¿Estamos seguros que eso es limpiar?

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Madam Jin no era una buena persona, y en su defensa, nunca pidió que creyesen que lo era.

Madam Jin era una mujer amargada que de joven fue muy ambiciosa, error por el cual hoy en día pagaba un precio muy alto. Había obtenido el estatus que su familia y ella tanto anhelaron, era la Señora de una de las 5 grandes sectas, todos aquellos quienes la conocieron en su juventud ahora tenían que inclinarse ante ella.

Y a pesar de todo ese logro, todo supo a cenizas en su boca tan solo unos meses después de su matrimonio. Su nuevo esposo no tardó demasiado en retomar su vida de lujuria y desenfreno como si su nuevo estatus de casado fuese una broma o un asunto sin importancia.

Y es así que toda ilusión de manejar una secta a la par con su esposo se hizo añicos, aquella vez, la primera de las infinitas veces que su esposo la engañó, lloró, lo hizo por primera y última vez.

Lloró de rabia ante lo ingenua que fue al pensar que una vez casado su marido se asentaría, como la mayoría de su familia le dijo que sucedía con todos los hombres, Lloró por ella y por lo que tendría que soportar en años venideros, lloró por su hijo que en ese entonces aún crecía en su vientre y la vida que tendría, lloró por la pérdida del último rastro de bondad que había en ella, y lloró por la muerte de la persona que era hasta ese momento. Lloró por horas encerrada en sus aposentos sin que nadie la escuchara.

Y luego, cuando terminó de llorar se puso de pie, fue en busca de agua se lavó el rostro y se recompuso, para el momento que salió de la habitación ya era otra mujer, y no ha vuelto a llorar desde entonces.

Y fue así que nació Madam Jin, la misma Madam Jin que se enfrentó con frialdad a todas las burlas que recibía por las andanzas de su marido, y la misma Madam Jin que nunca permitió que ninguna de las conquistas de Jin GuangShan pusiera siquiera un pie en la Torre Koi. La mujer que tuvo que transformarse en una serpiente, para poder sobrevivir en el nido de pequeñas víboras que era su hogar.

Y era la misma Madam Jin que ahora se enfrentaba a un grupo de viejos libidinosos para poder sacar a su secta del barro y así tener algo que heredarle a su hijo.

Porque por sobre todas las cosas que era, ella primero era Madre.

Una Madre que mataría con sus propias manos y sin pestañear, a quien se atreva a dañar a su hijo, incluso si quien lo daña es su propio padre, o demás familia paterna.

Fue por su amor de madre, que no le importó convertirse en asesina y acabar con la vida de uno de los medio hermanos de su hijo en cuanto supo que este representaba un peligro para él. Y no la malentiendan, el hecho de que este personaje pudiera usurpar el lugar que por sangre le corresponde a su hijo era un asunto menor en comparación con el hecho de que este ser humano se atrevería a atentar contra la vida de su hijo, con tal de obtener una posición en la Secta.

Fue por su amor de madre también, que procuró buscarle a su hijo la mejor opción de esposa que podía encontrar, porque independientemente de la amistad, ¿Quién mejor que una hija de la temida araña violeta para poder ayudar a su hijo a enfrentar a los venenosos miembros de su propio clan?.

Y es por amor a su hijo, que después de una exhaustiva investigación, que actualmente se para en la sala de reuniones de la Secta LanLing Jin con espada en mano enfrentándose al consejo de ancianos de Jin reclamando el legítimo derecho de Jin ZiXuan al liderazgo de su secta.

Y es que, ya armada con todas las pruebas que pudo conseguir y asegurándose uno que otro aliado, Madam Jin marchó a esa sala con toda la gracia, fortaleza y actitud de una emperatriz. Y entonces los ancianos de Jin no tuvieron la más mínima oportunidad.

Madam Jin llegó lanzó un fajo de papeles delante de los ancianos y dijo.

Por decisión unánime de todas las grandes sectas, se ha encontrado a Jin GuangShan, culpable de múltiples delitos y por tanto ha perdido su título como líder de la Secta LanLing Jin. Así que estoy aquí para anunciar dos cosas, primero mi hijo Jin ZiXuan, único hijo legítimo de Jin GuangShan reclama su derecho a liderar está Secta, y segundo por medio de la presente y en representación de mi hijo declaro disuelto este consejo de Ancianos, mismo que será sujeto a un juicio por colaborar con varios de los delitos de Jin GuangShan.

Todos los presentes estaban sorprendidos, y muchos bastante ofendidos y así se lo hicieron saber.

- ¿Quién te crees que eres para venir a acusarnos de delitos sin pruebas? Debes saber que no dejaremos que intenten derrocar ni al Líder de la Secta Jin ni a este consejo tan solo por estúpidas palabras de una mujer celosa.

Madam Jin se rió y contestó.

- Pruebas hay muchas, y de hecho si tan solo revisaran los papeles que les acabo de entregar se darían cuenta que mis palabras tienen fundamento.

- Debo decir también que el Líder de la Secta Jin ahora es mi hijo Jin ZiXuan, y él dispone que el presente consejo de ancianos sea disuelto.

- Y por último, les recuerdo soy Madam Jin, hasta hace poco Señora de la Torre Koi, y actualmente, madre del Líder de la Secta Jin. Y actuo por el bien de los intereses de mi hijo.

Los más inteligentes del grupo rápidamente decidieron guardar silencio ante lo que claramente era la voz de la razón, pero como siempre, hay otros que simplemente no entienden y quieren seguir imponiendo sus propios caprichos.

- Tu no puedes hacer nada, eres una mujer patética que nunca tuvo voz ni voto en esta secta, y tu hijo es todavía un niño, la secta Jin será manejada por nosotros hasta que se elija una persona que si sea capaz de entender la grandeza de este clan que desde siem.....

Y no se escuchó nada más pues una espada voló y rebanó directamente el cuello del anciano que hablaba.

- Nunca he Sido solo una mujer débil, si esta secta sigue en pie a pesar de los excesos tanto suyos como de Jin GuangShan es gracias a mi, pero como siempre ustedes hombres nunca se dan cuenta de nada. Y aclaro que cualquiera que se atreva a contradecirme sufrirá el mismo destino que su compañero.

Y fue allí que los demás ancianos entendieron que Madam Jin no estaba allí para dialogar, sino para hacer cumplir sus órdenes.

Y para consternación de todos en la Torre Koi, la cabeza de aquel anciano no fue la única que rodó.

Después de disuelto, el consejo de ancianos hizo un intento de asesinato a Madam Jin mientras esta tomaba un descanso, el resultado: dos personas más cayeron al filo de su espada.

Y así fue que más que una limpieza, todo el asunto terminó en pisos llenos  de sangre.

Para el final de la semana y cuando Jin ZiXuan llegó a la torre Koi, nadie se atrevía siquiera a levantar la mirada a Madam Jin pues todo aquel que tenía algo que ocultar o bien murió por su espada o a manos de un verdugo en cumplimiento de su sentencia.

De lo que fue el famoso consejo de Jin solo quedaban 4 personas vivas y de ellas, solo 2 no tenían ningún delito comprobado.

Muchos fueron encarcelados, otros despedidos y otros ejecutados. Los rangos de todos ellos eran muy diversos, desde simples sirvientes, pasando por guardias, discípulos y terminando en miembros de alto rango de la familia Jin, baste decir que el linaje del Clan Jin ( o al menos el linaje legítimo) se vio seriamente reducido con muy pocos miembros para mantenerlo.

Las más ambiciosas de las mujeres con las que Jin GuangShan se había enredado y que claramente no estuvieron en el juicio pensaron aprovecharse de la situación y obtener algún beneficio.

Lo que obtuvieron a cambio fue un muy buen conocimiento de las escaleras de la Torre Koi por dónde fueron empujadas.

Arreglarlo antes de que Suceda. Un Trabajo Bastante Complicado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora