LISA POV'S
Cuando estuve sentada, por alguna razón mi vista se dirigió hacia la presidenta del salón. Rose. Era increíblemente atractiva, además de que tenía buen sentido del humor. Ya quería que fuéramos más unidas, ella es digna de presentarsela a mis amigos.
Todo el aula se giro hacia la puerta. Y cuando vi quien entraba, creo que morí y fui al cielo para ver un ángel.
Una mujer de cabello castaño oscuro, unos labios jugosos y rosados. Unos ojos gatunos hipnotizantes y eléctricos, pero penetrantes y aterradores. Ella era simplemente la bendecida por afrodita, vestía de manera formal. Una falda por las rodillas ajustada, una camisa de botones dentro, y un collar de perlas.
Cuando se coloco enfrente del salón. Abrí mis ojos de par en par. ¡¿Esta era la maestra?! Pero si parecía de mi edad..., O tal vez yo sea la única que la veía de esa manera.
-Buenos días -dijo-. Yo soy Kim Jennie, y seré su nueva maestra.
Trague saliva fuertemente cuando nuestras ojos se encontraron, ella alzó ambas cejas sorprendida. Tal parece que los rumores -los cuales son totalmente ciertos-, llegaron a sus oídos. Sentía mi cara arder, y, me estremecí cuando se remojo los labios para luego mirar al resto.
-Espero que se comporten conmigo, pues no tolero ni lo más mínimo. ¿Entendido?
-¡Si, Señora! -dijeron todos al unísono. A excepción de mi.
-Dije que si entendido..., Señorita Manobal, si no me equivoco.
Aunque su mirada de pocos amigos estuviera fija en mis ojos mieles, no daría mi brazo a torcer. Así que simplemente, me heche hacia detrás en mi asiento. Y enarque una ceja con una sonrisa.
Aja, nadie le ordena a Lalisa Manobal.
Ella suspiro negando con la cabeza, no parecía haberse rendido. Parecía estarse conteniendo, porque se giro sobre sus talones. Se acercó al pizarrón de marcador, y comenzó a trazar líneas en silencio.
¡Maldita sea! Ahora estaba teniendo el sentimiento de querer ser rebelde otra vez, solamente por captar la atención de alguien pero no tenía consiente de quien. Todo porque esa mujer apareció por esa puerta con su figura tallada por los Dioses..., Pero a fin de cuentas es mi maestra.
Me acomode en el asiento, para sacar el cuaderno y comenzar a escribir. Pero mis ojos se desviaba por todas esas curvas y esa pequeña cintura, esa pequeña mano que tenía que alzarse para poder escribir arriba. No podía concentrarme, había algo que me atrapaba. Que hacía que mis ojos no se pudieran apartar de ella, y, eso... Joder, eso me molestaba.
Cuando ella terminó de escribir dejo el marcador en su lugar, rodeo el escritorio. Y se sentó en el. Al nuestras miradas encontrarse nuevamente, sentí que el mundo freno. Ella alzó una ceja, y ahi me di cuenta de que la había estado viendo durante demasiado tiempo. Así que, como una excusa, levante la mano.
-¿Si, Manobal? -dijo, su voz aterciopelada me acaricio los oídos.
-¿Puedo ir al baño?
-¿Terminó los estudios? -Preguntó, negué con la cabeza-. Pues no saldrá.
Frunci el ceño, y me levanté de la silla. Ella se paro correctamente cuando predijo mis pensamientos; Salir del aula, ir al baño, y seguir con la mía. ¿Por qué? Porqué según yo. Nadie le mandaba a Lalisa Manobal.
Pude notar nuestra gran diferencia de alturas, puesto que aunque ella estuviese usando tacones. Tenía que alzar la vista para mirarme a los ojos.
-Siéntese, Manobal -la atención de todos estaban en nosotras.
-¿Cuál es la necesidad de tener que terminar una puta clase para ir orinar?
-¿Le digo cual es la necesidad? -comenzo a acercarse a pasos lentos a mi. Yo no me inmute-. La necesidad es que usted prenda el foco, y deje de ser tan maleducada y malcomportada. -susurro para mi, al parecer no quería avergonzarme.
-Bien. -murmure-. Terminaré y saldré.
Ella asintió con una sonrisa de lado. Y se dio la vuelta para volver a su sitio. Tal parece que sus juegos sucios, no es maltrato ni amenazas contra el director. Son juegos mentales, juega con las debilidades que sabe sobre ti. Y, lamentablemente, yo tenía un millón de problemas que la mayoría en este salón sabe.
(...)
Estaba entrando en la cafetería del Señor Shin Choi So-hyun. El tío de Jisoo, la cual me estaba esperando en una de las mesas dentro del pequeño local. Mientras intentaba divisar a la chica de cabello oscuro y baja estatura, solté un quejido de dolor al sentir un líquido caliente caer sobre mi camisa tocando mi piel, y un cuerpo que sostuve por la cintura chocar con mi cuerpo.
-¡Joder, arde como un demonio! -la chica se alejo. Era una chica de baja estatura, cabello negro, ojos pequeños pero adorables y labios rosados.
-¡Lo lamento, lo lamento! -intento limpiar con una servilleta.
-Esta bien, tranquila -la relaje. Parecía estresada.
-No, no está bien..., Me van a despedir, Maldición -dijo-. ¿Como puedo recompensarselo?
-No hace falta, Señorita. -lo pensé un momento-. ¿Qué tal si se sienta conmigo y mi amiga? Relájese un poco -me acerqué, y apreté si hombro con mi mano.
-N-no, muchas gracias. Tengo mucho trabajo, clientes por atender, tengo que salir más tarde, mi her...-Se detuvo-. ¿Por que le cuento esto?
-¿Tal vez por que es un ser humano y debe desahogarse? -Pregunté, con algo de sarcasmo. Aún con mi mano en su hombro. -Y no se preocupe, me encargaré de que no la despidan.
Pude ver a Jisoo sobre el hombro de la chica mirándome con una ceja alzada, así que fije mi mirada en esos ojos brillosos de la contraria.
-Soy Lisa, y, me tengo que ir. Me esperan allí atrás, cualquier cosa. La oferta sigue en pie -Sonreí.
-S-soy... Dahyun. -comentó, formando una débil sonrisa en su rostro. Note que tenía dos bolsas negras debajo de los ojos conocidas como ojeras -. Gracias, Lisa.
-Cuando quieras, Dahyun -le guiñe un ojo, y cruce por su lado.
Camine hacia Jisoo, que me esperaba con la boca abierta. Al parecer la chica se había girado y dio a ver sus hermosos y definidos rasgos y facciones femeninas. Cuando llegue a su lado, todavía estaba anonadada viendo a la mujer. Hasta que le di un zape en la cabeza.
-Ve y follatela ya -reproche.
-¿Por que siempre te topas gente guapa y yo gente tan... tan... tan antigente?
Me encogí de hombros.
-Quizá sea un don -me senté. -Chu, vamos, que te tengo que decir algo.
-¿De que querrás habla esta vez, Limario? -se sento frente a mi.
-De algo muy ridículo, Chica Pollo.
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Un Injusto pero Especial Amor | JENLISA G!P
FanfictionDonde, Lalisa Manobal, tiene que sufrir, enamorándose de la nueva maestra. Además de tener que aferrarse al pasado que no la deja avanzar, por miedo a ella misma. Y, Donde Kim Jennie. Tiene que aguantar ver todos los días esos ojos que la estan vol...