalíes salvajes con Eructo y Guacala.
-Hey! ¿Vieron a Elsa? - pregunté
- Hola Astrid, ¿Acaso ya nadie saluda?- respondió Brutacio
- Es una pena de los adolescentes de hoy en día- siguió Brutilda negando con la cabeza.
- arghh! - suspiré - Hola Brutacio, Hola Brutilda, ¿Han visto a Elsa?
- Ahora que lo mencionas... sí, ella debe estar en su cabaña - contestó Brutilda
Tomé aire y determinación para hacer la locura que iba a hacer, me dirigí hacia la cabaña de Elsa, toqué la puerta.
Toc, toc, toc...
Se hizo un gran silencio antes de poder oir una frágil voz...
-Pasa - era Elsa.
Narra Elsa
Estaba cansada luego del viaje con Chimuelo, me despedí de Hipo con un beso tierno en la mejilla y fui directamente a mi cabaña, sin primero antes ver a los gemelos hacer las tonterías de siempre. A los pocos minutos de haber llegado a mi hogar escucho la puerta. Alguien tocaba la puerta.
¿Era Brutilda o Brutacio?...No, los acababa de ver, quizás ¿Era Patán?... tampoco, él estaba muy ocupado entrenando con Colmillo, entonces ¿Patapez?... Imposible, él estaba al otro lado de la isla clasificando rocas. Entonces pensé en Hipo, quizás se haya quedado preocupado por lo que había pasado hace pocos minutos y quería saber si me encontraba bien.
- Pasa - dije suavemente con.una sonrisa para recibir al chico de ojos verdes, pero esa sonrisa se borró cuando vi a la rubia entrando, sabía que nada bueno traía, se la veía determinación en los ojos, llegaba a ser intimidante.
- Hola... Elsa - dijo lentamente con una leve sonrisa.
- Astrid ¿Qué haces aquí? - era la primera vez que ella venía a verme, era la última opción en la lista de mis posibles visitas.
- Quiero hablar - continuó cerrando la puerta detrás de ella.
-¿Ha-hablar? ¿De qué? - dije nerviosa.
- No te hagas la tonta Elsa, ya sé tu secreto - contestó aproximándose a mí de forma impotente - Sabes muy bien a lo que me refiero.
Imposible...
- Sé que tienes ese poder para dañar a las personas, ése poder que es tu maldición - siguió ella.
¡Demonios! Ella lo sabía.
- ¿A quién heriste antes? ¿Lo mataste?... - no respondí - ¡Vamos! Di algo.
- Eso no te incumbe, ya tengo todo bajo control ahora - dije seria.
- ¿Segura? ¿Y qué me dices de lo que casi dañas a Hipo? ¿Te das cuenta porqué tus padres te abandonaron? - la miré atónita, ella sabía más de lo que imaginaba- ellos no te querían Elsa, ellos te abandonaron al saber que eras diferente.
Sus palabras entraron por mis oídos y se clavaron en mi corazón cual estacas, cada palabra era un martillazos que hacía que la herida creciera más y más.
- Ellos nunca te quisieron, tú sólo hieres a las personas, terminarás por herir a Hipo... - dijo Astrid cruelmente.
ES VERDAD...Si me quedaba con Hipo sólo podría lastimarlo, o algo peor. Ese pensamiento hizo que un frío conocido trepara por mi espalda queriendo manifestarse. Lo reprimí.
- Además ¿Qué diría Hipo y los demás al saber que eres un peligro? Ellos no te querrán cerca, te tendrán miedo ¿Por qué?... ¡Porque eres un MONSTRUO!
- ¡Basta! - grité y ya era tarde al darme cuenta que hielo y escarcha se esparcieron por los suelos haciendo que éstos se congelaran, mis guantes congelados, Astrid cayó al suelo y su mirada expresaban terror. Conocía esa mirada y no quería volver a verla de nuevo.
Fue hace mucho, me hice amiga de una chica cabello negro que tenía mi edad, cuyo nombre no puedo recordar. Ella venía de otro pueblo vecino y no me juzgaba, se quedó una temporada pero un día discutimos, no recuerdo la razón y la herí, llegué a congelar su corazón, su cara era la misma que Astrid tenía en ese momento, yo ya no era su amiga, pasé a ser una pesadilla. Su padre se la llevó en busca de una cura y no supe más de ella, sólo Estoico, Bocón y yo sabemos ese incidente, esa imagen y ese miedo comenzó a invadir de nuevo, me fui en busca de una cura, de los guantes que habían funcionado bien... hasta ahora.
Realmente no podía controlarlo, quizás ella tenga razón.
Soy un monstruo...
- Astrid, yo... Lo siento- supliqué.
- No te acerques - dijo temblorosa - justo a esto me refería, ahora por suerte no me mataste, pero y... ¿Qué pasará si lastimas a Hipo?
No quería lastimar a nadie, menos a Hipo, en mi mente volvían las imágenes de esa niña pelinegra.
- Si amas a Hipo, aléjate de él, sino... tendré que decirle tu secreto.- salió de mi cabaña dando un portazo.
Me desplomé en el supe, sobre pedazos de escarcha y hielo comenzando a derretirse, era un desastre...
Debía dejar a Hipo, por su bien, por lo menos hasta que pueda controlar mi... maldición.
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Lamento la tardanza, en un momento no encontré inspiración y me bloquee, pero estoy devuelta y tengo una segunda temporada planeada :3 ¿Entrará otro personaje a robar el amor de Elsa? Hay muchos misterios por resolver...
Dejen sus comentarios que les pareció y si dejan su voto se los agradecería y me haría saber si les gusta lo que escribo.No volveré a desaparecer, lo prometo :)
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Hold me Tight { Hiccelsa ♡}
FanfictionHiccelsa ♡ Dos amigos de la infancia. Ella se aleja misteriosamente, luego de años vuelve. Un mar de preguntas sin respuestas Secretos. Pero.. ¿El amor vencerá al temor? ¿Aparecerá un tercero en esta historia? Acompaña a Hipo, Elsa, Astrid, Patán...