LISA POV'S
Estaba junto a Jisoo frente al departamento de Rose, pues ya que habíamos conectado bastante y eramos más que unidas. Era hora de presentarsela a quien es como mi hermana, hoy, mañana, ayer, y muchas décadas más lo será por igual.
Pero, aunque mi cuerpo estuviera aqui. Mi cabeza estaba en otro lugar, estaba en esos orbes oscuros que me miraban con intensidad hace unos días en la cafetería. Esos ojos que me mostraron un brillo peculiar, que por alguna razón, hicieron que me sintiera nerviosa, feliz y mi corazón lateral peculiarmente rápido. Esos ojos eléctricos y gatunos de Jennie Kim.
Sentí como algún papel en la comisura de mi boca, mire a Jisoo con el ceño fruncido por el rabillo del ojo.
—Tsk, para que no se te caiga la baba —bromeó, le di un codazo—. ¡No bromeó! Mira, tienes un poquito aquí —señaló.
—¡Cierra la boca! —le di un empujó, ella me dio otro. Y seguimos así hasta que le di uno que dio dos pasos atrás—. ¡Por lo menos yo babeo, no me...
—¡Cuidado con lo que dices, Manobal! —me reí cuando uso ese tono serio por una estupidez como esa.
—¿Lisa? —la voz suave de Rose se escucho a mi espalda. Jisoo, se queda viendo a Rose como si se tratara de una maravilla.
—Ooh, Rosie. Ya estas aquí, genial —comente, alegre.
—¿Quien es ella? —Preguntó, con su linda sonrisa de oreja a oreja.
—Es mi compañera de aventuras, mi hermana, la única mujer que a logrado notar lo que otros no, mi amiga, mi mamá, mi abuela —recibí un codazo en las costillas—. Pero si prefieres, llámala Jisoo.
—Mucho gusto, soy Rose —Extendió su mano, que fue rápidamente estrechada por Jisoo.
—Él gusto es mio, ya te sabes mi nombre —le dedico su típica sonrisa coqueta.
Rose separó su mano de mi amiga, quien solamente ladeo la cabeza viendo a los alrededores con cara de aburrimiento. Eso mayormente pasaba, cuando se daba cuenta que una chica no tenía interés en ella y era una pérdida de tiempo. Aunque algo en su mirada me decía que no se estaba dando por vencida, apenas se estaba preparando.
Rei internamente, a veces me parecía gracioso lo mucho que nos conociamos una con otra. Porque sabíamos hasta las cosas más estúpidas de la contraria con tan solo un leve mirada, un simple gesto, el tono de voz, o solo con el roce de nuestras pieles. Nos conocíamos como la palma de nuestras manos.
—¿A donde iremos? —Preguntó la rubia.
Yo, como de costumbre. Mire a Jisoo.
—¿Comemos Tteokbokki? Hay un restaurante muy bueno que queda aquí cerca —comentó, con una sonrisa.
Por un momento me pareció ver que Rose quedaba embelesada viendo esa hipnótica sonrisa de la más baja, y, también note cuando sacudió la cabeza ignorando algo —o tratando—, y se aclaro la garganta carraspeando.
—Me parece una gran idea, ¿Tu Lisa?
—A donde yo vaya, Limario va —Dijo la de cabello oscuro dándose la vuelta.
—Sabes que tienes derecho a opinar, ¿No? —me susurro Rose.
—Lo se, y odio tener que decidir. Por eso me encanta salir con, Chu —Dije, en el mismo tono solo por seguir el juego.
Aunque cada una, o por lo menos Jisoo y yo, tuviésemos coche. Decidimos ir caminando hacia aquel restaurante de tteokbokki, o al lugar que Jisoo nos dirige.
Un coche negro pasa justo por mi lado con la ventana abajo, y, por una extraña razón me gire para ver al dueño. Frene, como si yo fuese el mismísimo automóvil. La Señorita Kim me dedico una mirada penetrante que no duro ni dos segundos, pero que de todas maneras está causando muchos estragos en mi estómago haciendo que tenga ganas de vomitar.
Cuando volví a la realidad, las chicas iban unos metros lejos de mi. Comencé a correr para alcanzar a las contrarias. Y, aún así, esos ojos se quedaron con pegamento estampados en mis párpados. Haciendo que aún con los ojos cerrados piense en ella, y en esas dos piscinas negras que componían sus ojos gatunos, los cuales tendrían a cualquiera en mi misma situación.
(...)
Estábamos sentadas cada quien en una mesa. Almorzando mientras Jisoo contaba historias de nuestras épocas buenas en la escuela donde íbamos antes. Hasta que Rose dijo algo, que casi hace que la comida se me salga de la boca. Pues aún no era momento para decirle a Rose.
—¿Y no has pensado en apuntarte en donde Lisa y yo estamos? Te iría bastante bien, no porque seas problemática. Si no que allá dan buenos estudios.
—No lo creo Rosie —se entro un bocado de comida a la boca—. Porque la edad que tengo no es apta para ir a institutos, no creo que me acepten allí para terminar mis estudios. —Agrego, mientras masticaba.
—¿Y que edad tienes?
—Tengo...—la interrumpí descaradamente.
—¡Diecisiete! —Dije yo, antes de que Jisoo dijera la verdad. Pues mi querida amiga vendría teniendo veinte años.
—¡Lisa! Debes dejar que tu amiga termine las frases —protesto la rubia a mi lado.
Aunque Jisoo parecía más que desconcertada, y su cara desencajada fuese un dilema. Pareció encogerse de hombros mentalmente, para seguir con mi falsa historia.
—Si..., Porqué como tengo Diecisiete creo que estaré unos cuantos años más bajos que ustedes —me fulmino con la mirada.
—Ooh, no te preocupes por eso. En verdad, el menor de nuestro salón tiene la edad que tú. Así que creo que también encajarías allí.
—Da igual, pero muchas gracias por la oferta Rosie. La tendré en cuenta por si me apuntan o no para asistir.
Después de que mi amiga y yo intercabiaramos varias miradas. La tensión que estaba rodeando el aire de nosotras, o por lo menos solo para Jisoo y para mi, había desaparecido casi por completo. Puesto que aún quedaba la parte donde mayor me relataba con la mirada que quería saberlo todo.
Y, me daba tanta pereza explicar algo tan largo como lo es todo lo que me paso alrededor de la semana. Incluso lo de la maestra Kim, necesitaba un consejo de mi casanova favorita.
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Un Injusto pero Especial Amor | JENLISA G!P
FanfictionDonde, Lalisa Manobal, tiene que sufrir, enamorándose de la nueva maestra. Además de tener que aferrarse al pasado que no la deja avanzar, por miedo a ella misma. Y, Donde Kim Jennie. Tiene que aguantar ver todos los días esos ojos que la estan vol...