Capítulo 18

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Lee MinHo

—¿Qué tanto daño le hiciste, Lee MinHo? ¿Por qué JiSung ya no trabajará más en la empresa?

—Papá, es complicado.

—No, no es complicado en absoluto. ¿No podías mantener tus manos alejadas de Krystal si tenías algo con JiSung? Sabes muy bien que en mi empresa no se permiten ese tipo de relaciones entre empleados, pero cada vez que JiSung te veía, sus ojos brillaban.

Era la primera vez que veía a mi padre tan molesto conmigo. Realmente lo valoraba. Mamá no dijo nada al respecto, simplemente me llamó cobarde al enterarse de lo que había sucedido, y obviamente, mis hermanos estaban del lado de JiSung. Todos tenían sus razones para apoyarlo a él.

—¿Por qué lo hiciste, hijo? Tal vez podrías haber tenido una relación seria con ese chico. Y mira lo que has hecho. ¿Por qué sigues con Krystal? ¿No fue suficiente lo que nos hizo a todos?

—Krystal me buscó, papá, no fui yo quien la buscó a ella.

—Pues fuiste un tremendo estúpido—dijo MinJi detrás de mí—. JiSung es muy tierno y por tu culpa, ya no lo veré más.

Mi hermana había formado un fuerte vínculo con JiSung. A veces salían juntos y en más de una ocasión, ella le pedía consejos sobre chicos, sabiendo que yo no estaba de acuerdo. Mis hermanos también lo adoraban y veían al hermano cariñoso que les hubiera gustado tener para hacerle bromas y demás. Todos en mi familia le querían.

Y yo, como un estúpido, había dejado que se fuera. Todos me reprochaban de alguna manera y realmente no los culpaba. Podían hacerlo día y noche, porque tenían razón. Me había comportado mal con él y esta vez, JiSung no tenía planes de hablar conmigo, ni siquiera una última vez.

Han JiSung

Me estaba adaptando nuevamente a la vida en Malasia. Extrañaba levantarme cada mañana de mal humor e ir a trabajar. Aquí no hago nada, solo cuido a JeongIn, quien tiene mil formas de sacarme una sonrisa. Todos estaban trabajando y yo me sentía aburrido en casa.

Extrañaba a Felix, Eric, BamBam e incluso, extrañaba a MinHo. Me hacía mucha falta. Una semana sin verlo era demasiado para mí. Mi teléfono sonó varias veces y era SoHee.

«Arréglate, te espero en el Hotel Royal Kuala Lumpar. Almuerzo de hermanos, te amo. Xion cuidara de JeongIn»

Qué extraño, seguramente ya había dejado el hospital. Después de ducharme y arreglar mi cabello desordenado, me vestí y salí. Mi familia y yo amábamos comer en ese hotel, incluso celebramos la fiesta de bodas de mi hermana allí.

Antes de salir, Xion llegó para cuidar de JeongIn. Busqué mi bolso y me dirigí hacia el hotel, que quedaba cerca. Afortunadamente, nuestra casa estaba bien ubicada, por lo que no teníamos que ir muy lejos para llegar a lugares importantes. Al llegar, dejé mi auto con el valet y caminé hasta el restaurante. No veía a SoHee en ninguna parte.

—¿SoHee, dónde estás?

—Ve a la zona de las mesas privadas, detrás de las puertas de vidrio.

Me pareció extraño que estuviera allí, normalmente íbamos allí solo en ocasiones especiales. Cuando entré, nunca imaginé lo que vería.

MinHo estaba de pie junto a la mesa, sosteniendo unas flores. Llevaba su traje característico y tenía una expresión cansada que no había visto en mucho tiempo. Los nervios volvieron a surgir en mí. No podía creer que hubiera venido hasta Malasia por mí. Solo podíamos mirarnos, ninguno de los dos decía nada.

Cerré la puerta y me acerqué más a él. Su aroma, su típico aroma. Mezcla de jabón y perfume, ambos se entrelazaban y despertaban algo en mí que hacía que mi vida se tambaleara. Lo había extrañado. Y ahora lo tenía tan cerca de mí. Dejó las flores en la mesa y dio un solo paso para llegar hasta mí. Me abrazó, apoyando mi cabeza en su pecho, y me dio besos en la cabeza.

—Te he extrañado tanto —susurró.

—¿Por qué lo hiciste?—mis ojos se llenaron de lágrimas al instante.

—No llores, JiSung, por favor. Hay una explicación.

—No sé si quiero escucharla... —bajé la cabeza, sintiéndome confundido.

—Por favor, te extraño. Quiero que regreses a Miami conmigo.

Sus palabras golpearon directamente en mi corazón. Todo en mí se revolvió. En sus ojos podía ver su arrepentimiento, me mostraba cosas que nunca esperé de él. Nos abrazamos aún más fuerte y sentí que esto era todo para mí. Lo había extrañado. Pero no sabía si estaba dispuesto a perdonarlo. No sabía si volvería con él.

Mi mente y mi corazón estaban en guerra, tratando de decidir quién tenía la razón, y yo no sabía a quién escuchar.

❝Atado a las sabanas de mi Jefe❞ 『•MinSung•』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora