13: "Conversations about the Flash and the frozen glass"

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Perdón, perdón, es que borré el capítulo y en eso se fueron sus comentarios y no los leí, perdón :( Pero gracias por comentar, aun así les dedico este capítulo a todas ustedes @CinthiaCruz6 @AlbaColina @CeluCriaturitaDC y a las que votaron también @enedinaVWLE @NisseBlackthorn15 y a todas las demás personas que estuvieron al pendiente de que yo subiera.

-¿Ann? ¿Qué estás diciendo? -me dijo el doctor Wells por el teléfono. Sabía que no me iba a creer. Es demasiado difícil creer eso, imagínate que te hablen por teléfono mientras tú estás en tu día demasiado normal y te digan que acaban de saber de una chica que se hace polvo y se transporta hacia otro lugar. Tal vez, si le digo lo que los oficiales me dijeron probablemente me creerá.

-Doctor Wells, los oficiales dijeron que vieron a una chica hacerse polvo. Shawna Baez tiene la habilidad de tele transportación y transportar con ella a cualquier persona que quiera, como lo hizo con su novio Clay Parker -le conté al doctor Wells. No sabía si me creería pero el sabría mañana que yo estoy bien cuando vea en las noticias y el periódico "Oficial de Iron Heights asegura que una chica se hace polvo y reaparece en otro lugar" o "Chica se hace polvo y rescata a su novio Clay Parker de la cárcel". Wells no habló por un tiempo como si estuviese analizando algo del caso, luego parecía como si hubiese silenciado su teléfono, como para que yo no escuchara lo que él decía.

-Tenemos que hacer algo... Tienes que hacer algo.... -dijo después de unos minutos rompiendo el silencio.

-No podemos, yo no puedo, no tengo control sobre mis poderes, no completamente -le dije mientras fruncía el ceño a la nada. ¿Qué no tenía razón? Quiere que hagamos algo para detener una chica con teletranspotación y quiere que una chica que no tiene control sobre sí misma lo haga. Esto terminará en un desastre si accedo, algo que no haré en mil años.

-Ann, necesitas hacerlo, no tenemos otra opción -me dijo el doctor -Ven, platicaremos acá y te diremos... una propuesta que hemos estado pensando...

Corté la llamad y extrañada, corrí hacia S.T.A.R Labs a toda velocidad. En cuestión de segundos, llegué al salón principal. Entré caminando normalmente solo que con el ceño fruncido.

-Hola -dije y todos voltearon a verme. Caitlin y Cisco con sonrisas en sus labios. ¿Qué estaba pasando?

-Mira -dijo el doctor y encendió las televisiones que estaban enfrente de nosotros. Todas tenían a una chica de estatura mediana, cabello largo y café con algunos mechones más claros y un poco ondulado. Se me hacía familiar. Llevaba puesto un traje completo de color púrpura oscuro casi negro. Tenía algunos detalles en el muslo, se veían tres rayas en cada pierna de una tela más brillosa. Tenía una máscara del mismo color que el traje. Era hermoso. Luego me di cuenta de algo, la chica parecía demasiado familiar.

-¿Soy yo? -pregunté y seguí observando a la chica. Caminé hacia donde estaba Cisco con su tableta electrónica. Roté a la chica computarizada y era idéntica a mí.

-Sí, solo que computarizada -contestó Caitlin. Sonreí.

-Queríamos ver si nos querías ayudar a hacer de esta ciudad un lugar mejor -¿Qué? ¿Esto es soborno?

-Espera ¿Qué? -le pregunté atónita. Yo no podía hacer eso, además de que no tenía control sobre mis poderes, no podía. Ya había un justiciero en esta ciudad y él era un tal Flush... Flash , algo así. No podía hacer esto porque haría las cosas peor y ¿Qué pasaría con mi vida? ¿Qué le diría a Barry? ¿Qué le diría a Joe? ¿A Iris? De los que me había hecho muy amigos estos últimos días. Barry era mi mejor amigo y Iris mi mejor amiga. Joe era una muy buena persona, a todos ellos los podría considerar como mi familia. La máscara era para cubrir mi identidad de las personas y yo supongo que eso incluye a las personas que amo. Yo no quiero mentirles, podría utilizar otras cosas para ayudar a esta ciudad, quizás armas clásicas de las que sabía demasiado bien de. Yo no quiero hacer esto. Aparte, llevo apenas un día conociéndolos y ya me quieren dar algo demasiado... grande. Algo muy valioso como si nos conociéramos desde hace mucho tiempo, que no lo hacemos. Deben querer algo a cambio.

-Necesitamos que trabajes con el Flash -dijo el doctor Wells adivinando lo que estaba pensando. No podía ser, eso era lo que querían, ¿No? Querían que yo los ayudara a saber quién era el justiciero de esta ciudad. No, no querían que los ayudara, querían utilizarme como cebo para atraer a Flash. Para que él supiera que había otro justiciero en esta ciudad. Para que supiera que tiene competencia.

-No -les dije segura de mí misma. Los chicos no habían hablado en todos el rato, seguro no estaban tan de acuerdo con la idea al igual que yo.

-¿Qué? ¿No? -me dijo el doctor Wells incrédulo. ¿Creía que iba a aceptar?

-No -dije igual de segura que la primera vez. No iba a aceptar por nada del mundo.

-¿Por qué no? Necesitamos que trabajes con el Flash -me dijo el doctor, sus ojos azules clavados en mí.

-No quiero que me utilicen y aparte, no tengo control sobre mis poderes así que no respondí.

-¿Por qué no? Vamos, te puedo ayudar -me dijo el doctor Wells extendiendo su mano en mi dirección, igual como la primera vez.

-No y porque no quiero que me utilicen como cebo para atraerlo, no quiero que el sepa que tiene competencia porque no la tiene, no haré esto -dije y acomodé mi bolso en mi hombro -Y por cierto -dije mientras pasaba por el lado del doctor, hablé un poco más bajo para que él supiera que era dirijido hacia él específicamente -Me gusta el negro mejor

Caminé fuera de la habitación y una vez fuera de ahí, corrí a super velocidad hasta mi departamento. No quería hablar con nadie.

Estaba sentada en mi sillón con un té verde en mi mano mirando hacia la ventana. El clima era cálido, las estrellas brillaban más que nunca, la luna era llena, toda la noche estaba hermosa pero por alguna razón yo no me sentía en paz. Tomé mi teléfono de mi lado y marqué el número de Barry. Estaba estresada, frustrada, triste y enojada, lo necesitaba a él. Necesitaba que me calmara con sus palabras y su voz.

-Barry -le dije por el teléfono una vez que contestó.

-Hey, Ann -me dijo un poco sorprendido como si no supiera quien le había hablado por el teléfono -¿Qué pasó? Vi que te fuiste temprano del caso, ¿Todo bien?

-Sí, sí, solo unos asuntos pendientes. Quería ver si podías venir a mi departamento -le dije mientras le daba un sorbo a mi té.

-Sí, ahorita estoy terminando de guardar unas cosas en el laboratorio pero en cuanto termine estoy ahí, lo prometo -me dijo y por el tono de su voz, puedo decir que está sonriendo. Un silencio cubrió la línea de los dos.

-¿Barry? -le dije mientras me paraba del sillón en rumbo a la cocina. Puse la taza de té vacía en el lavabo y le eché agua, no estaba en humor como para lavarla.

-Mande -me respondió Barry por el teléfono con su voz tranquila. Saqué un vaso de vidrio de las puertitas y seguí hablando.

-Gracias -le respondí y me serví agua, le di un sorbo y seguí platicando.

-¿Por qué? -mi vaso se empezó a congelar. Sin importar que estuviera tranquila gracias a su voz, en ese momento, dentro de mí seguía esa frustración de no poder contarle a Barry todo lo que pasó en S.T.A.R Labs hoy.

-Por ser mi mejor amigo -le dije viendo al vaso congelarse poco a poco.

-Tú sabes que siempre -dijo y se escuchó un ruido en la puerta. Barry entró con el teléfono en la mano y una sornisa en su cara -estaré ahí para tí

Y entré en pánico. El vaso estaba en mi mano, congelándose y Barry lo estaba viendo.

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The Flash ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora