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Obi-Wan sabía a donde ir, por lo que sus pies no solo fueron más ágiles sino más rápidos incluso cuando se undia en aquella nieve. Viendo de reojo aquel hombre inconsciente en sus brazos que apenas respiraba.
Qui-Gon fue curioso ansiaba conocer al chico por el cual su hijo había roto su compromiso, por el cual Windu estaba enfurecido, y Quinlan reía cada vez que escuchaba algo, casi como si lo conociera, más no se dio la oportunidad de husmear cuando llegó a la casa de alguien. Obi-Wan le dejó con tanta delicadeza aquel hombre en sus brazos, ahí pudo ver que su hijo casi lloraba al soltarlo, esa expresión le recordaba tanto al carácter de su madre, era noble igual que ella, no solo tenía su físico sino su carácter tenas, e incluso tranquilo, por eso había decidido en honor que ella que usará su apellido y no el de él. Cuando tomó a ese hombre entre sus brazos noto la ligereza de ese cuerpo probablemente mal alimentado o quizás por la falta de sangre que tenía.

Qui-Gon aún ansiaba conocer esa cara que se ocultaba tras aquella tela incluso chamarra de su hijo envolverle, pero no quería ocasionar más daño. Cuando su hijo desapareció por ese hueco y regreso lo vio salir con una niña afrodecendiente, y una mochila que arrojo, incluso una cobija más para su amado.

───Aquí esta.-Dijo aquel hombre mostrando ese anillo que tanto conocían. Viendo ahí esas coordenadas grabadas, Qui-Gon saco un comunicador de su bolsillo y dijo lo siguiente."-Área despejada, puedes aterrizar.-"Esas palabras hicieron que un helicóptero policiaco bajara en aquel lugar pero todos se dieron prisa de abordar ya que las elises atraían mucha atención de los mutantes. Cuando subieron y cerraron las puertas Qui-Gon entrego ese cuerpo a su hijo quien rápido lo abrazo, ni siquiera las madres tomaban a sus bebés tan rápidos como él. Y sí todos guardaron silencio, incluso Ahsoka pero al igual que Obi-Wan ansiaba ver aquien la salvo y había dicho que llamara, papá o papi.

Una vez llegaron aquella residencia tan tranquila, los hombres bajaron rápido y ayudaron tanto a la niña como al cuerpo moribundo o quizás muerto.
Frente ha ellos estaba aquella senadora, observando a los hombres bajar, más aquellos que capturaron su atención, solo que Obi-Wan fue él primero en hablar. ── Necesita un médico.-Se precipitó a decir, sorprendiendo a la mujer.

─── Tenemos una enfermera... no un médico.

─── Quiero sus servicios... y los necesito cuanto antes.-Pronunció ignorando a todos para adentrarse aquella residencia como si fuera suya, Qui-Gon sí que se sintió avergonzado por esta actitud. Pero su mirada aprobatoría hizo que la mujer aceptara y llamara aquella enfermera para que atendiera el llamado de Obi-Wan.

Esa enfermera le fue guiando hacia aquella habitación especial ahí dejaron el cuerpo del hombre tendido. Por suerte no era la primera vez que atendía a una persona que había perdido tanta sangre pero su labor al ver tanto problemas en ese ser humano fue colosal, aunado por la infección que veía. Nadie excepto Obi-Wan estuvieron en esa habitación, lo que facilitó que lo aseara primero y lo desinfectara seguidamente lo llenarán de pomadas medicinales para la infección he inflación. Aquella enfermera era la encargada de monitorear la salud de aquella senadora de lo contrario sino se hubiera quedado mientras hacía su labor el día de la tragedia no hubiera estado ahí y ese hombre hubiera muerto sin la asistencia correcta. Cuando logro estabilizar al chico tras un largo día y noche termino rendida aquella mujer; la vida de Anakin solo dependía de él, si la infección al haber estado expuesto a carne putrefacta con heridas abiertas, a mordidas nada amigable con saliva de dudosa higiene y mas en esos días, a la pérdida de sangre hasta casi morir tomando el cuenta aquellos golpes. Una vez se regularizara seguro iniciarían otro proceso más con él chico.

Esa noche Kenobi se quedó besando aquella mano envuelta en gasas y vendas, con sondas conectada, Qui-Gon fue él primero en entrar, tenía esa mirada sumisa, adolorida, como si hubiera perdido algo; los ojos de aquel hombre se pasearon por el rostro del menor con morbo de ver quién era a quién su hijo amaba, como también ver si era mayor, menor si tenía ese algo especial, pero estaba tan lleno sondas desde la boca y brazos, su cuerpo estaba envuelto en vendas, incluso también gasas pegadas en su cara. Ante la poca luz parecía estar inflamado de la cara sobretodo aquella quijada y parte del mejilla izquierda. Qui-Gon no vio nada especial en ese chico, tampoco lo vio atractivo, solo lamentable.

Condena. ObiKinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora