Capítulo 5

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El almuerzo fue algo extraño, en el sentido de que comer con MinHo así no parecía correcto ni lo mejor. Pero había sido amable y, sobre todo, caballero. Luego de pagar la cuenta, extendió su mano para que lo acompañara.

—¿Te gustaría caminar por la playa? —preguntó.

—Sí, claro—respondí.

Salimos del restaurante y caminamos hasta la playa. Me quité las zapatillas y comenzamos a caminar por la arena. Él hizo lo mismo que yo, tenía una mano dentro del bolsillo y la otra sostenía sus zapatos y chaqueta.

—¿Cuándo te graduaste de Mercadeo? ¿Aún vas a clases? Cumples horario completo en la empresa—preguntó MinHo.

—Ya he terminado, solo falta la entrega de medalla y título, por eso ya no asisto más a la universidad. ¿Y tú estudias o estudiaste?—respondí.

—Me gradué en Ingeniería Naval. Mi padre me introdujo al mundo de los barcos desde pequeño y soy un gran fan de ellos, me encantan.

—También crecí rodeado de barcos, es algo normal para mí—me encogí de hombros.

—¿Por qué dejaste Malasia? ¿No te gusta?

—Me encanta mi país, bastante. Y aunque aquí soy extranjero, también me gusta Estados Unidos. Quería explorar, quería hacer mi vida y mi carrera profesional en otra parte, quería alejarme un poco de la vida que desde pequeño me había tocado llevar en Malasia, pero aún así, me afectó bastante irme.

—¿Por tu familia?

—Sí. Al principio fue fácil, mi momento de molestia ocultó mis sentimientos, pero ya tengo 3 años sin verlos, no es sencillo—le respondí.

Él solo asintió con la cabeza y me invitó a sentarme junto a él en una pequeña silla de madera que había en la playa. Era extraño que en un sábado la playa no estuviera tan llena como se suponía que debería estar, pero así me gustaba más.

—Ya veo por qué papá siempre habló bien de su asistente, de lo leal que es —rió MinHo.

—El señor Lee ha sido como un padre para mí en estos tres años. Me ha dado miles de consejos y su apoyo en muchas ocasiones, y aunque más de una vez he faltado al trabajo—reí—, siempre me ha tratado excelente.

Lee MinHo

Cada vez que hablaba, sentía que algo en mí temblaba. ¿Qué tenía este chico? Es increíblemente hermoso. Tiene algo que me llama la atención, algo que me hace querer saber más de él. Nunca antes me había pasado esto con alguien más. Su delicadeza al hablar, la manera en que movía las manos, todo en él llamaba mi atención.

—¿Tienes hermanos? —pregunté curioso.

—Una hermana, nada más. Y como se, tú tienes 3. ¿Eres el mayor?

—Así es. Por eso me quedé yo con la presidencia de la empresa. Y también porque MinJi solo tiene 14 años. En cambio, mis otros hermanos que son contemporáneos contigo no se interesaron en esto—expliqué.

Era interesante conocerlo más a fondo y saber más de JiSung. Lo miré fijamente, la manera en que veía el mar, la forma en que tenía sus lentes en la abertura de la camisa, su cuerpo tonificado. Era hermoso, no podía negarlo.

—Se está haciendo tarde. ¿Te llevo a casa ya?—pregunté.

—Sí—susurró y se veía decepcionado.

Caminamos de regreso al restaurante y vi cómo él se colocaba las zapatillas. Tenía un cuerpo muy hermoso, debía admitirlo. Hice lo mismo y me puse mi chaqueta.

❝Atado a las sabanas de mi Jefe❞ 『•MinSung•』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora