Once

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Jimin miro con horror los papeles en sus manos, escuchando al médico de turno confirmarle lo que leía.

Hace no más de diez minutos le habían traído los resultados de su ecografía abdominal por las molestias que este había tenido durante días.
Las cuales el resultado había sido inesperado para todos en definitiva.

Estaba en embarazo

Estaba embarazado de tres meses y el no sabía de quién era, por que sabía de antemano que de su novio no por que se solían cuidar por sus carreras.

Sabía que ellos habían creado el ser que ahora crecía en su interior, más no sabía de cual de todos era ese niño.

El pelinegro tomo su rostro entre sus manos y lloro, lloro por que ese no era su plan de vida y mucho menos lo que quería, también por que ese niño era producto de un abuso el cual fue tan cruel como para traerlo al mundo.

Lloro por que no era de su novio, del chico a quien apesar de todo le tiene un gran amor de años, del chico quién considera lo más valioso y bueno de su vida y que no sabe cómo verle el rostro luego de todo lo que a pasado.

Se sentía una mierda por que aparte de  estar jodido el estaba jodido ese niño, sabia que si llegase a nacer sufriría por razones las cuales se conocían, sufriría por que apesar de no tener la culpa de nada no era buen recibido de parte de su persona, no era por que era mala gente pero ver a algo todos los dias y que te recuerde como vino y todo lo que pasó para que él estuviera donde está no era agradable, no lo era y eso lo sabía.

El médico que lo atendía lo miro con pena mientras acomodaba sus cosas de trabajo en el bolsillo de su saco blanco, sabía lo duro que pegaba la noticia de un embarazo y más si era a causa de un abuso, era complicado para todos pero más para los afectados así que no era nadie más juzgar las decisiones tomadas una vez se enteran de lo que pasa, así el sea alguien el cual salva vida y las trae al mundo tenía que ser consciente de las cosas, entendia a la perfección todo.

El pelinegro suspiro mientras secaba sus lágrimas las cuales no dejaban de salir, se acomodó en la cama y miro al doctor aún parado en su sitio por un momento.

__ Necesito hablar con Jungkook, por favor __hizo una mueca triste al pronunciar su nombre, le dolía.

El otro asintió.__ Lo llamaré, está en turno hoy __murmuro bajo, para así hacer una leve reverencia y salir de la blanca habitación.

Este lo miro salir, por instinto llevo sus manos a su panza suavemente abultada, no era mucha la verdad, parecía un gordito de comer que una panza de tres meses quizás por eso no lo habían notado antes de su estado.
Acarició está por un momento y negó soltando un sollozó, eso no podía ser verdad, estaba tan jodido.

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El pelinegro abrió sus ojos luego de haberlos cerrado por un momento al escuchar la puerta del lugar ser abierta, se sento con cuidado y suspiro sintiendo su pecho apretar al sin siquiera levantar la mirada saber quién era, su olor era muy conocible para el.

Escucho pasos hasta que se detuvieron justo a unos metros de distancia de su cama, dando al ambiente incómodo y tenso.

__ Jungkook ... __susurro por fin.

El mencionado asintió, luego de tanto tiempo escuchar su nombre salir de esa boca era algo fantástico, el como médico encargado de todas sus cirugías las cuales le salvaron la vida estaba al tanto de su estado, por lo cual se sorprendió cuando no le dijeron sobre los resultados de las ecografías.

__ Yo... Y-yo lo Siento __suspiro para así alzar la vista y verlo, tan de cerca y a la vez no, luego de días verle era para llorar__ Es mí culpa, lo es.

Este no entendía, tenía tiempo sin hablar con su chico y cuando lo hacia eso le decía, sin mentir tenía miedo.

__ Nada es tu culpa, no lo sientas por que nada lo es __se acerco con cuidado y al estar mirándole acarició su cabeza__ ¿Que sucede?, Dime qué pasa por favor.

El bajo se erizo ante el simple tacto, mirando a esos ojos profundos y oscuros que tanto le gustaban y los cuales le habían enamorado, mordió su labio inferior y retuvo un sollozó al ver en esos mismos orbes preocupación, pero apesar de todo ese mismo brillo que siempre tenían cada que lo miraban a el, cada que se trataba de el, con tanto amor reflejado.

Eso le dolió aún más, saber que este lo seguía adorando después de todo y que jamás, en ningún momento lo había dejado solo con todo el peso que estaba llevando ahora, el estaba con el como desde un principio lo estuvo, apoyándolo.

__ Estoy preñado __allí fue donde explotó, llorando con fuerza mientras agarraba la bata blanca de su novio y escondía su rostro en ese fuerte y duro pecho, oliendo y sintiendo el calor del otro tal cual lo recordaba.

El pelirrojo al escucharlo trago saliva, correspondiendo al apretado y lleno de sentimientos aquél abrazo, acariciando la espalda de su chico mientras lo escuchaba desahogarse.

No se lo esperaba, claro que no por que eso era lo menos que le había pasado por su mente, un bebé era lo menos que había pensado para esos malestares que se cargaba el otro.

Entendia por que lloraba, entendía por qué estaba así y se sintió tan mal al escuchar como este sufría aún más por la noticia, sabía que su chico no estaba y mucho menos estaría bien si seguían así, todo lo que pasaba era una montaña rusa siniestra la cual se encargaba de dar vueltas cada vez más duras y fuertes, haciendo temerle luego de un vieje.

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UNTOUCHABLE  - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora