JENNIE POV'S
Movi mis dedos ansiosamente en mi rodillas. Estaba esperando a que Dahyun saliera del baño, mientras intentaba evitar que mis ojos se fueran hacia mi alumna, que yacia dormida plácidamente en su cama. Cosa que en ell me parecía increíblemente tierno.
Era como si solo tuviera un fachada de ruda y impenetrable. Cuando por dentro todavía era una niña pequeña que necesitaba cariño de una persona... Por un momento en mi cabeza apareció la imagen de que yo podría ser persona. Que locura, ¿No? Son solo simples cosas que me juega mi cabeza de vez en cuando.
Escuche dos toques en la puerta, me levante para abrir a quien sea que estuviera ahí. Al tener la puerta de madera a mi lado, pude notar que quien estaba ahí era Roseanne Park, mi alumna más destacada. Sonreí de inmediato, a lo que ella me devolvió la sonrisa. Enarque una ceja indicándole que me diga para que se presento, ella capto la indirecta de inmediato.
—¿Lisa esta aquí? —Preguntó, con las manos en la espalda.
—¿La señorita Manobal? Si, ella se encuentra pero esta descansando. ¿Necesita algo?
—No..., Cuando se despierte dígale que Rose estuvo por aquí.
—Emmm... Si, claro. No se preocupe que yo le hago llegar la noticia.
Ella asintió antes de darse la vuelta y desaparecer escaleras abajo. Cerré la puerta suspirando sonoramente. ¿Por qué todo el mundo quería estar con mi estudiante? ¿Por qué ella no estaba con nadie? ¿Acaso solo un ser divino podría conquistar el corazón de esa muchacha?
Gire sobre mis talones, para encontrarme con Lalisa sentada en el borde de la cama mirándome. Me quedé estancada en mi lugar sin poder decir nada. Por alguna razón mi respiración se volvió entrecortada; aún acabada de levantar de veía extremadamente linda. Su cabello negro despeinado apuntando a todas direcciones, sus labios rosados más apetitosos de lo normal. Sus grandes ojos mieles me miraban con atención, mientras que los músculos de sus brazos se contraian al apoyarse de la cama.
Trague saliva, intentando apartar todo pensamiento que se involucrará con que ella estaba atractiva. Por Dios Jennie Kim, es tu alumna...
—Buenas tardes—empezó ella. Después de verme durante varios segundos.
—Buenas tardes, Manobal —me acerqué —. La Señorita Park pregunto por usted ahora mismo.
—Lo se.
—Pues... ¿No irá a verla? —una parte de mi temía por la respuesta.
—Por ahora no. Estoy un poco cansada aún —se estiro—, ¿El baño está ocupado?
—Si. Dahyun lo ocupo desde hace un buen rato, he querido entrar desde hace media hora —ella se río suavemente.
—Bueno. Toca esperar, ¿No?
—A menos que alguna irrumpa en el baño como un delincuente, creo que si.
Nuevamente la escuche reírse libremente. La sonrisa que cubría su rostro cada vez que sentía ganas de una carcajada era simplemente espléndida. Sus perfectos dientes, que desaparecían cuando sus jugosos labios se volvían a juntar. No me había dado cuenta que me quedé mirando sus labios, hasta que ella carraspeo ligeramente.
—Jennie—me llamo. Mi nombre sonaba increíblemente bien en su voz.
—¿Si, Manobal? —no pude llamarla por su nombre por más que quise. Quería mantener una parte de formalidad.
Se quedo mirando mis ojos oscuros durante varios minutos. Estaba contando cada milisegundo que pasaba y ella no decía nada. Solo se escuchaba la regadera, el tictac del reloj, y nuestras irregulares respiraciones. Hasta que ella aparto la vista.
—Nada. Olvídalo.
—No, dígame por favor —supliqué. Estaba muerta de intriga.
—Creo que ahora no es un buen instante.
—No, claro que es un buen instante—Dije. Ella no parecía muy convencida—. Por favor, Lisa.
Ella abrió los ojos sorprendida ante el pronombre que utilice. Me limite a sonreir levemente de lado, esperando con ansias que ella admita lo que hace un rato concluyó con guardarse.
—Bien... Es que estaba pensado, y descubrí que...—la puerta del baño abriéndose con brusquedad corto su monólogo.
—¡FRESCA! —Grito a todo pulmón, Dahyun.
Gire mis ojos, para posarlos en ella. Vestía de una simple toalla blanca colgando por encima de sus senos. Además de otra toalla color azul cielo en la cabeza, cubriendo su cabello para secarlo gradualmente. Ella dejó caer sus brazos a sus costados al notar cierta tensión. Qué seguramente la mayor parte salía de la mirada asesina que le dedicaba.
—El baño está libre. Puedes usarlo primero —dijo mi alumna—. Yo espero.
—No, esta bien. Seguro que tardare mucho, puede ir usted primero, Manobal.
—Me quedo aquí. Soy bastante terca así que no quiere ver mis dotes, ¿Vale?
Reí internamente por su ceja alzada y su leve puchero.
—Vale.
Cruce por el lado de Dahyun para adentrarme en el baño con su mirada clavada en mi nuca. Por alguna razón eso me hizo sentir más autoritaria que antes. Mejor. Como si me gustará causarle celos de alguna manera. Pero sabía que eso estaba mal, muy mal.
El baño del hotel era hermoso. Era amplio, y habían dos lavamanos. Había un jacuzzi, el cual me estaba llamando. Una bañera para las duchas causales. Lo que más llama la atención son las luces que colgaban del techo, dándole un toque inusualmente elegante y llamativo. Ya veo porque se decía que era un lugar extremadamente caro. ¿Como Mina podría pagar todo esto? Esa era la pregunta que más se repetía en mi cabeza.
Además de otra. Que mi boca era incapaz de formular, y mi mente tenía vergüenza de decir. Suspire. Tenía que ser consiente de que Lalisa Manobal estaba teniendo un efecto en mi más que indebido. Porque además de la pregunta sobre Mina. Me preguntaba como sería estar dentro de ese jacuzzi con mi estudiante; cosa que debería estar pensando pero con otra persona. Mi propio esposo. Kai.
Sacudí mi cabeza con fuerza, intentando apartar toda cosa con intenciones de interrumpir la calma de mi cabeza. Me acerqué a una toalla que estaba colgando, para agarrarla y dejarla encima del lavamanos. Me desvesti lentamente, hasta dejar mi cuerpo al desnudo. Otro pensamiento inoportuno paso por mi mente.
¿Qué sería si Lalisa Manobal dejara marcas por todo mi cuerpo?
Hasta este punto quería arrancar la parte hormonal de mi cuerpo.
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Un Injusto pero Especial Amor | JENLISA G!P
FanfictionDonde, Lalisa Manobal, tiene que sufrir, enamorándose de la nueva maestra. Además de tener que aferrarse al pasado que no la deja avanzar, por miedo a ella misma. Y, Donde Kim Jennie. Tiene que aguantar ver todos los días esos ojos que la estan vol...