Estaba muy energético como para negarse y ese juego de rol le encantaba, pero sus ilusiones murieron cuando vio el ridículo traje, claro que quería asesinar a su pareja por tal humillación, pero al final accedió poniéndose aquel estúpido traje.
Cuando Obi-Wan lo vio salir con ese traje de maid iba a reírse pero si lo hacía estaba seguro que él juego se iría a la mierda, aquel traje no le quedaba tan bien, al parecer la mujer era tallas mas grande, pero si lo suficiente para deleitarse con forma que Anakin tenía.
── Quiero que actúes para mi como una sirvienta interesada... más bien coqueta y sumisa.-Dijo aprovechando que estudiaba actuación. Tan obediente su pareja se puso de rodillas frente a sus piernas, moviendo sus pies como si un perrito emocionado se tratará.── Maestro...-Jadeo avergonzado. ── ¿Quiere que este humilde sirviente, lo acaricie?.-Mencionó acariciando con pequeños toques aquella tela que al parecer no llevaba ropa interior, tal como él, le daba asco usar aquellas prendas.
── Hazlo, Anakin.- Ordenó expectante, aunque cuando aquel abrió su pantalón un fuerte mareo le hizo recordar que si llevaba su miembro a su boca el hecho de que haya rozado la ropa de otros le incomodaba, deteniendo sus acciones, impidió que Anakin continuará.
── ¿Maestro?... ¿sucede algo?.-Pregunto viendo confundido los ojos azules de Obi-Wan, pero él negó, tomó al contrario del brazo tirando para que se pusiera de pie. Cuando lo hizo lo tiro en el medio de esa cama, abriendo sus piernas visualizando que llevaba aquella prenda femenina de encaje.
── Que lindo... realmente te pusiste todo.-Sí no esperaba que lo hiciera, al parecer se quedarán ahí hasta acabarse todo el closet.
── Obi-Wan.-Susurro avergonzado recriminando saliendo del papel.
── Maestro.-Afirmó lamiendo su intimidad, la cuál se contrajo con el roce, detectando aquel aroma floral una vez mas. ── Quiero polinizar a la hermosa flor.-Mencionó confundiendo a Anakin, entraba y salía del papel cuando quería, sí así era Kenobi.
── Maestro Kenobi... ¿de qué habla?.
── Oh Anakin, ya que tienes un aroma floral, qué tal si dejo floreado aquí, te encantará... será del mismo color que tus labios.-
── Jajaja espera, no quiero hacer este ridículo papel, no me sale ser la damisela en apuros... pero sí el novio atrevido, Obi-Wan... ngh... hahh... hazlo... hazlo.-Gimió demasiado sensual mientras jugueteaba con el oleaje de la falda.
── Y pensar que dices que odias la vestimenta femenina y aquí estas siempre provocandome con una.- Cuando expresó ese comentario los ojos fulminantes de Anakin lo observaron. Obi-Wan tomo del mentón a Anakin para dirigir aquella vista al techo con un cristal. Que anciana tan provocativa. Y sí como esperaba los ojos de él vieron su hermoso cuerpo, lastimado pero bien hermoso arriba de esas cobijas de seda tan carmesí como la sangre con poca iluminación pero la suficiente para verse, incluso ese traje patético que le llegaba a la mitad del muslo, Obi-Wan luego de despojarse de su ropa pudo ver el vientre ajeno subir y bajar lentamente, como si le dificultará respirar, al conectar su mirada atravez del espejo las piernas del aprendiz se doblaron y cerraron el paso.
── No sé si te gusta la escena, yo o tú mismo narcisista.-Dijo bromeando atrayendo la atención de Anakin cuando se hizo paso entre sus piernas y lo beso. Pero los ojos de Anakin seguían observando entretenido lo que ese cristal le ofrecía, cuando cruzo sus piernas sobre la espalda de él viendo que atravez del espejo se veía incluso más ancha, incluso sus contornos era fascinante lo que Obi-Wan le regalaba de frente y de espalda. Incluso debía reconocer que odio esas ridículas medias blancas con encajes, se veía femenino a diferencia de Kenobi, eso no detuvo que acariciara sus glúteos muy entretenido con sus pies. En cuanto Obi-Wan decidió besar su cuello, lamerlo, introdujo su mano por la falda para así acariciar su abdomen, un poco pero aún así marcado de Anakin, se ve que durante ese tiempo no solo descuido su alimentación sino también el trabajar su cuerpo, hacer ejercicio.
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Condena. ObiKin
RandomEl mundo que conocian poco a poco se esta yendo de cabeza, gracias a los problemas egoístas de los políticos. En ese mundo ya no solo rige el ser humano como el mayor depredador, sino otros seres impensables, pero ¿realmente pueden dos personas cump...