Capítulo 21

1.8K 221 7
                                    

Decidí volver con MinHo a Miami. A mis padres no les gustó mucho la idea al principio, pero al final aceptaron y prometieron venir a mi graduación. Estaba más que feliz porque todos se alegraban de verme así. Después de tres años, finalmente pude reunirme con mi familia.

Al llegar a casa, encontré todo en orden, pensé que la iba a encontrar patas arribas—dejarla en manos de Felix y Eric es muy mala idea—y no me decepcionaron está vez. Deshice mis maletas y luego me di una ducha. Mi habitación también necesitaba ser organizada, así que me puse manos a la obra. Después salí al shopping.

MinHo iba a trabajar todo el día y decidió darme una semana más de descanso. Extrañaba mi trabajo, pero aún no estaba listo para volver a ese ajetreo.

Te extraño. ¿Dónde estás? —preguntó MinHo a través del teléfono.

—Yo también te extraño. Estoy en el shopping.

Cómprate algo bonito. Mis padres quieren que vayamos a cenar esta noche.

—Ohh, ¿es buena idea? ¿Ellos saben todo lo que ha pasado? — los nervios me atacaron una vez más.

—Sí, cariño, ellos saben. Y quieren verte.

Tuvimos una larga conversación y, ciertamente, los nervios me estaban afectando. MinHo estaba relajado e incluso se reía de mi nerviosismo. A mí no me parecía nada gracioso. Las cenas con sus padres me parecían algo serio, algo propio de una relación de pareja. Pero si él lo aceptaba, entonces para mí estaba bien.

Recorrí varias tiendas y compré varias cosas, incluso un regalo para MinJi, ya que recordé una conversación en la que me dijo lo que quería. Mis pies dolían y mis brazos también de cargar tantas bolsas. Era hora de ir a casa.

Al salir, alguien pronunció mi nombre. Me volteé y era un amigo de MinHo. Sí, sabía quién era. El del hotel en Madrid. HyunJin. Un escalofrío recorrió mi espalda.

—JiSung, ¿te acuerdas de mí? Soy HyunJin.

—Sí, ¿qué quieres? Estoy realmente apurado.

—Nada, te vi y quise saludarte — sus ojos se oscurecieron y su voz sonó extraña, más ronca—. ¿Y mi hermano dónde está? Dile que necesito hablar con él. No logro contactarlo.

—Creo que eso no es de tu interés, y si no quiere responderte, es por algo. Me tengo que ir, hasta luego HyunJin.

Al darme la vuelta, sentí una fuerte presión en mi brazo que me impidió moverme. Si no me soltaba, mi brazo se rompería. Sus ojos se clavaron en los míos. ¿Qué diablos estaba pasando?

—Suéltame, imbécil — dije con voz firme.

—Recuérdale a MinHo quién soy. Y dile que responda mis llamadas.

Soltó bruscamente mi brazo, dejándolo rojo y pronto se convertiría en morado. Maldición. Sabía que MinHo se enfadaría mucho. HyunJin se quedó allí parado, observándome mientras me alejaba. Caminé lo más rápido que pude hacia mi auto y me subí, asegurando todas las puertas. Mi corazón parecía querer salirse de mi pecho. Llamé a MinHo desde el altavoz del vehículo.

Sung, ¿cómo te fue con las compras?

—MinHo... —respondí con voz temblorosa.

JiSung, ¿qué pasó?—su voz se llenó de angustia al instante—. JiSung, respóndeme. ¿Qué te pasa? ¿Estás bien?

—HyunJin... estaba aquí —apoyé mi cabeza en el volante.

¡Maldita sea!—gritó con furia—. Ve a mi casa, nos vemos allí. ¿Estás bien?

❝Atado a las sabanas de mi Jefe❞ 『•MinSung•』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora