Hyunjin subió a la parte trasera del auto de su padre y cerró la puerta lo más delicado posible, la situación no estaba para que diera un portazo, aunque por dentro era lo que más quería: golpear, romper, gritar y llorar, llorar hasta que no le quedara más tristeza dentro de su ser.
¿Por qué todo tenía que ser tan injusto? Mientras sus padres y él se tenían que irse de madrugada de su barrio, de su lugar, de Jamsil, dejar amigos, lugares favoritos, estudios, trabajo, todo por culpa de las acusaciones a su hermano mayor sobre estafas y robos, denigrando el apellido y la honra de los Hwang.
¡Estúpido!
Su hermano siempre se había comportado como lo que finalmente terminó siendo, un ignorante estúpido. Los rasgados ojos oscuros de Hyunjin quisieron llorar, pero si su padre aún se contenía, él también debía ser fuerte, por su madre, por su padre, por lo que quedaba de la familia.
El ruido del baúl cerrarse sobresaltó a Hyunjin, quién sorbió su nariz y carraspeó, para dispersar su angustia, aunque sabía que iba a necesitar más que eso para poder hacerlo. Sus padres subieron finalmente al auto y el viaje hacia otra ciudad comenzó en silencio. Del morral de jean que llevaba consigo Hyunjin sacó sus auriculares y se dejó transportar a otro lugar, donde su música favorita lo aislara por unas horas de esta pesadilla. Apenas había tenido tiempo de despedirse de su mejor amigo, Doyun, quien cuidaría a su perra Kkami hasta que ellos pudieran acomodarse en Busan y volver por ella. ¡Cómo la extrañaría!
¡Qué ganas de llenarlo de golpes! Pensó Hyunjin y hasta ese pensamiento le dio bronca, ya que jamás en su vida había ejercido la violencia para con algo. Lo único bueno que encontraba Hyunjin del viaje a otra ciudad importante era poder seguir estudiando en la universidad. Y había tenido demasiada suerte que su padre antes de casarse había ejercido varios años atrás en la Universidad Nacional de Pusan y pudo conseguirle una vacante de último momento a mitad de año. Si Hyunjin también hubiera tenido que desprenderse de su carrera, como ya lo estaba haciendo de su arte... ni quiso imaginarlo. Él negó con la cabeza y decidió intentar pensar en otra cosa aunque le resultara muy difícil.
- Hyun... - llamó su padre y de inmediato Hyunjin se bajó los auriculares al cuello.
- ¿Sí?
- Me olvidé de decirte pero vas a tener una prueba para el equipo de fútsal... claro, si querés...
A Hyunjin se le cortó la respiración por unos segundos y luego rio, confundido.
- Pero...no entiendo.
- Parece que al equipo de la universidad le faltan jugadores y están próximos a los juegos regionales...en los que ya están clasificados.
Hyunjin soltó una carcajada y de inmediato se tapó la boca, avergonzado. Idiota, al final me beneficiaste en algo, pensó en decirle a su hermano, si supiera en donde estaba escondido.
- Lo tomo como un sí – su padre le sonrió a través del espejo retrovisor y volvió de inmediato la mirada a la autopista. Hyunjin solo pudo seguir sonriendo.
Las horas que siguieron fueron vividas por Hyunjin como en cámara rápida: ruta, paisaje ciudad, paisaje desolado, ríos, llamada fallida con su amigo por mala señal, ver a Kkami por fotos, y estar monitoreando a cada rato el envío de sus artículos de arte por el correo estatal junto con algunos muebles y electrodomésticos. Hyunjin amaba el Arte pero sus padres no lo dejaban dedicarse de lleno a él, así que se conformaba con la carrera de Arquitectura y cursos de pintura.
Luego de casi cinco horas de haber salido de su casa, a la que ya no volverían por un largo período, los Hwang abrieron la puerta de lo que sería – por el momento – su residencia permanente en Busan. El lugar tenía varios muebles tapados con sábanas blancas pero demasiado polvo por todos lados. Hyunjin no pudo evitar la cara de asco, pero avanzó por lo que imaginó sería el futuro comedor y dejó a un costado sus tres bolsos. Él empezó a inspeccionar la casa, mientras sus padres prendían luces y verificaban las instalaciones eléctricas.
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Miroh - SKZ Temporada 1
FanfictionHyunjin debe escapar de su ciudad natal junto a su familia para no soportar la deshonra que su hermano mayor les provocó y se muda a Busan, donde ingresa a su nueva universidad y al equipo de fútsal, próximo a competir en las regionales. Allí conoce...