CAPÍTULO 14

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JENNIE POV'S

Estaba esperando la presencia de mi estudiante suspendida sentada en mi escritorio. Bostece, pero al instante me posicione de manera más apropiada cuando escuche que la puerta se abría. Mis ojos se fijaron en mi alumna, que traía el cabello atado en un chongo desordenado, una camiseta un talla más grande que ella, y una Bermuda negra, además de esos zapatos cómodos. Vestía de manera tan sencilla, que se veia malditamente atractiva.

Dejo la mochila que le colgaba del hombro en el asiento de siempre. Yo miraba sus movimientos en completo silencio. Viendo como se acercaba a mi, hasta quedar en una distancia tanto prudente como no prudente entre nosotras. Trague saliva, ella no decía nada. Se limitaba a bajar su vista a mis ojos y a mi escote. Lo que, me comenzaba a poner nerviosa.

Observe como sacudió su cabeza, al parecer había vuelto en si. Lo que me confundió en un punto de vista. Yo también volví en mi, recordándome que tenía que darle las horas libres..., Debía prepararme para el pasa rato que tenia con mis amigos. Taehyung, Chaeyoung, Chanyeol, Jeongyeon, Kai. Y por supuesto, la anfitriona, Mina.

—M-Manobal —Susurre y tartamudee. No podía estar más nerviosa que ahora.

—Necesito la hora libre —comenzó a evitar mi mirada. ¿A que carajos estaba jugando?

—Eh..., Si, yo igual. Así que no se preocupe. Puede retirarse.

—Gracias —hizo una reverencia con la cabeza.

Intercambiamos esas sencillas palabras, antes de que ella desapareciera por la puerta dejándome sola nuevamente. Por alguna razón, ansiaba tener estas dos horas con ella. Quería pasar todo el tiempo posible, aunque tenga que ser en el instituto con ella. Y... ¡Guao! Se estaba convirtiendo en una tortura para mi.

Salí de mi ensimismamiento, y agarre mi bolso para seguidamente yo por igual salir de ese salón. Necesitaba llegar lo antes posible a mi hogar. Kai seguramente ya estaba listo y solo faltaba yo. Admito que estaba ansiosa por saber quienes eran las demás personas que irían con nuestro grupo. Mina nos había dicho que tengamos paciencia, ya que había invitado a su hermana y sus amigos. ¿Quienes serán?

(...)

Entre la última prenda de ropa en la maleta. Nos habían informado a última hora que los grupos irían separados; es decir. Un grupo en cada coche. Nosotros iríamos guiados por Tae. Mientras que ellos... ¿no se suponía que eran menores como para que puedan manejar? Que ridículo.

—¿Ya estas lista, cielo? —hizo acto de presencia el hombre que me había dejado platada. Al parecer lo había olvidado todo, pero yo no.

—Si, mi amor —respondí. Agarrando la maleta negra.

—Perfecto. Tae estará aquí en cinco —comunicó, adentrado en la pantalla de su celular.

—Bien —murmure irritada.

Harta del sentimiento de desprecio que sentía por mi marido, decidí salir de la habitación, y esperar a mi mejor amigo en la entrada del edificio donde se encontraba mi penthouse. Ya después Kai nos alcanzaría. Así que, ya fuera. Viendo como personas caminaban por las aceras de la gran ciudad, saqué mi celular para tomar una selfie.

Casi al instante la publique. Con una pequeña sonrisa de satisfacción, volví a guardar el aparato electrónico en su respectivo puesto. Para esperar pacientemente al pelinegro. No tardo mucho para que dos manos se colocaran en mi cintura. Y mi esposo como yo esperasemos al conductor.

Pude visualizar la Jeep negra que se estacionó frente a nosotros. Y a mi mejor amigo bajar del automóvil con una sonrisa de oreja a oreja, y agitaba sus brazos a modo de saludo. No pude evitar que mi sonrisa gomosa rodeará mi rostro luciendo mis cachetes.

—¡Jendeukie! —Grito emocionado.

—¡Tae! —grite de vuelta, con más o igual de emoción que él.

—¿Lista para nuestra aventura?

—Ejem...—carraspeo Kai. Taehyung lo miro con cara de asco. (Como mayormente hacia)

—Hola, tú.

—Kai.., Mucho gusto a ti también Taehyung —comentó mi marido. Tae se limito a girar los ojos.

—Lleva las maletas al baúl grandullón —le dijo Tae sin siquiera dirigirle la mirada—, tu y yo tenemos mucho de que hablar —Agrego, mirándome.

Mientras mi marido iba de un lado para otro entrando mi maleta y las incontables maletas de él. Taehyung y yo subimos en el coche, dentro ya estaba Mina, pero..., Se había fundido en el mundo de los sueños. Reí internamente por la baba que caía de su boca entreabierta. Así que me adentre en el lado del pasajero.

Cuando Kai estuvo dentro del automóvil —porfin—, Taehyung arranco el motor. Comenzando a entablar una conversación bastante común entre él y yo. Ignorando a quienes estuvieran detrás. Incluyendo a la que yacia dormida.

—A ver, Jen. ¿Hace cuanto que sabes lo de Kai? —Preguntó en un susurró. Enarque una ceja.

—¿Lo de Kai?

—Los rumores amiga... De que no quiere tener hijos, ¿como te hace sentir eso? —abrí un poco los ojos.

—Pero, si cuando hablamos de eso el había accedido. ¿De que coño hablas tú?

—Parece que alguien es un mentiroso—canturreo—. Deberás hablar con él, ya que, según los rumores que el mismo divago. No quiere tener hijos ni hoy ni nunca.

—Yo... Yo si quiero. Quiero tener un lindo bebe al cual cargar y dar de comer —sentía que mis ojos deslumbraban brillo—. Sip. Hablaré con él. ¿Algo más que esta criatura que ves deba saber?

—Claro... ¿Cuando le darás mi recompensa de cumpleaños?

—¡Pero si te regale este coche!

—¡Eso no es nada comparado a nuestra noche de películas perdida! ¿Estas demente? —suspiré.

—Te mato —murmure divertida.

—Si me matas revivo y te mato, así morimos juntos mi niña —añadió.

Reímos, y continuamos el camino en silencio. O, mejor dicho, por nuestras voces cantando a todo pulmón las canciones que tocaban de Adele y Taylor Swift. Momentos como estos no se podían remplazar. Además de que, los otros se iban integrando a nuestros cantos. Menos Kai y, por supuesto, Mina. Después de ellos, todos cantábamos al unísono Enchanted. Aun cuando me estaba picando una vena de curiosidad. Que diversión.

Un Injusto pero Especial Amor | JENLISA G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora