CAPÍTULO 07

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JENNIE POV'S

Subí las escaleras de mi vivienda, para encerrarme en mi habitación y darme una buena y rápida ducha. Kai me había pedido con urgencia que me vistiera de manera elegante, que después de mucho tiempo, me llevaría a salir. Aunque en cierto punto me decepcionó que diga que tendría que ir sola al lugar y esperarlo al menos veinte minutos, pero me emocione de inmediato cuando dijo que era una sorpresa lo que ocultaba.

Cuando salí enrollada en una toalla rosada con algunas rosas de decoración. Fui a mi armario, para buscar uno de los atuendos más deslumbrantes que tenia. Pero sin dejar de verme elegante, como habitualmente me vestía, sea para salir a un lugar normal y ligero, como para un tipo lugar muy extravagante.

Me vi en el espejo cuando había elegido mi vestimenta. Llevaba un vestido negro ajustado de tiras, que había estado planeando dejar para un momento especial. Y este si que lo era, después de tanto pero tanto tiempo, Kai había sacado tiempo para que nos viéramos y eso hacía que mi corazón comenzará a latir con algo de rapidez.

Mi cabello castaño iba suelto, cayendo por mis hombros y espalda. Había decidido un maquillaje ligero, rimel, rubor y un labial rojo como la sangre. Eso nunca podía hacer falta. Observe la hora en el reloj, eran las 7:13 p.m y tenia que estar allí a las 7:30 p.m.

Debo de admitir que cuando me llamo y me dijo eso de la nada, me tomo muy desprevenida. Incluso me iba a optar por rechazar por la falta de estratégicas y tiempo, pero como tanto me conoce, me rogó antes de que pudiera decir nada. Así que terminé aceptando, y, ahora me encontraba colgando mi bolsa negra en conjunto del vestido y los tacones en mi hombro. Para tomar mi celular, y salir del cuarto matrimonial.

Ya estaba bajando las en la calle caminando, en busca de un taxi cuando recibí una llamada. Mi celular comenzó a vibrar y un sonido vergonzoso hizo que bajara la cabeza penosa, mientras algunas personas me miraban con una ceja enarcada. Saqué el teléfono móvil molesta, y lo acerqué a mi oreja. Cuando descolgue, el contrario al otro lado de la línea hablo inmediatamente.

¡Jendeukie! —reprocho, Taehyung.

—¿Qué pasa Tae? Ahora mismo estoy por tomar un taxi —comente.

¿Ya vienes de camino? —Preguntó, había cierto tono de emoción en su voz.

—¿Para tu casa? No Tae, ¿había algo importante que hacer?

Casi pude visualizar su mueca de decepción y tristeza, pero a la vez burla y un toque de alegría después de escuchar ese suspiro.

Es una tradición desde que somos niños ver películas en mi casa hasta que sean las doce de la media noche..., Siete de septiembre, mi cumpleaños —Respondió burlón.

Abri los ojos como platos. Justamente un taxi frenaba frente a mi, y mientras entraba en la parte trasera de aquel coche, volvía a tomar la palabra.

—Lo lamento mucho, Tae, lo había olvidado por completo. Tengo mucho ajetreo en el nuevo instituto, y...—dude en decirle lo de Kai, pero a fin de cuentas era mi mejor amigo—. Y hoy Kai me invito a salir.

Oh...—murmuró—. Esta bien, Jen. No es para tantoRío suavemente, se notaba la tristeza a leguas en su voz—. ¡Diviértete amiga!

—Muchísimas gracias, prometo que te lo recompensare, ¿Vale?

Vale.

Sonreí, y colgué. Aunque ahora mismo estuviera decepcionada de mi misma, creo que nada más arruinará este día. El taxi ya tenía la dirección del restaurante donde debía quedarme, y me pasé los dedos por el cabello ansiosa por saber que era esa sorpresa que me tenía intrigada. Por el tono que uso Kai, debía de ser algo brillante y escandaloso.

(...)

Ya estaba frente al restaurante, pero no se me permitía entrar sin la compañía de Kai. Pues era él quien estaba en la lista de ingresar, y tenía que ir de la mano con él.

Solté un sonoro suspiro. Debía haber traído una chaqueta, pues el frío gélido de la noche oscura se estaba apoderando mi cuerpo erizando ligeramente mi piel. Kai había dicho claramente veinte minutos, y llevaba casi una hora de pie esperando la llegada de mi marido.

Sentí una gota de agua caer en mi muñeca, y alce una ceja con una leve sonrisa. De pronto, la sonrisa se transforma en una mueca cuando muchas gotas más comenzaron a caer sobre mi.

No, no, no..., ¿Por que a mi?

Esas gotas, se transformaron en una fuerte llovizna que me corrió el maquillaje, y causa un estrago de sentimientos negativos por mi cuerpo...,

¿Por esto no fui con Taehyung? ¿Por esto mi corazón comenzó a latir más rápido de lo normal? Porque esto, esto se estaba formando en uno de los peores días de mi vida. Tenía frío, me sentía culpable, me dolía el pecho, y unas grandes ganas de llorar se acumularon en mi, y un grito ahogado se quedo en mi garganta.

Camine, intentando mantener algo de calor con los brazos cruzados. Debía salir de allí, lo más pronto posible. El cabello mojado se pegaba en mi frente, y tenía dificultad para caminar por esos tacones negros que me había puesto para deslumbrar a mi esposo, que nunca llegó.

Para mi mala suerte, ningún taxi pasaba a esas horas. Eran las nueve de la noche y no veía a ninguno pasar frente a mi..., Sin poder evitarlo durante mucho tiempo más solté un sollozo, sentía que me estaba haciendo pedazos, me sentía una idiota aquí parada frente a la nada. Hasta que dejé de sentir gotas de lluvia caer en mi cabeza, abrí los ojos lentamente, y había un paraguas encima de mi. Volteé la cabeza hacia un lado, y, Lalisa Manobal me miraba con una sonrisa consoladora.

—¿M-Manobal? —Dije, con un nudo en la garganta.

Un Injusto pero Especial Amor | JENLISA G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora