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A la mañana siguiente Kenobi apenas abrió los ojos he atrajo a ese cuerpo a su lado, tomando aquella mano izquierda para besarla una vez le fue colocando un anillo para medir indirectamente aquel dedo, cuando encajo. Anakin abrió sus párpados curioso cual felino observando aquel metal de fantasía aunque él no lo supiera. Fue una marea de emociones, si había coraje si le esfumó de entre las entrañas, Obi-Wan no fue idiota al no detectar esos dulces gestos de emoción que su rostro reflejo como agua cristalina a sus sentimientos y pensamientos.

── Buenos días amor.-Inició Obi-Wan para romper el silencio. Anakin se guardó sus palabras pero Kenobi lo obligó a subir arriba de él. Apesar de ser en plena madrugada había tanto que ofrecerle. ── ¿Quieres ver qué se siente estar adentro?, ¿oh quizás quieras que te cargue?.~Muy estúpido tal vez pero debía que ofrecerle aquello por lo que Anakin enojo. Aquel universitario no supo qué responder, apenas había despertado, su cerebro apenas y reaccionaba.

── ¿No vas a decirme nada sobre el?.-Interrogó señalando aquella argolla. Obi-Wan acaricio sus piernas, frotandolas hasta impregnarse con el aroma de él. Él muy astuto de su novio aprovecho que ambos dormian sin prendas para hacerle una masturbacion mañanera al mayor esperando tener al menos así una respuesta, pero Obi-Wan como el buen adulto que era, se cruzo de brazos y piernas contemplando aquel estudiante sobre él, tan expuesto como él; no se negaria a la traviesa mano del menor. Anakin bajo su cuerpo sentía los órganos de Obi-Wan moverse con el ritmo de sus latidos o bien otras cosas que estaban fuera de su alcance mental, verlo en esa posición tan rigida y varonil, incluso con una mirada relajada le hacia flaquear sus ganas de provocarlo temiendo ser él primero en caer. ── Kenobi... ¿no me vas a decir?.- Insisto, sin perder el ritmo en su mano.

── Lo compre para saber tu talla, quiero saber cuál encaja más.~Dijo él para alivio y pesar de Anakin, por un momento pensaba que sería el de compromiso. Cuando la mano de Anakin se apartó, se quito el anillo con facilidad, regresandosela a su dueño. Quitándose hasta de ese cuerpo, por si fuera poco tomó una sabana para envolver su desnudez he ir a la cocina que había en ese lugar, tenía hambre bastante, aunque Kenobi le llamara gordo no dejaría de comer. Cuando tomó unos panecillos dulces que había comprado y aquel té que usurpa de Obi-Wan, se sentó a comer en silencio.

Obi-Wan antes de dejar esa cama solto un quejido de molestia para ser hombre, aveces Anakin era tan complicado. Esa sería su última noche ahí debía sacar provecho. Cuando entro a esa cocina vio aquel hombre comiendo tan poco refinado, parecía un niño chiquito comiendo y es que estaba en confianza lo entendía pero para él de 27 años él de 20 solía ser tan, extraño. Los pasos de Obi-Wan fueron largos y perezosos hasta llegar a la mesa de ese desayunador, quedando en la espalda de su pareja, ahí aprovecho para besar su nuca hasta su oreja la cual ya no tenía esas de fantasía.

Pero Anakin alejo los pocos panes que quedaban, como si los cuidará de que se los comieran, entonces Obi-Wan llevo sus manos a sus hombros deslizando esa tela celoso de no ser él quien lo acariciara. Kenobi llevo su surda al cuello y mentón del menor para inclinarlo hacia atrás, dándose su espacio para besarlo. ── Quiero hacerlo todo el día...-Suspiro tentando como si sus manos tuvieran lumbre y su amado fuera hielo, poco a poco él hielo se descongelaria, lo supo tan pronto escucho esa risa suave acariciaron sus tímpanos y su mano acariciara su melena. Si no había un no definitivo podía cruzar la frontera sin peligro. Sin demorar giro la silla para que quedarán de frente, Anakin por más infantil que pareciera lo detuvo ofreciéndole aquel muffin que mordía. "-¿No prefieres desayunar?.-", fueron las dulces palabras que escucho. Demasiado adorable para negarle con un acto tan agridulce, Obi-Wan cuando dio una mordida a su muffin no dejó de ver a su novio pero él más y más lo insitaba a comer de su mano. Poco a poco Anakin consiguió calmar a su novio, eso no negaba que se vieran como si aprecieran un atardecer. Obi-Wan había decidido sentarse frente a su pareja, debían hablar y qué mejor que en ese lugar mágico.── Anakin...

Condena. ObiKinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora