Condena. ObiKin

28.

La realidad para ambos fue que el vivir aquella experiencia los había vuelto inseparables, Obi-Wan amaba caminar de la mano de Anakin cada que salían, amaba ir por él a la universidad y recibirlo con un beso, apesar las miradas, apesar de los murmullos, adoraba eso y que su amado cada día compartiera el mismo sueño y gustos. Anakin solía ir a sus eventos aburridos, aunque eso sí él jamás invito a Obi-Wan a sus eventos, pero mientras Kenobi no se enterará según él no había problemas.
Esa tarde mientras compartían un momento tranquilo de pareja, sentados en aquella plazuela en el césped verdoso bajo la sombra de un árbol, uno sentado y él otro recargado en el hombro de su pareja alimentandolo con la nieve que compro o siemplemente besando su mejilla para molestarlo ya que Kenobi leía para su próxima presentación. Un tema tan aburrido sobre leyes, ciertos ojos no dejaban de ver tan meloso momento. La gota que derramó el vaso fue cuando uno de ellos aparto el libro para buscar aquellos labios y aprisionarlo contra el árbol.
── ¡Hay niños aquí!, es una ofensa que van a decir los niños, qué esto es normal, dos hombres besandose, ¿¡acaso piensan tener sexo hé!?.-Dijo una mujer saltando hacia aquellos como una leona, apartando al chiquillo del brazo descontrolando aquel dúo.

── ¿En qué siglo vive señora?.-Cuestionó Anakin en defensa confundido, soltandose del agarré.

── Debería darle vergüenza señor, coquetearle a un menor, seducirlo para tener relaciones con un menor, ¿acaso se cree su shugar darly?.-Tantos gritos atrajeron la atención de otros hombres y mujeres, algunos rápido solo se acercaron por el chisme y otros para ver en qué metían su cuchara en defensa o en ofensa.

── Puede que la barba lo haga ver mayor, pero sigue siendo una persona menor, incluso de estatura. Además es nuestra vida que se mete.

── Anakin no estas ayudando, cállate.-Pronunció, tomando su mano para irse. ── Déjala que viva en su mundo de ignorancia, es mejor que sea una loca y no dos. Vamonos.-Esas palabras solo causaron que la mujer se ofendiera y le tirará encima aquella agua saborizada a Obi-Wan, manchando su libro. Claro que Anakin enloqueció al ver tal ofensa ya iba ha accionar hasta que su pareja volvió a detenerlo.-Dije vamonos.-Ordenó Obi-Wan resignado al ver a la multitud ya reunida. "-Pero tu libro y tu ropa-" Musitó con pesar aquel de cabellos rizados, si hubiera sido Quinlan estaba seguro que ambos hubieran explotado pero Kenobi era distinto. ── Puedo comprarme más.-Le recordo acariciando su dorso con el pulgar, regalandole aquella sonrisilla desinteresada, Anakin no se pudo resistir antes las acciones de su novio, atrevidamente lo beso frente aquellos ojos.

── Conzco un mejor lugar para estar ha solas.-Susurro.

── ¿Tu casa?.- Cuestiono recordando aquel juego que nunca pasaba de moda, Anakin nada mas sonrió tomando el liderazgo en los pasos. Arrebatando aquellas llaves de ese precioso vehículo de Obi-Wan para conducir y llevarlo justamente a un pueblo mágico. Donde no había modernización y las personas fingía vivir en la época medieval. Anakin como todo curioso y explorador había encontrado ese lugar en la web, ya sabía que debía hacer y cómo debían presentarse; una vez llegó al lugar donde bien podrían ser bien aceptados. Él Skywalker pasó aquella tienda "el inicio de la travesía", una tienda donde elegías la ropa de tu "avatar", y donde ellos te personalizaban para ser un personaje mitológico y ficticio. Obi-Wan claro que estaba sacado de su mundo pero sabía que Anakin era actor después de todo como también que le gustaban esas curiosidades así que siguió el juego de su novio.

Cuando aquella mujer le ofreció el listado enorme de lo que podía ser eligió ser el príncipe, por desgracia ya había un rey, y ese título era para el más anciano. Anakin no estaba decidido tantas ideas rebotaron que al final Obi-Wan decidió por él, dándole el título de un caballero, pero la mujer se negó. Era muy lindo para ser caballero, además olía a romance entre ellos, al final terminaron dándole el título de príncipe elfo. Las ropas que les ofrecieron fueron acordé al título; a Obi-Wan lo vistieron con gran detalle una armadura gris, con el cuerpo cubierto con esa malla de metal incluso con su peto, hombreras y brazaletes perfectos el perfecto cosplayer, una capa roja bien bordada con hilo dorado, sus cintos de cuero formando una x en su cintura y aquella corona de príncipe, mínimo si iba a estar ahí jugando debía verse mejor que varios. Es por eso que Kenobi pago para lo mejor. Incluyendo el pago de la casa en forma de hongo por esos dos día y la ropa de su pareja, el cual decidieron vestirlo menos exótico como castigo.
 
  Al joven le colocaron un cinturón dorado que dejaba caer aquel velo de tres capas blanco abierto completamente del costado izquierdo y su short de licra del mismo tono; unas tobilleras de oro de fantasía dejando sus pies descalzos, pero le pusieron esas plantillas modernas para que no se lastimara al caminar. Unas braceras diseñadas en forma de espirales y hojas color plata que dejaban caer una especie de velo traslucido verde simulando unas mangas, una gargantilla de oro siendo lo único que lo cubría, además de un cinturón de cuero blanco que cruzaba por todo su torso. Otro adorno que resaltaba era su capa verde con bordado simulando una hoja, por supuesto que a él también le colocaron una coronilla, ese circlet de "plata" con forma de hojas una piedra de jade y claro no podían hacer falta aquellas horejas bien diseñadas por el precio.