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3: "Tea"

-Gracias-le dije al chico y pagué mi té. Era la mañana de mi, casi, primer día de trabajo. Bueno, del día en el cual volvía a mi queridísimo trabajo. Había pasado a comprar un té, ya que yo soy amante del té. Caminaba hacia mi trabajo cuando se me cayó mi vaso de té al piso.

-Maldita sea-dije mientras gruñía y lo levantaba. Me acerqué a el basurero más cercano y lo tiré a la basura.

-Toma-me dijo alguien llegando al lado de mí. Me volteé a verlo y era Barry con una gran sonrisa y el mismo atuendo que la primera vez que lo ví. Solo tenía un suéter color verde, en vez de rojo. Me entregó un vaso de té nuevo, que olía a recién hecho.

-Uh... ¿Gracias?-le dije mientras lo tomaba y le daba un sorbo-Mmm... Té verde y limón, ¿Cómo supiste?-le pregunté. Ése era el té anterior que había comprado y uno de mis favoritos.

-Amm...-dijo nervioso, se había sorprendido un poco por mi pregunta. Como siempre, se rascó la nuca con nerviosismo. ¿Por qué siempre los típicos chicos se rascan la nuca con nerviosismo? No entiendo, ¿El cerebro les manda una picazón cuando están nerviosos? ¿Les picará todo el cuerpo pero solo se rascan esa parte? ¿Por qué no se rascan otro lugar más normal? Como las manos, la cara, las mejillas, la oreja, ¡Yo que se!-Eh... estaba... atrás de ti cuando lo compraste-respondió Barry sacándome de mis pensamientos. Se estaba rascando la nuca de nuevo en actitud nerviosa y torpe. La verdad, si tuviera que describir a Barry Allen en una palabra sería: increíblemente torpe. Bueno, esas son dos.

-¿En serio? No te vi-le dije relajando mi posición mientras tomaba más de mi deliciosa fusión de té. Eso era normal en mí, experimentaba con la comida, en especial té, y mezclaba sabores hasta que me queda como yo lo quiero.

-Es que no estaba atrás, sino algunos pasos... atrás-dijo sonriendo nervioso. ¿Qué le pasa a este chico? Me pregunté mientras inconcientemente fruncía el ceño-No, no te estaba espiando, si eso es lo que piensas-dijo torpe mientras se rascaba la nuca. Torpe, torpe, torpe. Barry es torpe. No torpe en mal sentido, sino... torpe.

-Ok...-dije mientras empezaba a caminar hacia el trabajo con Barry a mi lado.

-Y... ¿Cómo has estado los últimos días?-me dijo mientras yo abría los ojos un poco más de lo normal y empezaba a caminar más rápido murmurando.

-No me apetece hablar sobre eso-aceleré más el paso pero empecé a escuchar los pasos de Barry acelerándose también.

-¿Por qué me sigues?-espeté nerviosa mientras me rascaba mi oreja y fruncía el ceño.

-Por que vamos al mismo lugar...-me dijo mientras yo soltaba una risa nerviosa.

-Sí, claro-terminé de decir eso y caminé más rápido hacia las escaleras. Las subí y me metí en el laboratorio. Empecé a observarlo, no estaba igual que siempre. Habían diminutos restos de vidrio quebrado que solo una detective como yo puede ver. Me agaché y pasé mi dedo por el piso, recolectando algunos vidrios pequeños. Fruncí el ceño en su dirección. ¿Qué ha pasado aquí? Me pregunté. Barry me estaba observando nervioso. Esto tiene que ver con lo nervioso que está el día de hoy. Volteé hacia atrás y en los pequeños estantes donde habían sustancias en envases de vidrio, ya no estaban y solo habían unos cuantos libros. Me levanté del piso y caminé hacia el estante, moví un poco los libros y había pedacitos de vidrio también ahí. Algunas cosas estaban desordenadas y algunas estaban en su mismo lugar pero todo se veía diferente. Miré hacia arriba. La ventana no era la misma. Era de diferente color, no es que fuera de un color pero tenía un tono más anaranjado que la otra. Me di la media vuelta quedando de frente con Barry una vez que había recogido un pedazo grande y muy visible de cristal de la ventana anterior.

-¿Qué pasó aquí?-le pregunté a Barry mientras veía que su cara cambiaba un poco al intentar de esconder un gesto de nerviosismo y preocupación. Su mano iba directamente a su nuca para rascarla como siempre cuando está nervioso. Se dio cuenta que con mi mirada seguí su mano y la bajó.

-Nada-me respondió seguro. Mi mirada fría empeoró mientras él me miraba con miedo.

-Barry, sé que somos compañeros pero a mí-dije apuntándome y usando mi voz más intimidante-No me vas a engañar, he estudiado por siete años para ser detective, he ido a cursos por diferentes partes del mundo, y puedo decir cuando alguien está mintiendo y tú lo estás haciendo ahora, así que no hagas esto más difícil y dime ¿Qué pasó aquí, Barry?

-No es algo que te pueda decir aquí-dijo honesto-es algo demasiado personal que ha cambiado mi vida

-Estoy esperando una respuesta-le dije mientras ponía una mano en mi cadera esperando su respuesta.

-Una respuesta-dijo mientras retrocedía en rumbo a la salida-que no te daré hoy...

Después de decir eso corrió fuera del laboratorio mientras yo lo seguía, pero a pesar de que yo fuera demasiado rápida, por primera vez, alguien lo fue más que yo.